Una residencia de fotógrafas en Bolivia
Somos Warmi Photo, la primera colectiva de fotógrafas mujeres en Bolivia. Ahora estamos en diferentes lugares del país. Incluso, hay algunas que han migrado a otros países. El colectivo nace a partir de la necesidad de generar espacios más equitativos, desde nuevas narrativas, más diversas, en donde podamos mostrar y visibilizar nuestro trabajo como mujeres fotógrafas y generar redes de contactos en Latinoamérica.
Más allá de realizar trabajos fotográficos individuales y colectivos, generamos espacios de formación, como la primera residencia fotográfica y narrativa de género, identidad y territorio. Fue en 2019, presencial y solo de mujeres: 22 fotógrafas de 5 países de Latinoamérica que llegaron a Bolivia. Este año, debido a la pandemia, lo hicimos virtual, por lo que se sumaron fotógrafas que residen en Londres, en España, en Canadá, en México, Perú, Colombia, Argentina, Chile, Brasil.
Este año, lo particular de las residencias fue que quisimos tomar a modo de homenaje los estallidos sociales que hubo en Latinoamérica. Por eso se llamó ‘Existimos estallidos’. Lo hicimos un poco más inclusivo, desde el enfoque de las comunidades históricamente segregadas, como la LGBT.
Josefina Gonzalez – Ciudad Verde, Argentina
Hubo 34 residentes de diferentes países, tuvieron cinco tutoras y hubo una revisión de portafolios. En una semana de trabajo tuvieron talleres, seminarios, charlas y también hicieron la producción de sus trabajos. Al finalizar en la primera residencia realizamos una exposición itinerante, en cafés, en plazas, en tiendas. Pero este año como estábamos con la temática de los estallidos, pensamos en la toma de los espacios públicos. Desde la protesta, performance, intervenciones urbanas. Al finalizar, a todas las chicas las llamábamos a la acción.
Muchas de las mujeres realizaron sus intervenciones urbanas con sus trabajos y muchas hablaban desde temáticas personales, pero también bien globales, como el cambio climático, la sequía, el rol de la mujer en espacios políticos. También algunas hablaban de la resiliencia, la búsqueda de la esperanza, qué se espera de nosotras. Otras también hablaban sobre temas más coyunturales.
Parte de la propuesta de las residencias, es también generar lazos, redes de contacto. Uno de los temas con las que se cruzan las fotografías latinoamericanas es que no hay espacios para publicar sus trabajos. Los espacios ya están copados, generalmente con una agenda que no es tan diversa o no permite nuevas narrativas. Hemos buscado espacios para poder dar a las compañeras. Muchas tienen miedo de mostrar su trabajo, pero también se trata de romper ese techo de cristal. Por eso les presento algunos de los proyectos:
Josefina Gonzalez – Ciudad Verde, Argentina
Josefina González – Almagro, Buenos Aires, Argentina
Nació en 1992 en Buenos Aires. Estudió fotografía en la Escuela Argentina de Fotografía y en La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina. Participó del Festival de Fotografía de Valparaíso en el año 2015 y de varias exposiciones colectivas en Buenos Aires. Si bien su experiencia laboral siempre estuvo ligada a la fotografía de prensa, su producción personal fue mutando hacia una construcción mucho más introspectiva. La fotografía es su herramienta para intentar entenderse.
“El encierro producto de la pandemia COVID-19 puso en valor los espacios verdes dentro de las grandes ciudades. Además de haberse constituido como lugar de encuentro relativamente seguro, tienen un impacto positivo en la salud mental: las personas que viven en las áreas con espacios verdes son menos propensas a tener ansiedad o depresión, trastornos profundamente agravados producto del aislamiento.
Josefina Gonzalez – Ciudad Verde, Argentina
Aurea Itandehui Del Rosario Ramírez – Ciudad de México, México
Estudió la carrera de Comunicación y Periodismo. Ha tomado diversos cursos de fotoperiodismo, documental y cinefotografía; a lo largo de su carrera se centró en el fotoperiodismo donde empezó en medios independientes, a la vez, le llegó el gusto por el audiovisual para contar y realizar historias. Tiene la oportunidad de colaborar en una productora independiente de puras mujeres. Y actualmente colabora para el periódico El País en México como fotoperiodista.
