En Haití, la palabra noctambule habla de un habitante nocturno de actividades clandestinas.
Persiguiendo esa idea, el fotógrafo Josué Azor recorre la noche queer de Puerto Príncipe y la retrata con la naturalidad del iniciado. “Cuantas más fotografías tomo, más me enseña la comunidad sobre qué es la libertad y qué es correr riesgos”, dice.
Como parte de una serie más grande, las imágenes que presenta en Africamericanos muestran lo que resulta verdaderamente resistente de los encuentros entre cuerpos que se dan en espacios desvalorizados, cobijados por la noche.
“La vida nocturna que me provoca no es necesariamente la de un club nocturno”, cuenta Azor en su blog. “Me concentré en la noche que tenía un aspecto bruto, una noche en la que me encontraría con personas que tal vez no encontraría normalmente en el curso de mi vida. Ese fue uno de mis parámetros”.
“Empecé a ir a las fiestas y estaba fascinado. Lo que primero que me tocó es que lo que sucedía en las fiestas era diferente a las fantasías externas sobre esas reuniones. No he ido a fiestas donde hubo libertinaje. Definitivamente, hay cierta libertad que algunas personas se dan a sí mismas para ser otra persona o para ser ellos mismos, para expresarse de una manera que no lo harían fuera de estos entornos”.
Enfocado en la fotografía documental, artística y social, Josúe Azor comenzó a viajar en 2008 alrededor de Haití para combinar su pasión por la fotografía —que aprendió de manera autodidacta— y su interés por las prácticas religiosas de su país, centrándose particularmente en la cultura vudú que documentó en la ciudad de Gonaives.
Su trabajo profesional empezó luego del terremoto del 12 de enero de 2010. “Antes de la catástrofe, yo era un fotógrafo aficionado”, dice. “Los profesionales que conocí más o menos me pusieron en el camino. A partir de ese momento, abandoné mis estudios en administración y otras actividades, y me sumergí profundamente en el arte de la fotografía”.
Azor participó en la 2a. Bienal Internacional de Fotografía y Video Changjiang 2017 y los Encuentros de Fotografía de la Guayana Francesa 2014. En Noctámbulos, el artista explora la vida nocturna y la comunidad LGBT de Puerto Príncipe con el propósito de visibilizar estos escenarios. Es miembro de Kolektif 2 dimansyon (K2D), un colectivo de jóvenes fotoperiodistas y artistas visuales establecidos en Haití.
