«De las cosas vivas se ve fundamentalmente el alma, mientras los cuerpos se convierten en realidades nebulosas».
Maeterlinck, 1911

Nunca la sabiduría dice una cosa y la naturaleza otra.
Juvenal, S VIII

Los procesos de legalización y regulación del Cannabis han comenzado a gestarse en distintas regiones del mundo y específicamente en Uruguay a partir del año 2010. Acciones políticas concretas están promoviendo su regulación, bajo un contexto social idóneo que acompaña este proceso.
Productorxs y actorxs implicados han desarrollado y profundizado en dinámicas de producción que humanizan y amplifican los diversos usos de la planta. El objetivo detrás de estas acciones es proveer a una demanda creciente de personas que la utilizan en cualquiera de sus variedadestanto para uso medicinal como para su uso recreativo.
Los avances en términos de políticas sociales, así como los desarrollos genéticos y sus derivados comerciales, han sido fundamentales al momento de interpretar socialmente a la planta del cannabis y su uso. Décadas de investigación han demostrado que las propiedades de la planta son más efectivas y saludables que sus alternativas farmacológicas.
Este proceso de humanización del cannabis, ha dado lugar a su vez a una corriente alternativa que propone distanciarse de esta antropización del paisaje cannabico (transformación que ejerce el ser humano sobre el medio). Lo que se propone en consecuencia es una reformulación del vínculo con la planta a través de la planificación del humano.
Los procesos de transformación de la planta de cannabis por parte del humano (ejemplos son el número creciente de cruces de semillas para desarrollar nuevas variedades genéticas que contemplen usos cada vez más específico; o el desarrollo de productos industrializados y manufacturados, sustentados a su vez en líneas que contemplan y fomentan a las economías circulares) se confrontan con esta nueva línea de pensamiento y acción que prioriza la necesidad de plantificar al individuo consumidor de cannabis en un proceso de retorno al origen.
Plantificar al individuo como un gesto de volver a una forma más orgánica, natural y vinculante con el entorno del cual somos parte. La inteligencia de las flores (2019) se basa en esta línea de pensamiento y se planta conceptualmente desde allí.
Parafraseando a Maeterlinck, para aprender que la mecánica floral funciona desde hace millares de años… permitiéndonos identificarnos vitalmente con las plantas y con la naturaleza en un sentido más concreto.

SOBRE LA OBRA

La Inteligencia de las Flores es un proyecto transmedial de base visual que comprende una intervención artística performática, una producción fotográfica desarrollada en espacios de la Costa Atlántica argentina y uruguaya, obra plástica de técnica mixta (óleo, acrílicos y aceites de cannabis) y tres piezas sonoras vinculadas a estas intervenciones plásticas de técnicas mixtas.
Las piezas sonoras refieren a tres ejes emocionales ansiedad, trastornos del sueño y depresión vinculados a los procesos de sanación mediante el uso cannabis medicinal. Estas piezas sonoras fueron realizadas utilizando sinusoides procesados entre 900 y 1000 hz, activadores de la glándula pineal que incide en la regulación de estos estados emocionales mencionados. En tanto eje articulador de estas sonoridades, se ha partido de grabaciones naturales para luego modificarlas electrónicamente (proceso humanizador) para posteriormente volverlas a transformar en un sonido acústico (proceso de plantificación) como eje articulador de las piezas.
Las piezas sonoras Abstracto 1, Abstracto 2 y Abstracto 3 fueron realizadas colaborativamente con los músicos Ivan Deiana y Matías Menarguez y fueron grabadas, editadas, mezcladas y masterizadas en el estudio MM, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, entre los meses de abril y junio de 2019.
En la versión web del proyecto, se presentan las piezas sonoras y un cuerpo de imágenes alusivo al proyecto.

AGRADECIMIENTOS

A todas las madres y los padres que se plantan por sus hijxs, a lxs magxs que cultivan y no venden, a lxs actvistas que empujan y a lxs amigxs que están plantadxs, que me enseñan y me cuidan hace rato. Y a la planta, siempre.