Las señoritas en Sierra Nevada de Santa Marta
“Desde la década de los 60 y hasta los 80, un variopinto grupo de entusiastas Señoritas, llamadas así por los indígenas ikʉ (arhuaco) y kogi, se adentró en la Sierra Nevada de Santa Marta y entregó su vida a la revolución social: una revolución sin armas, pero armada hasta los dientes de amor, curiosidad y sueños.”
Juan Sebastián Zapata conoció la historia de Las Señoritas, mujeres pertenecientes a la Unión Seglar de Misioneras (USEMI) en medio de una investigación antropológica. El trabajo que ellas realizaron, aunque poco conocido, fue muy importante: siguiendo las enseñanzas de uno de los fundadores de USEMI, monseñor Gerardo Valencia Cano y firmes a los principios de la doctrina social de la iglesia, tuvieron un papel fundamental en el desarrollo organizativo actual de la comunidad arhuaca pero también de la conservación de sus costumbres, la educación y la salud.
Juan Sebastián Zapata, sociólogo y antropólogo, Daniela Rocha, psicóloga clínica y jurídica, Santiago Dussan, artista, y Daniel Velásquez, cineasta, se unieron para investigar y contar la historia de Las Señoritas en la Sierra. En este momento están en la etapa de posproducción de un largometraje documental que pretende contar una buena parte de la historia y dar a conocer a estas mujeres y su labor. Para todos aquellos que quieran conocer un poco más y apoyar esta iniciativa, el equipo lanzó una vaki.
¿Cómo llegaron a esta historia?
Juan Sebastián: llegué a la Sierra en 2015 como pasante de sociología con la organización indígena kankuamo y rápidamente quedé encantado. Los kankuamo viven en la vertiente suroriental de la Sierra y encima de ellos viven algunos indígenas ikū (arhuacos). Para la maestría en antropología, decidí hacer una tesis sobre cómo se organiza esta sociedad actualmente. Indagando por las transformaciones sociales es evidente la influencia de los misioneros capuchinos, quienes cometieron mil y un errores pensando que lo que estaban haciendo era lo mejor para los indígenas.
Así me enteré de que hubo una misión muy diferente: la Unión Seglar de Misioneras (USEMI) y vi una veta interesante para investigar, porque además es bastante desconocida. Así que nos reunimos en un equipo interdisciplinar muy interesante conformado por Daniela Rocha, Santiago Dussan, Daniel Velásquez y yo
La foto sostenida fue hecha por Yezid Campos.
¿Entonces qué era esto de las Seglares misioneras?
Daniela: USEMI estaba conformada por misioneras que fueron educadas por Monseñor Gerardo Valencia Cano, un obispo que trabajó en Buenaventura y fue uno de los fundadores de la Unión. Él se basaba en la doctrina social de la Iglesia para trabajar con la gente. Así, en lugar de buscar “llevar la palabra de Dios” a los territorios, lo que hacía era reconocer en la pobreza una serie de valores cristianos que llevan a la entrega. A partir de ese pensamiento comenzó a conformar un grupo y a tener misiones en diferentes partes de Latinoamérica. A la Sierra llegó un grupo de mujeres invitadas por los Capuchinos, que no sabían a quiénes estaban llevando.
Para la época había una particularidad importante y es que ellas eran mujeres solteras, pero no eran monjas. Era una situación rara y por eso en las comunidades las empiezan a llamar Las Señoritas, el nombre que elegimos para el documental. Ellas duraron 20 años en la Sierra trabajando con los indígenas.
Teniendo en cuenta la época y sus condiciones, ¿qué tipo de mujeres eran Las señoritas? ¿Quiénes podían ser laicas, solteras e irse de misión a lugares como la Sierra?
Juan Sebastián: USEMI estuvo formada por dos tipos de mujeres bien particulares: las de familias pudientes con una ética católica del servicio y mujeres de origen popular que tenían afinidad con esa visión misional de entrega a los pobres. Monseñor Valencia, según cuentan, tuvo una claridad y lo que hizo al comienzo fue apuntar a mujeres de familias católicas que económicamente pudieran permitirse ir a la selva.
Daniela: hemos encontrado que una parte de ellas provenía de familias paisas importantes de la época. En una entrevista, salió hace poco que Noél Olaya, uno de los pensadores de USEMI, les hablaba de ‘ateísmo cristiano’, algo que estamos entendiendo, pero que al parecer hacía referencia a cómo mantener los valores cristianos de entrega, pero no necesariamente una deidad específica.
En otros lugares la Iglesia, con esa doctrina social, tuvo un papel importante de apoyo a procesos organizativos étnicos. ¿Las Señoritas tuvieron algún papel semejante en la Sierra?
Juan Sebastián: la primera señorita que llegó a la Sierra lo hizo como funcionaria de Asuntos Indígenas y no como misionera seglar. Luego empezó a traer a USEMI. Desde ese doble rol, ella fue la interlocutora con el Estado. La labor de USEMI con el Incora para la constitución de la Reserva Arhuaca fue fundamental. Ellas eran el puente de comunicación.
Ustedes han contado en sus redes que tienen mucha información recolectada entre eso un gran archivo fotográfico. ¿Cómo han pensado hacer el documental?
Daniela: este documental mezcla lo audiovisual, lo antropológico y lo psicológico. Recopilamos 1200 fotos del archivo de USEMI, tenemos documentos, cartas, cartillas, libros, además de 45 casetes con grabaciones tanto de reuniones importantes con el gobierno y con personas muy importantes hasta noches de cantos y guitarra. Queremos transportar a los espectadores a esa época mientras narramos el reencuentro de la comunidad ikū actual con USEMI, porque a pesar de su importancia hay mucho silencio alrededor.
Finalmente queremos mostrar cómo ha sido para nosotros este proceso de recopilar el archivo, entrevistar a Las Señoritas que aún viven y a indígenas de la zona. Queremos que esas tres líneas se unan en una gran trenza, permitiendo al espectador ser un participante activo de la historia.
Juan Sebastián: ha sido difícil por la cantidad de información que tenemos. En esa época y por las distancias, se comunicaban con cartas, nosotros tenemos la producción intelectual de 20 años de un grupo grande de personas. Era como su whatsapp, se contaban cosas como que “el jean que le compré a fulana le quedó grande”, o “ el obispo de Valledupar nos está diciendo que lo que hacemos es actividad guerrillera”.
Daniela: sí, en este momento estamos depurando la información y hemos descubierto unos puntos de tensión, como: ser mujer y trabajar en la realidad Colombiana de los 60, teniendo en cuenta también la cultura indígena; todo el asunto de la persecución política y la forma en que tuvieron que salir. Ellas impulsaron a los indígenas a hacer frente a los capuchinos y a buscar que salieran de la Sierra, pero en el proceso ellas también tuvieron que salir porque eran misioneras.
Para todos aquellos que quieran apoyar este proyecto la vaki sigue abierta. Sin duda se trata de una investigación profunda sobre una parte de la historia poco conocida, probablemente eso se deba a la época, al lugar donde Las Señoritas actuaron, y a que ellas eran mujeres en un momento en el que un trabajo así difícilmente se llevaría a cabo.