Entrevistas
Ricardo Miguel Hernández
Cuba -
octubre 20, 2023

La movilidad de las imágenes

Ricardo Miguel Hernández es un fotógrafo y artista visual cubano que trabaja desde la fotografía, el videoarte, la instalación y el cine. Pese la versatilidad del uso de la imagen en su praxis, mantiene un gusto muy marcado por la imagen fija y especialmente por el collage contemporáneo, un recurso expresivo central en su trayectoria artística. El gesto del montaje, es decir, la selección, el corte, la mutilación de las fotografías, la yuxtaposición de elementos, el juego de construcción de sentidos y metáforas, evidencia la rebeldía de las imágenes y el carácter de manipulación de la representación del fotocollage. La libertad de la creación, conducida por el humor y la ironía típicos de este lenguaje, prestados de las vanguardias artísticas europeas como el constructivismo, el cubismo, el dadaísmo y el surrealismo, que le dieron fuerza y notoriedad a la técnica en el siglo XX, están muy presentes en la obra del artista.

Por Maíra Gamarra

Fotografías ya olvidadas, muchas veces desechadas, vuelven a la circulación a partir de su trabajo. Hernández rescata, recopila y colecciona imágenes de tiempos pasados, que ahora recorren otros caminos, creando nuevos vocabularios y composiciones visuales que replantean la historia de Cuba y de su pueblo. Historias personales de ilustres desconocidos en contrapunto a los grandes hitos cubanos vuelven a ganar vida en la acción casi performática emprendida en la construcción de cada pieza que constituye estos discursos visuales elaborados meticulosamente. 

Partiendo del documento fotográfico, el autor expande la noción del archivo y sus usos, amplía su significación, juega con la ilusión de la verdad de la imagen y su sacralidad. En su obra, deconstruir y reconstruir imágenes, significados y memorias se vuelven operaciones de repetición sistemática, un ejercicio constante de reimaginación que reposiciona no solamente trozos, pedazos y elementos gráficos pero también las lógicas tradicionales y hegemónicas, los códigos de la representación, desestabilizando sus signos y proponiendo nuevos montajes que algunas veces refuerzan sus sentidos originales, otras veces los subvierten o contraponen; de todas formas, la principal función es la reordenación de los sentidos desde la fragmentación, la hibridación y la restitución del poder a las imágenes.

 

Ayahuasca Musuk

Epifanía

Tu trabajo está centrado en la ambigüedad de la memoria histórica, política, social y familiar, que utilizas para la reconstrucción de los recuerdos y la rememoración de la historia cubana. ¿Qué es lo que te interesa discutir con tus imágenes?

La historia de Cuba es, como lo veo yo, más allá de los relatos históricos conocidos y establecidos legítimamente, una historia llena de contradicciones, ficciones y hechos ocultos, que siempre está disponible para ser llenada desde nuevos relatos: relatos verídicos y en muchos casos también ficticios. 

Decía Alfons Cervera que “La historia se construye sobre la base ineludible de la verdad de los hechos que relata. Pero a veces la historia también se construye con los añadidos de la memoria. Y la memoria, también lo sabemos, es la suma de la exactitud e inexactitud de los recuerdos”. Es allí, en la inexactitud del recuerdo, donde me interesa construir nuevas narraciones. 

La memoria es continente de recuerdos, más o menos organizados, que almacenamos allí y que olvidamos o guardamos según nuestras prioridades y deseos. En mis obras trabajo desde esa flexibilidad entre historia y memoria; en ese vaivén que se mueve entre un hecho real, comprobable, un recuerdo familiar o una escena social, y la nueva construcción histórica que le otorgo a esa memoria rescatada. Intento crear una atmósfera donde la realidad y la ficción se complementen, más que tensarse. Es como una poética del extravío.

Ayahuasca Musuk

Land!

¿Cómo eliges las imágenes en las que vas a trabajar? 

Poseo un gran archivo fotográfico que he ido conformando desde hace años. Eso me permite tener numerosas opciones para elegir las imágenes que quiero trabajar. Muchas veces tengo planteada, en pequeños bocetos, la obra que quiero hacer y el tipo de imagen que quiero manipular. Es cuestión de buscar una fotografía que se acerque lo más próximo a lo que tengo pensado. Otras veces simplemente observo una y otra vez las fotografías hasta que surge una idea. Una foto puede estar guardada durante mucho tiempo y cada vez que la veo puede aparecer algo que no había notado la vez anterior. Ese “algo” me puede llevar a realizar una obra. Otras veces las fotografías están allí, esperando que aparezcan otras fotos y las complementen. 

