Cartilla Pedagógica
Capítulo 1
Sé de muchas cosas que no vi.
Clarice Lispector
La imaginación es un modo fundamental
de pensar, un medio esencial de
convertirse en humano y seguir siéndolo.
Es una herramienta mental
Úrsula Le Guin
La ruta
En esta primera parte del taller vamos a explorar la relación entre escuchar y recopilar las historias de la memoria de nuestro lugar y cómo se vinculan con la imaginación. Esto lo lograremos a través de ejercicios de escucha, imaginación y dibujo que nos ayuden a encontrar una manera de sintetizar nuestros pensamientos en imágenes e historias. El objetivo final es entender cómo nuestro cerebro transforma las palabras en imágenes y cómo la memoria personal puede convertirse en memoria colectiva.
La imaginación se alimenta de lo cotidiano: los problemas, los sueños, los amores, las relaciones, las experiencias. Todo el tiempo se está alimentando, pero al ser algo de todos los días, pocas veces reflexionamos al respecto.
Nuestro equipaje
Un recuerdo dibujado
¿Qué se necesita?:
Lápiz y papel
1 / Cada uno de nosotros va a pensar en una historia personal que le haya impactado, una anécdota que nos haya marcado.
2 / Después, cada uno va a tomar papel y lápiz y va a contar esa historia con dibujos, puede ser uno o varios.
3 / Intercambiaremos los dibujos. Después de ver los de los demás, vamos a hablar de lo que imaginamos de los otros dibujos.
¿Qué sabemos sobre la imaginación?
Respondamos las siguientes preguntas:
¿Qué creemos que es la imaginación? ¿En qué momentos del día imaginamos cosas? Hoy, en el transcurso del día, hemos imaginado algo? Cuando nos acostamos a dormir, y nos quedamos mirando la oscuridad o con la sensación silenciosa de los ojos cerrados, ¿imaginamos algo?¿De qué se alimenta la imaginación? ¿Cómo podemos alimentar la imaginación?
Iniciar el viaje
Ejercicios de imaginación
Un equipo reproductor de audio con parlantes que alcancen un volumen suficiente para el grupo y el espacio, una bolsa con diferentes frutas, papel y lápiz.
Después de nuestra reflexión sobre lo que significa la imaginación para cada uno y de cómo la alimentamos, ahora vamos a imaginar.
1 / Vamos a encontrar una posición cómoda, en la que podamos escuchar con tranquilidad y tener los ojos cerrados.
Sonido 1: río
Sonido 2: noche en el bosque
Sonido 3: sonidos de personas cocinando.
2 / Después de terminar de escuchar el primer sonido, abrimos los ojos y compartiremos con los demás qué sucedió al escucharlo. ¿Qué sensaciones y emociones despertó ese sonido en nosotros? ¿Imaginamos o recordamos algo? Describamos para los demás lo que imaginamos al escuchar el audio: ¿Es una cosa, una persona, un animal, una situación? ¿Sucede algo? ¿Cómo es el ambiente en el que sucede o en el que aparece nuestra imaginación? ¿Es de día o de noche? ¿Hace frío o calor?
3 / Retomamos la posición cómoda y cerramos los ojos. Continuamos escuchando cada audio y apenas terminemos cada uno, repetimos las reflexiones del punto anterior.
4 / Mantenemos los ojos cerrados. El dinamizador del taller pasará cerca de cada persona y le permitirá oler una fruta. Lo hará con 3 o 4 frutas más.
¿Logramos identificar de qué fruta se trata?
¿Qué emoción nos despertó ese olor?
¿Qué imágenes vinieron a nuestra mente al sentirlo?
¿Recordamos algo al sentirlo?
Los sonidos de esta actividad pueden ser paisajes sonoros o pueden tomarse de la banda sonora de Dulce y Salada.
El mapa
Al realizar este ejercicio, lo más probable es que cada sonido haya evocado imágenes de cosas que ya hemos vivido. Quizá, el olor de las frutas también nos transportó a otros momentos y lugares. Es posible que cada una de esas imágenes haya sido construida con una serie de elementos que hemos ido incorporando a nuestra imaginación y a nuestra memoria.
Probablemente, no solo fueron imágenes sino también emociones: tranquilidad, alegría, sorpresa, miedo, angustia. Quizá recordamos historias, como cuando fuimos al río en un día soleado con amigas, o cuando nos contaron un cuento que sucedía en el bosque, o cuando contamos una historia que se parece a lo que nos sucedió esta mañana en la cocina de la casa. La imaginación se vale de imágenes para crear situaciones, ideas, historias y para reconstruir y construir los recuerdos.
Tal vez hayamos recordado historias que hemos vivido, escuchado o leído. Contar historias es una habilidad humana. Hace parte de nuestra facultad comunicativa, y se desarrolla a medida que la cultivamos. Contamos historias para compartir información y así poder vincularnos con otras
personas. También lo hacemos para poder ordenar algunos eventos en nuestra mente y darles sentido.
