El crack o la piedra es un psicoactivo recreativo de efectos muy rápidos y adictivos. Aunque es similar a la cocaína, la mirada y el prejuicio hacia esta droga y sus consumidores es radicalmente diferente.

Cracolandia

Por Yael Martínez y Rafael Vilela

Por Yael Martínez y Rafael Vilela

Cracolandia, en portugués: Cracolândia, es una palabra derivada del término crack que se forma como crack+lândia: «tierra del crack». Es también la denominación popular que se utiliza para nombrar a una población de personas en situación de calle que habitan un área de la zona central de la ciudad de São Paulo, Brasil. Específicamente, en las inmediaciones de las avenidas Duque de Caxias, Ipiranga, Rio Branco, Cásper Líbero, Rua Mamuá, la estación Julio Prestes, la alameda Dino Bueno y la Plaza Princesa Isabel, zonas donde históricamente se desarrolló una intensa actividad de venta de drogas y prostitución.

El crack está pensado residualmente, como producto y como mercado. Es destinado a poblaciones que no pueden acceder a la cocaína, sino a residuos de ella.

“Los datos que hemos investigado muestran que casi el 80% de los habitantes de Cracolandia son hombres negros. La mayoría ya estaba viviendo en la calle antes de empezar a consumir crack o antes de llegar a Cracolandia. Son personas en extrema vulnerabilidad, en una sociedad racista, clasista, colonial…” / Rafael Vilela, fotógrafo brasileño

El abandono estatal de Cracolandia se ha vuelto paralelo a una narrativa que asegura que los consumidores de crack son, tal como la droga, un residuo más; que no merecen ser cuidados, protegidos y ayudados.

Muchas de las personas que caen en el círculo del crack son dejadas a su suerte, y ahí encuentran maneras de subsistir. En Cracolandia, las personas tienen la posibilidad de encontrar una comunidad que no necesariamente tiene a la droga como epicentro, sino a la vida como un propósito. “Más allá de hablar de la sustancia, yo estaba tratando de entender las conexiones comunitarias y cómo se generan los flujos. El crack está ahí todo el tiempo, por eso llegó esta cuestión de apodarlo como Cracolandia, porque básicamente el crack se mueve a todas horas” / Yael Martínez, fotógrafo mexicano

Hay vida en Cracolandia más allá de la droga

El gran problema de la guerra contra las drogas no es la droga, es la guerra. Una guerra en la que las mayores víctimas son las poblaciones vulnerables, pero también en la que se construyen espacios de resistencia como Cracolandia, llenos de muerte y vida al mismo tiempo.

“En esta experiencia en Cracolândia, puedes ver cómo la gente sigue viva, creando comunidades, relaciones y afectos dentro de ese espacio, que es quizás el único espacio que les queda” / Rafael Vilela

UN ESPECIAL DE VIST SOBRE DROGAS-POLÍTICAS-VIOLENCIAS