Tamara Merino – Underland Australia
Tamara Merino
Chile -
septiembre 07, 2021

Alegoría de la caverna

La fotógrafa Tamara Merino recorría Australia. Pinchó una goma de su van y tuvo que detenerse en medio del desierto a cambiarla. “Nos pusimos a arreglar la rueda, miré alrededor y me di cuenta que estaba en un pueblito súper extraño y bizarro”, cuenta. Así descubrió una población bajo tierra de la que se enamoró. Y así nació Underland, un proyecto que siguió en España y Estados Unidos y continuará en Túnez, China y México, entre otros.

Tamara fue descubriendo que no había solo un motivo para vivir bajo tierra: había muchos. El clima, la religión, lo cultural, o hasta la creencia de que es un modo para salvarse del apocalipsis. Investigando, también supo que no eran pocos los que lo elegían: “Hay más de 60 millones de personas que viven en casas-cueva en muchísimos países alrededor del mundo”, dice.  Al principio le parecía extraño vivir en cuevas, en casas que “están vivas”. Pero después entendió que eso hacemos los seres humanos desde la era paleolítica y que se siente natural estar en conexión con la tierra.

 Tamara es una fotógrafa documental colombo-chilena de raíces alemanas. Ha publicado en National Geographic, The New York Times, The Washington Post, Der Spiegel, The New Yorker, 6 Mois, The Wall Street Journal, Bloomberg, entre otros. Es miembro de Women Photograph y Ayün Fotógrafas, y exploradora de National Geographic.

 

Ayahuasca Musuk

Tamara Merino – Underland Australia
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Una vez que se pinchó la goma en la carretera australiana, ¿cómo siguió esa historia?

Arreglamos la rueda y recorrimos un poco. Lo primero que vimos fue un montículo con una puerta y una cruz encima. Decidimos entrar y empezamos a bajar por una alfombra roja. Abajo nos encontramos con una iglesia ortodoxa. Fue impresionante: había 8 o 9 velitas prendidas en el altar, el techo tenía ondulaciones y Jesús estaba labrado en la piedra. Era precioso y todo estaba súper limpio y bien cuidado. 

Nos dimos cuenta de que, si existía esa comunidad activa que iba a esta iglesia bajo tierra, también había una comunidad activa bajo tierra. Entonces yo en ese minuto dije: «nos tenemos que quedar, necesito conocer a las personas que habitan acá, necesito saber por qué deciden vivir bajo tierra y conocer esas historias subterráneas». Fui entendiendo que cada comunidad tiene su propia razón. Ahí se empezó a armar el proyecto. 

Ayahuasca Musuk

Tamara Merino – Underland Australia

En este pueblito Australiano, llamado Coober Pedy, a 850 km de la ciudad  más cercana, la mayoría de la población vive en casas subterráneas llamadas dugouts y las temperaturas son súper altas en verano. Nosotros llegamos a tener 50 grados, mientras que en el invierno hay menos 2. Esa es una de las razones por las cuales la gente decide vivir bajo tierra. Ellos son mineros del ópalo, una piedra semipreciosa súper valorada que varía entre los 10 dólares y un millón de dólares porque tiene muchas variedades: hay ópalo rojo, azul, arcoiris. Uno llega al pueblo y es como fantasmagórico: todos trabajan y viven bajo tierra y es súper difícil conocer a alguien porque la gente no está deambulando por las calles como en una ciudad o pueblo normal.

¿Están conectadas las casas y las minas?

No, no están conectadas. Tienen que salir a la superficie y manejar hasta las minas. Están separadas por temas de seguridad. En la carretera principal que cruza el desierto Simpson, por ejemplo, hay bastantes casas sobre tierra, está la gasolinera y el supermercado. Prácticamente es un pueblo subterráneo, en donde alrededor del 80 % de la gente vive bajo tierra y todos se dedican al ópalo. Es una vida loca e insólita; pueden ser millonarios cualquier día o no encontrar nada durante años. Esta gema revela las motivaciones ocultas de los que siguen su ilusión de riqueza, y una atmósfera de ojos desconfiados y misterio espera a los que van tras su encanto. ¡Es como la fiebre del ópalo!

Ayahuasca Musuk

Tamara Merino – Underland Australia

¿Dónde se hospedaron? 

