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abril 08, 2022

Afro surrealismo

Hiro Murai, director de varios episodios de Atlanta, define la serie como un “sueño febril”. Esta comedia cuestiona y critica los estereotipos que rodean a la población afroamericana con una estética y una ética afro surrealista. 

En 1974, Amiri Baraka acuñó el término ‘afro surreal’ en la introducción del libro El arca de huesos y otras historias de Henry Dumas. Lo usó para describir la capacidad de Dumas de crear un mundo diferente conectado orgánicamente a este. En 2009, D. Scot Miller publicó el ‘Manifiesto afro surreal’ en el que reconoció la unión con el movimiento del  surrealismo, pero enfatizó en su fuerte relación con el movimiento de la Negritud y los movimientos artísticos negros. Estos dos reivindicaban el derecho de la gente negra a definir sus propias identidades, derechos y culturas a pesar de la influencia del colonialismo y las injusticias denunciadas por el Movimiento por los Derechos Civiles. Si el afrofuturismo, dice Miller, está enfocado en el futuro, el afro surrealismo se interesa por el presente y visita el pasado “con ojos nuevos”.

El afrosurrealismo ha resurgido en medio de nuevas formas de violencia, especialmente la policial en Estados Unidos. Scot Miller dice que se trata de ser irreverente, de reaccionar con el absurdo ante una situación absurda, pero, sobre todo, de traer el sueño, la fantasía y la maravilla para imaginar formas de transformar la realidad. 

Puedes ver esta corriente artística en películas como Sorry to bother you, Get out o series como Atlanta. Todas ellas tienen un contenido político fuerte, de crítica a la situación actual. 

 

Puntos principales del Manifiesto Afro Surrealista

En 2009, D. Scot Miller publicó “Black is the new black. A 21st century manifesto” un  manifiesto afro surreal. El epígrafe era una cita de Frida Kahlo: “Yo no soy surrealista. Simplemente pinto lo que veo”.

En su texto, Miller identificó el origen del término afro surreal en la introducción que escribió Amiri Baraka en 1974 del libro El arca de huesos de Henry Dumas. 

Miller sigue al poeta senegalés Leopold Senghor cuando dice que la diferencia entre el surrealismo europeo y el africano es que este último es místico y metafórico y no empírico. Pero además, es revolucionario. A diferencia del Afrofuturismo, el afro surrealismo habla del aquí y el ahora, ve el pasado con otros ojos y se interesa por describir “las reacciones, genuflexiones, giros y cambios inesperados del “oscurecimiento” (browning) que ha producido la civilización Occidental, blanca, heterosexual, masculina». 

 

El Manifiesto tiene 10 puntos: 

  1. La emergencia de mundos desconocidos es evidente en el trabajo de: el artista visual afrocubano Wilfredo Lam o en la obra de Jean-Michel Basquiat; en la música de Roscoe Mitchell o DOOM; en los textos de Henry Dumas, Victor Lavalle y Darius James. La influencia proviene de Frantz Fanon, Jean Genet, Reed y Zora Neale Hurston, Chester Himes y William S. Burroughs.

  2. El afro surrealismo asume que hay un mundo invisible que quiere manifestarse y es el trabajo de los artistas revelarlo.
  3. Los afro surrealistas restauran el culto al pasado, lo observan con ojos nuevos y reintroducen la locura en esa revisión. Retoman a símbolos como Kara Walker y Yina Shonibare.
  4. Los afro surrealistas usan el exceso como el único medio legítimo de subversión, y la hibridación como una forma de desobediencia. Un ejemplo son los collages de Romare Bearden y Wangechi Mutu, la prosa de Reed, la música del Art Ensemble de Chigago y el Antipop Consortium. Los afro surrealistas distorsionan la realidad para lograr impactos emocionales como 50 Cent, pero también Walter Benjamin.
  5. Los afro surrealistas persiguen el rococó: la belleza, la sensualidad, la fantasía. Revisitan a Sun Ra, Toni Morrison, Ghostface Killa y Kehinde Wiley.
  6. La vida afro surrealista es fluida, llena de alias y clasificaciones que desafían los censos. Son ambiguos, se preguntan ¿soy blanco o negro?, ¿soy hetero o gay?

    Rechazan el servilismo silencioso que caracteriza a los roles tradicionalmente asignados a los afroamericanos, asatico americanos, latinos, mujeres y gente queer. Solo a través de la mezcla y cruce de esas categorías hay esperanza de liberación.

  7. Los afro surrealistas usan máscaras cuando leen a Leopold Senghor.
  8. Ambiguos como Prince, negros como Fanon, intelectual como Ishmael Reedm, dandy como André Leon Tally. Los afro surrealistas buscan definición en el absurdo del mundo posracial.
  9. En la moda, John Galliano y Yohji Yamamoto, y en el teatro, Suzan Lori-Parks, lo afro surreal busca los restos del postapocalipsis con un estilo dandi, una lengua suave y un corazón despiadado.
  10. Los afro surrealistas crean dioses sensibles para cazar a los bellos iconos derrumbados.