Ayahuasca Musuk
Entrevistas
David Pinzón Cadena
Colombia -
noviembre 12, 2021

La música de nuestras fotos

Hace 6 años, el músico David Pinzón Cadena tomó la “decisión política” de no volver a hacer música por dinero. Después de una larga carrera como compositor para programas de televisión, profesor y productor musical, decidió volverse completamente coherente con su idea de arte.

Aprendió de manera autodidacta a tocar varios instrumentos desde los 14 años. Al salir de su casa enseñó música a otros para sostenerse. Al poco tiempo otros músicos lo invitaban a escuchar, le pedían su opinión y luego él terminaba dirigiendo las grabaciones. Así se convirtió en productor musical, sin saberlo ni terminar de comprenderlo del todo.

Con esta experiencia, a los 23 años creó una carrera de producción musical en un instituto y al poco tiempo empezó a componer para televisión. Dice que ahí descubrió las dos pasiones de su vida: “hacer lienzos sonoros y enseñar”. Aún ama estas dos pasiones, pero las asume de manera completamente diferente a aquel entonces. Está componiendo su propio Requiem y tiene una serie de obras en desarrollo que van creciendo. Además ha trabajado en colaboración con otros artistas: hizo la banda sonora de Dulce y salada, el proyecto de Jorge Panchoaga, y también la música de un video para el proyecto Las dos hebras, de Juno June, entre otros.

Señales de vida | OST June Juno, Las dos hebras

June Juno – Las Dos Hebras

June Juno – Las Dos Hebras

Señales de vida | OST June Juno, Las dos hebras

 

¿Cómo entiendes el arte?, ¿hasta qué punto se puede desligar de los circuitos y de la industria?

Para mí, y eso es una posición política que no busco venderle a nadie, todos los seres humanos tenemos la responsabilidad de asumir nuestra vida y de conseguir los medios para subsistir:  eso lo puedes hacer vendiendo empanadas. El arte no tiene que ver necesariamente con el oficio o con el lucro, para mi es una conversación entre el artista y Dios (o el universo, gran espíritu, lo que quieras) íntima y privada. El arte es un vehículo, o sea, es algo en lo que te montas y te vas a explorar el universo.

Jorge Panchoaga | Dulce y Salada OST

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Jorge Panchoaga | Dulce y Salada

Jorge Panchoaga | Dulce y Salada OST

Jorge Panchoaga | Dulce y Salada

 

Llegó un momento en que me pregunté qué estaba haciendo yo con ese vehículo y me di cuenta de que me sentía como un conductor de taxi. Esta es una pelea interna a veces no tan secreta de muchos artistas, la mía finalmente se resolvió cortando por lo sano: era una cuestión de entender mi tiempo vital.

Pero entonces, ¿cómo haces que otros conozcan tu creación?

Cuando hacía música para televisión me esforzaba muchísimo en cumplir las expectativas de mi cliente, eso hace parte del profesionalismo. Aún así  procuraba poner un sello estético y mandar un mensaje encriptado. Mi obra comercial tiene un mensaje oculto del que me enorgullezco mucho,  fue muy gratificante que lo reconocieran y que la gente se conectara con ello. Cuando producía artistas trataba de ser lo más consistente con eso. Después del 2015 he seguido produciendo y creando obra para terceros, pero sin interés económico. 

Llevo 25 años dedicado a la música y siento como si acabara de empezar. Las mejores cosas aún se van a tardar y no tengo afán. Hago música todos los días, pero siento que aún no está lista. Es como cuando uno tiene un sueño muy lindo, con montañas, ríos y pájaros que nadie ha visto, y al despertar uno se propone dibujarlo… pero no sabe dibujar. Entonces se toma 20 años aprendiendo a dibujar para por fin un día hacerle justicia a ese sueño. 

 

Es muy interesante poner eso en términos de imagen.

Para mí es así: ni la música, ni la literatura, ni siquiera la pedagogía tienen forma en la que se puedan diferenciar unas de otras en el plano en donde son originadas. Se diferencian aquí en este plano en virtud de nuestros sentidos y de cómo funciona nuestra mente. Tú dices poesía, pintura, música, pero en su fuente originaria son informes, ninguna de ellas se distingue de esa manera.

