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María Magdalena Arréllaga
Paraguay -
diciembre 02, 2023

Aquidabán, el barco que padece junto al río Paraguay

Establecida en Brasil, la fotoperiodista paraguaya-americana María Magdalena Arréllaga se embarcó en el Aquidabán, un barco-mercado legendario que sube y baja el río Paraguay desde hace cuatro décadas, en un reportaje para el New York Times. El viaje y la inmensidad de las aguas que bañan los remotos y amenazados bosques y humedales del Chaco y del Pantanal paraguayos, le regalaron un retrato del país de sus ancestros.

Un testimonio de María Magdalena Arréllaga, recopilado por Miguel Vilela

Crecí escuchando historias sobre el Aquidabán y siempre tuve mucha curiosidad por este barco, que es como una entidad del Chaco. Poco antes de ir a Paraguay para cubrir las elecciones presidenciales de este año, junto con mis colegas pensamos que sería interesante contar la historia de este barco, que posiblemente dejará de funcionar pronto y que preserva una historia importante del país.

Decidimos subir al Aquidaban después de las elecciones para registrar un poco de su historia. Pasamos tres días a bordo, desde Concepción, una ciudad a orillas del río Paraguay donde comienza la jornada río arriba, hasta Baía Negra, en la triple frontera con Brasil y Bolivia, en el Pantanal. Luego regresamos, bajando río hasta Puerto Valle-Mi, antes de Concepción. El Chaco, en el norte de Paraguay, es una región con mucha historia y el río Paraguay, la frontera fluvial entre Paraguay y Brasil en la cual navega el Aquidabán, también lo es.

Ayahuasca Musuk

José Desvars, 60, el capitán del Aquidaban.

Humberto Panza, 52, el cocinero del barco desde hace 25 años. 

Ayahuasca Musuk

El gerente del barco, Alan Desvars, de 35 años, muestra los antiguos planos de construcción del Aquidabán en la oficina de los Desvars en la ciudad de Concepción, Paraguay.

En la tripulación hay personas que han trabajado en el Aquidabán durante más de 20 o 30 años. Ellos llevan consigo una historia muy rica también.

Mi abuelo es del Chaco y siempre compartió sus historias de la región. Hace tiempo que escuchaba historias de este barco, que sube y baja el río Paraguay y es como una línea de vida para las comunidades ribereñas del Chaco y del Pantanal. En el Chaco no hay muchas carreteras, por lo que durante gran parte del año, estas comunidades quedan aisladas, ya que los caminos, si existen, se hacen intransitables durante la temporada de lluvias.

Este barco desempeña un papel público y social que es vital en toda esta región, transportando víveres, carga y pasajeros. El movimiento a bordo del Aquidaban se siente como estar en un mercado: hay comerciantes vendiendo frutas, carnes, bebidas, medicamentos y una variedad de productos.

Mientras el barco hace sus paradas a lo largo del río, las personas de las comunidades suben, compran y a veces hacen encargos a los vendedores. El barco lleva suministros y diversos productos a comunidades a las que, de otra manera, no llegarían. Todos saben cuándo llega el Aquidabán y lo esperan para comprar sus cosas, alimentos, cargar mercancías o navegar río arriba y río abajo. En el segundo piso hay habitaciones y una zona de hamacas, similar a los barcos que navegan el río Amazonas. También hay una cocina con un bar, que por la noche se convierte en un lugar de encuentro.

Los misioneros mormones AJ Carlson, de 18 años, izquierda, de Estados Unidos, y Benjamin Tomala, de 20.

El policía Derlis Martínez, 25, a la derecha, lleva el preso Agustín Narciso Coronel, 36.

Ayahuasca Musuk

El Aquidabán es un lugar de encuentro, ya que las personas de las comunidades ribereñas se quedan bastante aisladas. El barco se convierte en una forma de conexión. 

Se encuentra una diversidad de personas en el barco. Conocimos a misioneros mormones que se dirigían a Bahía Negra, ex misioneros mormones que se han convertido en influencers de redes sociales, un cazador de capibaras de una comunidad indígena, un policía que transportaba a un detenido, jóvenes estudiantes de la región, amigas que viajaban juntas, japoneses, alemanes. Es una diversidad que de alguna manera es un microcosmo de un país lleno de matices, curiosidades y una historia muy particular. 

En este barco, también, se pueden escuchar diferentes idiomas: una mezcla de español, guaraní, portugués y otras lenguas indígenas de las comunidades a lo largo del río Paraguay.

En la tripulación hay personas que han trabajado en el Aquidabán durante más de 20 o 30 años. Ellos llevan consigo una historia muy rica también.