Al principio estuvimos en la van. Imagínate, a las tres de la mañana hacía 30 grados de calor. Era desesperante. En el desierto hay muchas serpientes venenosas, arañas venenosas. Entonces uno tampoco puede dormir con las ventanas abiertas. Nos costó conocer a alguien al principio. Caminamos por las calles durante cinco días sin encontrar un alma. Caminamos durante horas todos los días con la cara envuelta en polvo y los cuarenta y siete grados centígrados de calor seco quemándonos. Sentí la soledad y la inmensidad de la vasta tierra del desierto. Al sexto día conocimos Gaby, una inmigrante alemana que llevaba cinco años viviendo ahí. Es una de las pocas mujeres mineras. Yo también tengo raíces alemanas, así que tras una buena conversación y algunas palabras en mi oxidado alemán, conectamos inmediatamente. Gaby y su marido nos invitaron a quedarnos en su casa todo el tiempo que quisiéramos. No podía creer cuando crucé por primera vez la puerta del desierto a su casa… ¡era una cueva! Los cuarenta y siete grados de calor del exterior se convirtieron inmediatamente en aire fresco con unos agradables veintitrés grados centígrados. Es alucinante, tienen de todo, es como una casa convencional como nosotros la conocemos, pero bajo tierra.

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¿Sentiste que piensan la vida diferente?

Estoy segura de que tienen una conexión súper fuerte con sus casas: sus casas, al final, están vivas. Están en constante movimiento, siempre están cambiando, se está cayendo la piedra, está mutando. Obviamente todos los seres humanos tenemos una conexión fuerte con nuestro entorno, pero yo siento que la de ellos es mucho más. No necesitan aire acondicionado o calefacción, porque la misma cueva les entrega una temperatura constante de 23 grados durante todo el año. Una vez que la tierra te da todos estos beneficios, tú también eres más consciente de cómo estás impactando sobre ella. 

Siento que debido al excesivo impacto humano, nuestro mundo y nuestras sociedades tienen muy poca consciencia sobre el impacto que tenemos sobre la tierra. El cambio climático amenaza nuestra vida en la tierra y hemos perdido nuestra identidad cultural debido a las sociedades tecnológicas de ritmo rápido. En esta época moderna y frenética, estos pueblos subterráneos demuestran que otras alternativas son posibles. Vivir bajo tierra es una solución ecológica y optimista para el medio ambiente, ya que es completamente autosuficiente y reduce el impacto sobre el terreno gracias a una huella de carbono prácticamente nula. Estas comunidades subterráneas son un ejemplo notable de lo bien que el ser humano puede adaptarse a su entorno para sobrevivir. Todas las comunidades que he documentado nos muestran cómo podemos volver a lo básico, porque hoy somos nosotros los que tenemos que habitar el mundo de una manera diferente.

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¿Cómo te diste cuenta de que había un trabajo para seguir en esa línea?

Empecé a conocer gente, la historia se empezó a volver super íntima y cada vez me intrigaba más: ¿por qué deciden vivir bajo tierra? En ese minuto, cuando llegamos a este pueblo, yo no tenía ni idea de que la gente vivía en cuevas en ninguna parte del mundo. Nunca me lo había cuestionado. En Australia, cuando me despertaba en la mañana, mi cobertor estaba lleno de piedritas que habían caído del techo durante la noche. Sentir que estas casas estaban vivas me fascinó y dije: “necesito conocer estas historias subterráneas”.

Investigo muchísimo siempre para mis proyectos, me vuelvo una experta, me leo todos los libros, me bajo todos los papers. Descubrí que hay más de 60 millones de personas que viven bajo tierra en muchísimos países alrededor del mundo, entonces el proyecto se expandió. Empecé a trazar los lugares que quería visitar, cuáles eran los motivos y los factores que llevaban estas comunidades a vivir bajo tierra…

El primer capítulo es esta ciudad en Australia a la que llegué de manera fortuita y luego conscientemente elegí un país en cada continente. Quería que cada uno de los pueblos que visitara tuvieran una razón diferente por la cual deciden vivir bajo tierra. Esta ciudad en Australia tenía una razón climática. Luego decidí ir a España, al asentamiento de cuevas más grande de Europa que está en Andalucía. Ahí recorrí la región: seis pueblitos diferentes y una ciudad durante unas tres semanas. 

Ellos viven en casas cueva por una cuestión cultural, hace más de 500 años. El proyecto dio un vuelco increíble. Yo estaba acostumbrada a ver estas casas subterráneas del rojo desierto australiano y de repente llegué a España y entré a una cueva y las cuevas estaban cubiertas de cal y eran blancas. Imagínate una cueva, húmeda, con eco y con una temperatura super agradable. Muchas de ellas están cubiertas con  papeles murales increíbles y tienen fotos, ollas colgando, una decoración increíble. Visualmente es maravilloso.

Tamara Merino – Underland Australia

Entonces hice lo mismo: conocer a la gente, empezar a documentar su vida cotidiana, su relación con la tierra, de qué manera impactan al medio ambiente, y qué sienten ellos al vivir de esta manera. Me di cuenta de que estas comunidades están súper orgullosas. Sus abuelos, sus padres, sus bisabuelos nacieron de esta manera. Dicen: «Nací en las cuevas y voy a morir en ellas». 

