Ilustración: Eduardo Medina, creador del proyecto Future Love
Entrevistas
Proyecto Soma
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marzo 25, 2022

Soma: las drogas como son

Gran parte del trabajo de Soma: las drogas como son consiste en la curaduría de contenidos: de manera muy rigurosa seleccionan, sintetizan y recomiendan en Intragram, Facebook y Twitter contenidos ya publicados por grandes medios o instituciones renombradas para democratizar y facilitar el acceso a la información de calidad en torno a los debates sobre el mundo de las drogas. Están convencidos de que las personas deben tomar decisiones informadas, para ellos lo central son las personas, su libertad y su bienestar.

Desde noviembre de 2018, recomiendan artículos periodísticos, extractos de charlas, traducciones de otras lenguas, apartados de libros sobre el mundo de las drogas. Si bien también generan contenidos propios y autogestionados para su web  ensayos, crónicas, entrevistas, cortometrajes, podcasts , particularmente se enfocan en reeditar y traducir al español contenidos que consideran necesarios que estén también disponibles para el público latinoamericano. 

Este trabajo tuvo sus primeros frutos en 2019 y 2020: Soma ganó becas para realizar estudios en Colombia y México que les permitieron a sus fundadores conectar con el trabajo de organizaciones regionales que abordan las problemáticas de las drogas desde distintos frentes. 

Esteban Acuña es un periodista chileno que lleva ya ocho años radicado en Lima. Ha trabajado para diferentes medios de comunicación donde ha seguido de cerca las políticas de drogas y la violencia policial hacia los usuarios. Ha colaborado también con revistas cannábicas. Raúl Lescano es peruano, también periodista. Empezó trabajando sobre derechos humanos, luego artes y poco a poco fue haciendo una transición hacia el trabajo editorial. Actualmente, los dos trabajan freelance y juntos crearon el proyecto informativo y de reducción de daños.

A finales del 2021, ampliaron el equipo con el abogado Humberto Rotondo, miembro de la organización de políticas de drogas y derechos humanos Youth Rise, y la activista Francesca Brivio, fundadora de la organización Cannabis de Esperanza, para abrir  sus líneas de trabajo hacia la reducción de daños y el análisis de sustancias en fiestas.

De izquierda a derecha: Humberto Rotondo, Raúl Lescano, Francesca Brivio, Esteban Acuña

¿Cómo nació Soma?

Esteban: Soma nació producto de los intereses en común respecto a la temática de las drogas, tanto desde el periodismo como desde nuestras inquietudes personales. Tras varias conversaciones nos dimos cuenta de que había muchas cosas que no se estaban diciendo en el periodismo respecto a las drogas en general y que la información de calidad que había disponible no parecía llegar a la gente. En ese momento, los dos renunciamos a nuestros trabajos y empezamos a pensar en crear un medio independiente. 

Yo pensaba al principio en un medio sobre cannabis. Pero nos dimos cuenta de que la discusión iba mucho más allá del cannabis y que si solo nos enfocábamos en ella nos íbamos a perder de un material muy rico y de un debate mucho más complejo. Ese fue un punto de partida.

Luego, llegamos al nombre: Soma, que lo saqué de la novela Un mundo feliz, de Aldous Huxley. Raúl le agregó: “Las drogas como son”. Eso lo mantenemos desde el primer día porque, justamente, la idea era hablar sobre las drogas sin conservadurismos, sin estereotipos, sin los estigmas con que los medios de comunicación tradicionales han abordado el tema en las últimas décadas.

Sabiendo que debíamos trabajar para subsistir, decidimos hacer lo mínimo pero buscando el mayor impacto posible. Lo logramos presentando información sobre drogas que nos parecía valiosa y que ya estaba publicada en medios independientes. Este ejercicio de curaduría nos ha permitido conocer y ampliar nuestra mirada sobre las drogas, y ese aprendizaje es el que queremos entregar y difundir. 

Raúl: hubo una confluencia importante y suertuda de necesidades que ambos teníamos. Yo he trabajado en una revista trimestral en la que realizábamos una edición larga y compleja, pero que estaba dirigida solo a tomadores de decisiones. Ahí siempre me preguntaba cómo acercar la información bien trabajada a la gente en general y no solo a determinados nichos. 

En ese sentido, Soma es un proyecto sobre acceso a la información que utiliza el tema de las drogas para ejercer ese derecho. Las drogas son un campo en el que falta información de calidad y eso  genera riesgos. Además, en este mundo donde ya abunda la información, más que generar contenidos que probablemente la gente no va a alcanzar a consumir, creemos que lo importante es acercar lo que ya existe.