Las fotos las voy adquiriendo a través de compras en mercadillos de anticuarios, de familias que me las venden, de amigos que me las regalan, incluso de fotos que me encuentro tiradas en la calle o en la basura. Todas son interesantes. No importa si están rotas o sucias.

Ayahuasca Musuk

Sin título

El collage es un arte insurgente que interroga las nociones de representación, originalidad, posesión, propiedad y autoría en la fotografía, por eso mismo parece todavía sufrir con el estigma de ser un arte menor, por utilizarse de imágenes creadas por unos y apropiadas por otros en contextos diferentes de los cuales han sido creadas. ¿Crees que la percepción de esta técnica ha ganado nuevos contornos?

El collage, sin duda alguna, es la manifestación más auténtica del siglo XX y ha influido sobre otras manifestaciones como el cine, la televisión, la literatura, la publicidad y la música. Es así de importante la noción del collage. En las artes visuales tuvo su máximo esplendor a principios del siglo XX con las vanguardias. Ha estado presente en la obra de grandes artistas plásticos a través de la historia. El collage en sí mismo no requiere de rigor técnico ni de oficio como sí lo tiene la pintura, la escultura, el grabado y la misma fotografía. Para pintar necesitas conocimientos de dibujo, dominio de la paleta de colores y composición, entre otras cosas. Para hacer un collage no hace falta un oficio como tal, solo aprender a recortar… si acaso. Como es una técnica a la cual se puede acceder fácilmente, hay un sinfín de collages faltos de energía, de contenido, de emoción. Una superposición sin sentido y excedida que no lleva a ninguna parte. Encontrar verdaderos trabajos realizados en collages es una gran tarea. No obstante, se pueden hallar muy buenos trabajos de artistas contemporáneos con miradas bastante agudas; obras con un alto contenido político como las de Martha Rosler y Alfred Tarazi o collages que discursan sobre identidad, género, raza y decolonialidad como Chelle Barbour, Frida Orupabo y Giana De Dier. Incluso dentro de la industria musical, la portada diseñada por el artista Fred Hidalgo, del séptimo álbum “Recipe for hate” (1993) del grupo de punk rock Bad Religion y la portada del álbum “Insomniac” (1995) de la también banda de punk rock Green Day a cargo del artista Winston Smith, son verdaderas joyas visuales.

Ayahuasca Musuk

Sin título

A lo largo del tiempo has realizado distintas series que tocan a diferentes temáticas y momentos de tus investigaciones y experimentaciones artísticas. ¿Nos puedes contar un poco acerca de estos procesos? ¿Cuáles series te parecen más representativas de tu obra?

La columna vertebral de mi trabajo es sin duda alguna la fotografía. Está en las series fotográficas tanto analógicas como digitales, en mis videos y desde hace pocos años atrás en mis collages. Y es en estas series de fotocollages analógicos Cuando el recuerdo se convierte en polvo y Esto no es una historia de amor donde empiezo a trabajar con la materialidad del papel fotográfico, cortando, rasgando, componiendo, yuxtaponiendo. 

Esto no es una historia de amor (2018-2023), una pieza que trata sobre la historia y la memoria del sujeto cubano a partir de la puesta en valor del archivo fotográfico. En esta obra solo me interesa trabajar con los Lobbycards -pequeños pósters de películas que se ponían en las marquesinas de las salas de cine para anunciar las tandas cinematográficas- y con fotos de los años cuarenta al sesenta. Monto retratos fotográficos de personajes anónimos o no, polaroids de viajeros, ambientes familiares y escenas sociales a las escenas reproducidas en estos lobbycards correspondientes a los géneros del melodrama, el western y el thriller.

Ayahuasca Musuk

Serie: Esto no es una historia de amor.

En Cuando el recuerdo se convierte en polvo (2018-2023) me he propuesto desbordar los límites de la práctica artística fotográfica para asumir una operatoria transdisciplinar e híbrida dirigida hacia el rescate, reformulación, expansión y resemantización del archivo encontrado. Concibo la imagen como una idea en construcción. Para ello parto de un interés por todo aquello que excede los límites de la fotografía como técnica y concepto: desde cómo se muestra, cómo se percibe y cómo se consume. Me apropio de un testimonio archivístico residual, empolvado, lo clasifico y manipulo a conciencia, expando su matriz conceptual y elaboro meticulosamente nuevas metáforas artísticas, yuxtapuestas, ensambladas, mutiladas: donde no pretendo disimular las huellas residuales del tiempo.

