Cartilla Pedagógica

Capítulo 4

No hay nada más subversivo que el
nosotros, la idea de comunidad, la certeza
de que los saberes se construyen en
colectivo. Y es que los saberes son
entramados muy complejos de relaciones,
muchas de ellas ancestrales, y son el
núcleo de este tramado al que
nombramos comunidad, colectivo, región,
circunstancia, cultura.
EL LIBRO DE LOS SABERES

La ruta

En este momento vamos a crear imágenes a partir de las historias de la tradición oral de nuestro territorio.

Para lograrlo haremos las fotografías de las imágenes que hemos dibujado previamente, que están inspiradas en los relatos de las mayoras y mayores. Debemos recordar que es en el encuentro de nuestra imaginación con el relato escuchado cuando surge una nueva forma de ver y entender las historias. Es en ese espacio compartido donde nuestra forma de ver el mundo, nuestra historia personal, nuestras ideas y conceptos, nuestros sueños, todo lo que somos como seres alimenta lo que escuchamos en el encuentro. Es ahí cuando adaptamos las historias, cuando agregamos nuestra voz, ya sea para contarlas oralmente o en imágenes.

Nuestro objetivo final es valorar el diálogo de saberes y fortalecer un vínculo entre generaciones para ser protagonistas de nuevas formas de narración.

Recomendaciones

Diálogos

Este es el momento de empezar a hacer las fotos de nuestras historias. Pensemos en la posibilidad del encuentro y el diálogo que nos permite la cámara. Ella es una herramienta que puede acercarnos a otros; sin embargo, eso debe hacerse con respeto. Para ello debemos tener en cuenta lo siguiente:

1 / Antes de hacer fotos a una persona necesitamos su autorización.
– Invitamos a los personajes que queremos que participen en las fotos que vamos a hacer.
– Es muy importante que todos los personajes invitados acepten voluntariamente participar. Si no lo hacen buscaremos a otros.
– Vamos a contarles qué estamos haciendo, por qué queremos hacerle fotos a ellos y cómo van a ser usadas estas mágenes.

2 / Durante la sesión fotográfica es importante generar un vínculo con las personas retratadas, si no las conocemos previamente. Este vínculo que puede convertirse en una amistad, siempre debe construirse desde el respeto. El momento de la foto no se da únicamente al dirigir el lente y accionar el obturador de la cámara.
– Podemos mostrar los dibujos de las fotos que hemos imaginado, para que las personas sepan qué queremos hacer.
– Preguntamos si se sienten cómodas con esa propuesta o si tienen alguna idea diferente. Esta idea podría mejorar o completar lo que pensamos en un principio.
– Es importante dialogar, no tenemos que transformar totalmente nuestra idea, pero tampoco imponer sin argumentos. ¿Cómo lograr acuerdos?

3 / Además de esto, podemos pensar en la fotografía como una posibilidad de encuentro. Nos da la oportunidad de conocer a otras personas, de acercarnos a ellas, de hacer nuevos amigos y de conocer la forma de ver las cosas de los demás.

Cuando hayamos terminado el proceso y tengamos listos los productos finales, es muy importante mostrarles a las personas que hicieron parte y participaron, los resultados finales. En nuestro caso serán fotografías,

El mapa

La historia de la fotografía contiene múltiples palabras que denotan una forma muy particular de entenderla. Se habla de apuntar, disparar, capturar, tomar o sacar fotografías. Aquí procuramos tomar distancia de esas ideas y entender que la cámara no es un arma, es una herramienta que permite construir puentes o caminos de diálogo entre las personas.

Esas imágenes nos ayudan a recordar, les permite a otros conocer lo que no vieron por sí mismos, y, en el futuro, permitirán que otras personas viajen a través de su imaginación y de la mirada, hacia los momentos que aparecen en ellas. En ese sentido, podemos entender las imágenes como puertas, como medios para acercarnos a otras realidades e historias, a otros tiempos y posibilidades, no solo hacia el pasado, sino acaso lo más interesante, ellas pueden ser medios para imaginar el futuro.

Pensar y hacer las fotografías ha sido una excusa para escucharnos, para activar y alimentar las imágenes que nos acompañan desde siempre. También nos ha permitido acercarnos para encontrar caminos posibles para hablar sobre los temas que nos interesan. Al usar la fotografía y la imagen en su amplia expresión, podremos construir vínculos que nos conecten con otras personas, para que conozcan nuestras historias, resuenen con ellas y tomen algo de nuestra forma de ver y narrar el mundo para sí mismas. Debemos tener presente que la mirada nunca va solo en la dirección del que está haciendo las fotografías. Quienes están al otro lado de la cámara también observan, opinan y aportan, desde su perspectiva y con su voz. Por ello es importante mantener siempre abierto el diálogo y la posibilidad de co-crear, intentando encontrar caminos diferentes a la jerarquía de la cámara frente a la persona fotografiada o el contexto.

Para ser conscientes de esto podemos pensar en lo siguiente: cada vez que hacemos una foto tomamos una decisión. Elegimos, qué queda adentro y qué queda afuera. A qué le damos relevancia y a qué no. Por qué queremos que determinado elemento aparezca en nuestra imagen. Con ello definimos para qué y cómo funcionará esa imagen.

Pensar en esto nos permite entender que cuando hacemos fotografías de personas, el proceso implica un diálogo con ellas, una relación que se construye, en ocasiones en largos periodos. Es muy importante que todos sepan por qué y para qué se hacen las fotos y pedir autorización antes de hacerlas. También es importante devolver las imágenes y que las personas tengan acceso a ellas. Algunos de estos procesos pueden tardar más o menos tiempo, lo importante es siempre lograr que ocurra, que aquellos que participan, puedan tener los resultados de aquello en lo que decidieron hacer parte.

Mi ruta

Una vez tenemos claro lo anterior cada grupo va a hacer una a una las imágenes que le corresponden. Recordemos que ya dividimos el grupo en equipos (cap. 3) y que a cada equipo le corresponde una serie de imágenes para fotografíar. Para el desarrollo de este propósito tendremos dos jornadas de trabajo.

Al finalizar cada jornada, de manera ordenada descargaremos los contenidos creados en el equipo que dispongamos para ello.

Para alimentar nuestras historias, para seguir nuestras propias imágenes y darles fuerza, es necesario que la fotografía siga un proceso consciente que no apague las otras miradas.

Buscar en el mapa

Los miembros de cada equipo van a repartirse las labores y responsabilidades correspondientes al momento de hacer las fotografías: unos se van a encargar de dirigir a los personajes, otros de asegurarse que tienen todos los elementos necesarios, otros harán el detrás de cámaras.
Durante las dos jornadas de trabajo, vamos a completar las fotografías que componen nuestro storyboard o nuestra serie de bocetos.

Imaginar en San Basilio de Palenque

Bolívar - Colombia / 2020

Imaginar en Valle Bahía Solano

Chocó - Colombia / 2020

Imaginar en Santiago de Cali

Valle del Cauca - Colombia / 2020

Imaginar en Portobelo

Panamá / 2021

Imaginar en Livingston

Guatemala / 2021

Imaginar en Tocaña

Coroico - Bolivia / 2021

Imaginar en Montevideo

Uruguay / 2022