Aurea Del Rosario, Garras de río (México)
Aurea Del Rosario, Garras de río (México)
Aurea Del Rosario, Garras de río (México)
“Esta serie de fotografías no sólo quiere reinterpretar sentires, si no, denotar que tanto mujeres como cuerpos de agua son extraídos física y emocionalmente por otrxs. Donde su uso es para un beneficio, sin embargo, el río que en esta circunstancia nace e inicia es arriba, en las montañas, recorre paisajes verdes para terminar en un canal de agua negras, donde el entorno humano lo ha dejado seco. De esta forma, los sentires de nosotras muchas veces son similares, podemos estar arriba emocionalmente e impetuosamente nos hundimos, aún así tratamos de flotar y fluir, no estancarnos.
Quienes han sido retratadas en estás imágenes, son mujeres que resisten en sus entornos, donde en su cotidiano mantienen una fuerza dentro de un país violento; igualmente se ha retratado la fuerza del río reflejado en la Magdalena Contreras; uno de los últimos cauces que vive en la Ciudad de México.”
Aurea Del Rosario, Garras de río (México)
May González – Cuenca, Ecuador
Licenciada en Comunicación y Periodismo, Ecuador, 2020. Fotografía, Gimnasio de Arte y Cultura, México, 2020. Participación de portafolio: V Festival de Cine Etnográfico de Ecuador en la categoría Auto Representación, Fotógrafas Latam en la categoría Mediación biográfica. Exhibiciones: AULA (2020), Encuentro Fotografía+ intervención + cuerpo, Univalle (2020), Too Tired for 2020 (2020). Publicaciones: Photocrew Memoria Histórica, 2019.
“El cuarto de mi madre tiene su belleza, es un imaginario verde. Las estampitas, los santos y las vírgenes la acompañan, la rodean. Tres generaciones de mujeres se levantaban a rezar antes de ella, me dice que nació con el catolicismo y con la sumisión; pero que ella transgredió. La Madre dolorosa es una serie teñida de verde, en donde mi madre me cuenta cómo su percepción del aborto supera los espectros de la tradición religiosa.”
May González / La Madre dolorosa (Ecuador)
May González – Cuenca, Ecuador
Licenciada en Comunicación y Periodismo, Ecuador, 2020. Fotografía, Gimnasio de Arte y Cultura, México, 2020. Participación de portafolio: V Festival de Cine Etnográfico de Ecuador en la categoría Auto Representación, Fotógrafas Latam en la categoría Mediación biográfica. Exhibiciones: AULA (2020), Encuentro Fotografía+ intervención + cuerpo, Univalle (2020), Too Tired for 2020 (2020). Publicaciones: Photocrew Memoria Histórica, 2019.
“El cuarto de mi madre tiene su belleza, es un imaginario verde. Las estampitas, los santos y las vírgenes la acompañan, la rodean. Tres generaciones de mujeres se levantaban a rezar antes de ella, me dice que nació con el catolicismo y con la sumisión; pero que ella transgredió. La Madre dolorosa es una serie teñida de verde, en donde mi madre me cuenta cómo su percepción del aborto supera los espectros de la tradición religiosa.”
May González / La Madre dolorosa (Ecuador)
May González / La Madre dolorosa (Ecuador)
Mercedes Cotolí – Misiones, Argentina
Se formó como Diseñadora de Imagen y Sonido (Universidad de Buenos Aires). Asistió a clínicas con Adriana Lestido, Valeria Bellusci, Juanita Escobar y Shen Wei. Enseña fotografía en la Escuela 394, en Misiones y en 2019 obtuvo la Beca Formación del Fondo Nacional de las Artes (FNA). En 2020, la serie Barrerito obtuvo una mención en el Concurso Nacional de Artes Visuales del FNA y fue finalista en Sony World Photography Awards y el IWPA. En 2021 fue publicada en Black and White Photography Magazine.
Mercedes Cotolí – Misiones, Argentina
«Visité a algunas mujeres de la colonia El Barrerito. En estos días hablamos del presente, el agua y los sueños. Los sueños de agua. Me compartieron sus sueños y encontré que había algo en común: todos eran sueños de río. Las retraté a ellas y a sus ojos de agua. Los bananos quemados por la helada reciente, las mangueras que atraviesan pozos y cultivos con agua que escasea durante la sequía, cada vez más frecuente. Los charcos en la tierra que deja la tormenta. El arroyo, cada vez más bajo. Este trabajo intenta exponer el problema que existe hoy con este recurso tan vital y que nos hicieron creer infinito pero también es un homenaje a ellas, a sus sueños y al río”.
Mercedes Cotolí – Misiones, Argentina