Ayahuasca Musuk

De pronto se escuchó la voz

Ayahuasca Musuk

Mariconá con el caimán dormido

En este instante tú apareces,  junto a Yenny Hernández, como curador de la muestra Come Together, exposición colectiva sobre collage que mezcla obras en fotografía, video, performance, fotocollage, collage digital e instalación y que está en exhibición en La Habana. Cuéntanos un poco más acerca de la exposición, la curaduría emprendida colectivamente y el discurso que ustedes están planteando. 

Trabajar a cuatro manos con Yenny Hernández en este proyecto curatorial ha sido todo un reto y un crecimiento para mí. Una experiencia enriquecedora en el sentido de que este es mi primer acercamiento crítico y con total compromiso en lo que a curaduría se refiere; y hacerlo con la guía y la asistencia de Yenny, que es una curadora y crítica de arte cubana sin igual, ha sido una ganancia total. 

Esta exposición viene a ser el primer paso dentro de un proyecto macro que desde hace algunos años venimos trabajando ambos de manera sostenida sobre la práctica del collage en Cuba. A raíz del levantamiento e investigación que hemos desarrollado, y el cual continúa, organizamos una primera muestra en la cual nos trazamos como idea curatorial mostrar cómo el collage ha sido asumido e interpretado por artistas cubanos de diversas generaciones y manifestaciones, a la vez que activar el interés en el escenario artístico y crítico cubano sobre el collage, que ha sido y sigue siendo una práctica ensombrecida y considerada menor dentro de la historiografía del arte en nuestro país.

Ayahuasca Musuk

Capa del catálogo de la exposición Come Together.

El criterio de selección de artistas y obras nos llevó a articular un muestrario tanto de generaciones, manifestaciones y profesiones, e hicimos énfasis en esto último porque nos interesaba muchísimo el componente literario en relación con el collage porque nos dimos cuenta que era un recurso constante para varios de los artistas como manera de redondear o componer, de forma crítica, la obra. Invitamos a escritores a formar parte de nuestra curaduría, quienes tienen obras en collage impresionantes y de una exquisitez notable, casi todas inéditas y desconocidas en nuestro país. Además, en nuestra intención de articular una muestra que en su esencia fuese comprendida como una suerte de mega-collage, nos propusimos exponer un abanico diverso en soportes y lenguajes estéticos que reafirmara también esa idea de collage desde la factura y la hechura creativa. En Come Together se pueden encontrar tanto obras realizadas a partir de la tradicional práctica del collage como otras que asumen lenguajes más contemporáneos entre los que están el fotocollage, el ensamblaje, el video-collage y el collage digital.

Ayahuasca Musuk

Artista: Nelson Barreda

¿Cómo es la recepción del arte del collage en Cuba?

Desde mi experiencia como artista cubano que desde hace algunos años he estado inmerso en el complejo y curioso universo del collage, puedo comentarte un poco sobre su comportamiento en Cuba, el cual es prácticamente nulo y sin apenas respaldo teórico o estudios académicos. Precisamente, Come Together es una exposición que nos ha permitido dar el primer paso para revalorizar y visibilizar nombres y estéticas valiosas dentro del arte cubano en lo que a práctica y discurso sobre collage se refiere, por la ausencia de estudios, exposiciones, proyectos editoriales o textos especializados que hay en nuestro país al respecto. Hemos identificado una vasta lista de artistas que en algún punto de sus carreras han abordado el collage pero son obras que han permanecido a la sombra, y muchas veces no es siquiera por falta de solidez estética y crítica de la pieza, sino porque no se le ha prestado la suficiente valía al collage. En Cuba hay muchos artistas que han trabajado y explotado el collage y no se conocen esas líneas de creación dentro de sus carreras, también por ello que consideramos, a partir de la recepción del público y de la crítica especializada que se acercó a Come Together, que esta muestra despertó intereses dormidos, activó luces no solo en artistas sino también en críticos y curadores. Y esa es para nosotros una de nuestras mayores ganancias, la de haber logrado encauzar y desarrollar una muestra, que hiciera ruido en el escenario artístico cubano.