Cada vez que se cuenta una historia hay algo que cambia, depende de quién cuenta la historia, pero también de quien la escucha, en qué lugar, momento o época. Antropólogos como Jack Goody llaman a eso “rememoración creativa”. Aprendemos de memoria, pero siempre que contamos algo y lo recordamos, lo estamos creando nuevamente. Partimos de una base que conocemos porque alguien antes nos contó, vivimos un suceso, lo vimos en una película o lo leímos en algún lugar. Al recordarlo y, sobre todo, al contarle a otra persona recreamos la historia.
Buscar en el mapa
Vamos a registrar con cada una de las herramientas todo lo que nos rodea: paisaje sonoro, los edificios, el entorno, los animales, las plantas. Al terminar el ejercicio, cada grupo descargará y ordenará el material creado en el computador.
Mi ruta
Cómo nacen las cosas cada vez que uno las nombra
Papel y lápiz
Después de terminar la primera ronda, abrimos los ojos y compartiremos con los demás qué sucedió al escuchar las palabras. Quizás algunos vieron el objeto, otros vieron la palabra escrita, algunos enlazaron las palabras u objetos construyendo una escena. Algunos vieron la escena en movimiento, otros solamente una imagen estática.
Retomamos la posición cómoda y cerramos los ojos. Reiniciamos la lectura de las palabras a partir de la segunda ronda. Y entre cada ronda, repetimos las reflexiones finales, haciendo énfasis en aquellas palabras que no suscitaron ninguna imagen mental.
Al finalizar cada ronda, propondremos un diálogo alrededor de las siguientes preguntas o reflexiones ¿Cómo surgen estas imágenes? ¿Si bien imaginamos cosas, objetos o situaciones similares, los colores, las formas, los detalles varían de persona a persona? ¿De dónde proviene el aprendizaje de cada una de estas imágenes? ¿Cómo nuestra experiencia personal y nuestra historia influyen en cómo imaginamos?
Este es un ejercicio para pescar en el mar de nuestra imaginación. Cada participante recordará y dibujará una imagen evocada de cada ronda.
Es importante tener en cuenta que cada una de estas rondas están compuestas por palabras que, en principio, fácilmente suscitan imágenes mentales. Pero hay entre ellas incluidas algunas que no y con el avance de las rondas la idea es complicar cada vez esa posibilidad.
Ronda 1
Coco
Balón
Río
Luciérnaga
Trueno
Palma
Barro
Vaca
Murciélago
Kalabongó
Celdas
Propio
Bailar
Territorio
Historias
Raíces
Cantar
Intriga
Ronda 2
Sueño
Sombrilla
Moto
Dueño
Cocina
Volar
Fuego
Magia
Rezo
Ojo
Viento
Respirar
Sombrilla
Cuchillo
Huir
Barreras
Saltar
Contar
Ronda 3
Luchar
Sembrar
Resistir
Espacio
Cultivo
Tierra
Pájaro
Autonomía
Libertad
Vivir
Jugar
Crecer
Libro
Pesadilla
Luz
Nube
Estrella
Ronda 4
Ronda 4
Suspenso
Melo
Sabroso
Ritmo
Chontaduro
Sabor
Ciencia
Compartir
Construir
Aportar
Juntar
Confiar
Entender
Semilla
Pez
Agua
Noche
Imagen
También se pueden leer cuentos cortos que provoquen imágenes para que los asistentes los conviertan en dibujos.
El mirador
Según algunos estudios de la neurociencia escuchar relatos de experiencias estimula las mismas regiones del cerebro que se activarían si nosotros mismos las hubiéramos vivido. En 2006 se llevó a cabo un estudio en España donde se le pedía a algunas personas leer o escuchar palabras relacionadas con olores, cuando lo hacían las regiones del cerebro asociadas al olfato inmediatamente se activaban. Algo semejante sucedió en Francia respecto a oraciones y metáforas relacionadas con el tacto. Esto quiere decir que para nuestro cerebro no hay mayores distinciones entre una experiencia de la vida real y algo que leemos o escuchamos.
Como sucedió con los ejercicios anteriores, muchas de las cosas que imaginamos al escuchar palabras provienen de una especie de biblioteca o archivo mental que todos tenemos y que hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida.
Esto permite que asociemos palabras e imágenes. De esta manera construimos a lo largo de nuestra vida un archivo visual al cual podemos acceder con el llamado de las palabras. Es difícil decir con certeza que es
primero: si la palabra o la imagen. Lo interesante es cómo podemos establecer esa relación de manera casi automática y cómo podemos ir creando nuevas imágenes para diferentes palabras o construir un lenguaje con imágenes.
Imaginar en San Basilio de Palenque
Bolívar - Colombia / 2020
Imaginar en Valle Bahía Solano
Chocó - Colombia / 2020
Imaginar en Santiago de Cali
Valle del Cauca - Colombia / 2020
Imaginar en Portobelo
Panamá / 2021
Imaginar en Livingston
Guatemala / 2021
Imaginar en Tocaña
Coroico - Bolivia / 2021
Imaginar en Montevideo