Este reto de brindar información sin prejuicios sobre las drogas es provocador ante una mirada bastante simplista que indica que hay que estar a favor o en contra de las drogas. Nosotros creemos que se trata de estar a favor de múltiples derechos de las personas: al uso de su cuerpo, al acceso a la salud, a la justicia, etc. 

Desde noviembre de 2021, Soma asiste a fiestas para brindar información sobre reducción de daños asociado al consumo de drogas

 Instagram: @proyecto_soma

¿Qué criterios tienen ustedes para elegir lo que van a publicar? ¿ustedes producen contenidos también?

Raúl: Nuestra formación periodística nos ha dado la posibilidad de tener ciertos criterios de evaluación para considerar y saber qué es información de calidad. Procuramos que se trate de contenidos que no se venzan en poco tiempo, pero sobre todo que tengan en el centro el bienestar de las personas. 

El debate de las drogas generalmente gira en torno a defender determinados conceptos abstractos, como “el orden”, “la seguridad”, “la ley”, etc. Pocas veces está en el centro la persona y cuando la pones en el centro, los matices cambian totalmente. Entonces ya no es importante si esa persona fue detenida porque estaba haciendo algo ilegal, sino entender por qué esa persona tuvo la necesidad de hacerlo. Eso cambia completamente la narrativa.

Otros principios, mucho más básicos, tienen que ver con la cantidad y la calidad de las fuentes. Se trata de contenidos que cuestionen o que ataquen ciertos sentidos comunes que tenemos sobre las drogas. Porque, repito, las drogas son un medio, a través del cual a veces uno puede darle vuelta a lo que significa la salud, la justicia, o distintas cosas. 

Esteban: Por ejemplo, justo ahora estoy resumiendo un artículo de Knowable Magazine sobre la ketamina. En un medio tradicional, la sustancia estaría en el centro de la discusión; probablemente, sería satanizada y los que la usan también. En este artículo, en cambio, se muestra cómo la ketamina, que es una droga también usada con fines recreativos, ahora se está usando con fines medicinales para tratar depresiones severas. En cuestión de semanas, a diferencia de los fármacos tradicionales, se obtienen resultados positivos y desde el año 2000 hay varios estudios que indican lo mismo. 

En este texto el centro son las personas, es decir, te explica por qué hay quienes consumen ketamina. Para hacerlo, hablan de la depresión y de las formas en que esta enfermedad ha sido tradicionalmente abordada. Esto hace más compleja la narrativa, amplía la información existente y se sale de la lógica del prohibicionismo.

La narrativa tradicional se basa en la idea de que es posible un mundo libre de drogas. Los medios le hacen bombo a la erradicación de la coca o la amapola, al actuar policial, a los decomisos de drogas, sin cuestionar si eso funciona o no. Esa narrativa también pone mucho énfasis en la adicción, la presenta como el peor efecto de las drogas y como la única consecuencia posible, pero no habla de los riesgos que trae la desinformación. Nosotros dejamos de lado el tipo de contenido que no es capaz de ver más allá de esas ideas.

 Instagram: @proyecto_soma

Tomaron el nombre del proyecto de la novela de Huxley y ahí Soma es una sustancia con una dualidad. ¿Cómo piensan ustedes esa dualidad en el trabajo que hacen?

Raúl: yo creo que esa dualidad se da en la premisa que tiene Soma y que es a la vez su eslogan: “las drogas como son”. Eso quiere decir aceptar su complejidad: pueden ser peligrosas y eso no quita que puedan ser buenas. Que hay muchos matices y factores en torno a estas. 

Cuando te centras en las drogas en sí, te encuentras con perspectivas un poco arcaicas. Cuando te centras en las personas, empiezas a entender la complejidad de las drogas. Porque las drogas no existen por sí solas, existen porque hay quienes las consumen. Queramos o no, la realidad es que el consumo de drogas es una de las tantas formas que tienen las personas de relacionarse con el mundo, con la sociedad y consigo mismas. Al enfocarnos en eso, de hecho, no encontramos solo una dualidad sino una multiplicidad de aristas. Pensar solo en la dualidad es muy común del pensamiento antidrogas y en Soma queremos romper con eso. 

Esteban: nosotros buscamos también hablar sobre los beneficios de usar ciertas sustancias, que es algo de lo que normalmente no se habla. En un texto sobre la añoranza de las fiestas durante la pandemia, que trabajamos para la web, por ejemplo, explicamos cómo las sustancias también permiten generar conexiones positivas en la vida de las personas. Nosotros queremos ampliar la mirada haciendo ese tipo de preguntas que apuntan a derribar ciertos sentidos comunes. Por ejemplo: ¿por qué las pastillas que te ayudan a dormir son legales y las que te hacen bailar son ilegales?