En el lugar de donde vienen son unidades y tú las puedes convertir en lo que quieras. En mi experiencia personal y en lo que he podido investigar uno entra en contacto con eso y es su trabajo personal decidir en qué lo traduce. Algunos de los textos que escribo para mi labor pedagógica también vienen de allá.

La decisión de desarrollarlo visualmente o musicalmente es de este plano, pero en esencia no tiene ninguna diferencia y un compromiso con el arte es un compromiso con todo el arte.

 

Pones en el mismo plano de la poesía y la música, a la pedagogía, ¿por qué?

Para mí la pedagogía es uno de los actos más elevados de servicio que puedo hacer. Cuando hablo de servicio me refiero a la expresión de lo que verdaderamente somos. Con la pedagogía pasa algo muy lindo y es que tú le estás dando algo muy valioso a alguien: información. La información puede cambiar, diseñar o destruir la vida. Y para poder enseñar hay que ser coherente, ahí volvemos de nuevo a la política.

 

 

 

 

Jorge Panchoaga | Dulce y Salada

¿Cómo entiendes la política?

Política en el sentido de tener unos principios o planteamientos desde los cuales te diriges al mundo. Yo soy un ser político en la medida en que mi vida es coherente con esos principios. No se trata de ser inflexible.

Respecto a la música que hiciste para la obra de Jorge Panchoaga, ¿cómo fue el diálogo? Es decir, ¿es posible que haya comunicación entre estos dos mundos (el de Jorge y el tuyo) de dónde para ti provienen las obras?

Sí, totalmente, es lo mismo que pasa cuando uno se casa con alguien, cuando hace el amor con alguien. O lo que debería pasar. Reconozco que desde el contexto de esta entrevista puede parecer que lo que estoy diciendo es muy ermitaño. Pero no. Voy a hacer la aclaración, no uno se está desconectando; al contrario, se está conectando, abriendo con todo el mundo. Jorge está en un proceso impresionante como artista, está viviendo sus etapas y hace unas obras muy poderosas, pero él no sabía qué estaba haciendo. Siempre lo ha dicho, cuando inició Dulce y Salada empezó a recoger material y a vivir experiencias, su forma creadora es generar una explosión de vivencias y luego tratar de entenderlas.

Así llegó a mí, con 10 años de no sé cuántas horas de grabaciones. Me sumé a ese boom caótico y lo que hicimos fue que él me pasó un banco de sonidos y diseñamos un workflow. Eso es casi tan valioso como la obra misma. Él quería expresar lo que sentía estando en una población sobre la inmensidad del agua, la vida, la muerte, la naturaleza, los ciclos en las estrellas, la miseria humana, la pobreza, el dolor, el sufrimiento. Todo lo que él había visto y vivido durante su trabajo.

Así que escogí los sonidos, creé los resonadores, se usaron grabadoras de cintas, y pasé los sonidos por una serie de filtros, se crearon ecos. Diseñé cuatro resonadores y pasamos los sonidos por ahí. Son tomas únicas, están interpretadas en vivo y luego fueron editadas un poquito. 

 

 

 

Jorge Panchoaga | Dulce y Salada

Jorge Panchoaga | Dulce y Salada

Jorge Panchoaga | Dulce y Salada

¿Y cómo fue el trabajo con Juno para Las dos hebras?

Sentí la obra de ella como una búsqueda interior sobre qué somos: si somos los que heredamos o dónde aparecemos. Ella mandó a secuenciar su ADN  y me envió los resultados. Yo escogí una serie de notas y las asigné aleatoriamente a esa secuencia. Hicimos unas capas y entonces cuando empiezas a escuchar la música, se va escuchando una nota que va haciendo una secuencia. Luego aparece otra capa que es la otra secuencia. Cuando todas las 12 capas suenan simultáneamente al repetirse forman unos mandalas sonoros impresionantes, hermoso.

 

 

 

 

 

 

 

Conoce más del trabajo de David Pinzón en https://soundcloud.com/davidpinzon