Hay dos teorías de por qué hay cuevas allí. Una cuenta que al construir el Palacio de la Alhambra, los árabes musulmanes trajeron esclavos del norte de África para construirlo, que a su vez buscaron un hogar en las montañas aledañas al castillo para quedarse. Estos esclavos trajeron la tradición de las comunidades trogloditas del norte de África en las que vivían. Hay otras teorías que dicen que en las cuevas datan de muchísimo antes y que vivían ahí también por razones religiosas. Los gitanos que también tienen estas costumbres nómadas, comenzaron a habitar estas cuevas e increíblemente el baile tradicional del flamenco nació en estas cuevas hace más de 500 años. 

Tamara Merino – Underland Australia

Al habitar las cuevas, ¿qué sentiste? 

Me empapé de la oscuridad de las casas subterráneas y mis ojos se adaptaron rápidamente a la oscuridad. Es como volver en el tiempo. Comprendí que las cuevas son nuestro primer hogar como seres humanos. De hecho, en la era paleolítica ocupamos las cuevas que ya estaban hechas y en los tiempos neolíticos empezamos a cavar cuevas para vivir. Hoy en día es esa misma razón de protección, de aislamiento, de hogar, la que nos ha hecho siempre continuar viviendo en cuevas. Es un poco volver a nuestras raíces.

Nosotros lo vemos como algo extraño pero la verdad es que el ser humano siempre ha buscado la protección y la sensación de seguridad. Aunque todos habitamos el globo de diferentes maneras, todos tenemos una fuerte relación con el medio ambiente que nos rodea. Siendo muy honesta, al principio fue algo que no podía comprender: ¿por qué decidimos vivir bajo tierra, siendo que yo personalmente siempre estoy buscando la luz, los lugares abiertos e iluminados? Pero la verdad es que esta ha sido nuestra manera de habitar el mundo desde tiempos prehistóricos. Es algo super natural. 

Ayahuasca Musuk

Tamara Merino – Underland Australia 

¿Y el tercer sitio? ¿Cómo llegaste a él? 

Después de  España me fui a Estados Unidos, concretamente al desierto de Utah, en donde vive una comunidad polígama y mormona. En ese momento había dieciséis familias y aproximadamente 150 personas. Hay dos o tres mujeres por familia y muchos niños:  algunos de los hogares tienen entre 12 y 25. Viven de esta manera porque creen que viene el apocalipsis, entonces esta roca los va a proteger de cualquier desastre natural. Esta comunidad también es cien por ciento sostenible con energía renovable, teniendo su propio sistema de paneles solares y un pozo de agua natural en la cima de la roca que provee a todas las familias de la comunidad. 

Bob Foster, el creador de esta comunidad en los años 70, soñó con que Dios le decía que fuera a buscar esta roca específica y que creara esta comunidad en donde iban a sobrevivir. Esta roca geográficamente queda un poquito sobresalida del terreno plano del desierto de Utah y la idea de crear estas cuevas es que nada las iba a poder destruir. La idea de esta comunidad polígama era que se pudiera procrear, procrear y procrear para armar esta especie de “arca de Noé”. 

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Tamara Merino – Underland Australia 

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Las casas las empezó a hacer él en los 70 con dinamita y por dentro son completamente diferentes a las de Australia y España. Les ponen madera por dentro y les hacen paredes cuadradas. Es como si entraras a una casa convencional, pero literalmente estás entrando a una cueva. Por fuera también hacen un frontis como de casa típica americana. Entonces está esta roca enorme en forma de media luna menguante y están estas 17 cuevas. Si tú miras afuera, ves esta roca gigante roja, imponente y este frontis de casa falso. Es súper  impactante visualmente. 

 

Ayahuasca Musuk

Tamara Merino – Underland Australia 

¿Hay un siguiente destino?

Si no hubiera sido por la pandemia, en 2020 yo tenía listo mi pasaje a Túnez en Matmata, en el norte de África. Es una comunidad que vive en cuevas, dentro de unos cráteres en el desierto. Ellos habitan ahí por razones religiosas hace más de 1000 años. El otro capítulo es en México y el otro, China. Ahí tengo estas primeras comunidades en cada continente. El proyecto va a tener aproximadamente 12 locaciones en diferentes partes del mundo, se ha ido publicando en National Geographic por capítulo. Apenas la pandemia lo permita, seguiré, con el objetivo de ilustrar la condición humana y la importante relación entre los seres humanos y el medio ambiente.