Subir al Aquidaban es un viaje en el tiempo, con toda la historia que este barco y estas personas llevan consigo. El río Paraguay es muy simbólico para mí. Es la frontera entre territorios que comparten mucha historia, y es donde me encuentro: entre Brasil y Paraguay. 

Hay un poema que recordé mucho durante el viaje, de una poeta paraguaya llamada Carmen Soler. Ella llama al río Paraguay la columna vertebral de esta tierra. Este poema refleja un poco lo que ví y sentí en este barco y en estos encuentros.

Dentro de poco es posible que el Aquidabán ya no funcione más. Está volviéndose muy costoso mantenerlo, la demanda ha disminuido y todo está más caro. El barco está envejeciendo y necesita muchas reparaciones.

Sin embargo, también se está construyendo un mega corredor bioceánico que conecta los puertos de São Paulo, Brasil, en el Atlántico, con los puertos de Chile en el Pacífico. Una carretera para transportar principalmente soja, minerales y otras materias primas para exportación.

Este corredor atravesará el Chaco, en el norte de Paraguay, la región en la que el Aquidabán recorre. El Chaco paraguayo también forma parte del Pantanal y está siendo deforestado a un ritmo muy alto. El Gran Chaco Paraguayo es el segundo bosque tropical más grande de América, después de la Amazonía, pero recibe menos atención y está en peligro.

La construcción de este mega proyecto de infraestructura será importante porque proporcionará más carreteras al Chaco, algo que las comunidades aisladas necesitan. Sin embargo, es probable que también tenga un importante impacto social y ambiental. Es cuestionable cuáles serán estos cambios, y es preocupante lo que sucederá en esta región que ya está siendo deforestada a un ritmo muy alto, principalmente debido al avance de la ganadería y la soja, que sustentan la economía de Paraguay. Todo esto reducirá la demanda de pasajeros en el barco.

Esto forma parte de un contexto más amplio, pero es la ruta del barco. Y es posible que esto también afecte al Pantanal brasileño, donde desde hace mucho tiempo se han propuesto varios proyectos de infraestructura, presas y puertos, como también la deforestación que está ocurriendo alrededor y dentro del humedal. Esto seguirá secando el Pantanal. En los últimos cuatro años, hemos vivido la peor sequía en el Pantanal y el río Paraguay ha experimentado los años más secos de su historia reciente.

Estos proyectos de infraestructura pueden tener un gran impacto en una región rica en biodiversidad y culturas. Es una región muy sensible, ya que es donde confluyen las aguas y si se secan, es motivo de gran preocupación.

El fin de la jornada del Aquidabán ocurre en un momento crítico para la región. Si se secan las nacientes y los ríos que alimentan el Pantanal, se seca la fuente de vida del humedal. Son cosas en las que estuve pensando en el barco y en las conversaciones que he tenido a bordo.

Ayahuasca Musuk
Rio Paraguay
Carmen Soler

Ancho y poderoso padre nuestro
que fluye magestuoso por su cauce
Río de las Caronas agoreras
que bajan de los altos manantiales.

Columna vertebral de nuestra tierra,
camino de la luz serpenteante;
memoria azul que vino con la vida
desde la oscura selva hasta los valles.

Habla de un Dios antiguo suplantado
por el Dios extranjero que robara
las vidas, las ofrendas, y hasta el nombre
que dejó confundido en la palabra.

Conoce el dolor acumulado
en siglas de opresiones y violencias,
y sabe que arrastramos como un fardo
historias de grandezas y miserias.

Sabe que no vimos la cosecha
aunque la siembra fue tan prolongada.
Y el miedo a que sólo broten huesos
porque esa siembra ha sido la más larga.

Conoce la costumbre que tenemos
de siempre, de parecer de piedra,
de contar ilias heridas en silencio
y de pronto estallar, como tormentas.

Sabe cuánto amor quedó enterrado,
cuánto odio suelto, y nos muestra
su curso poblado de cadáveres
que año tras año se acrecientan.

Habla de cada crímen cometido,
conoce al asesino y sus secuaces;
ha visto a los hijos mutilados
y a las madres dolientes y leales.

Sabe que la lucha es prolongada,
que requiere sacrificio y riesgo.
Que no basta una chispa volandera
para el fuego que tiene que encendernos.

Conoce la tierra que abonamos
aunque roben sudores y trabajo.
Conoce la siembra clandestina
y cómo cuida el pueblo cada grano

para avanzar camino hacia el futuro,
para buscar la luz y aprehenderla,
porque debe llegar, porque no somos
esta trágica noche que nos puebla.

Por eso nos repite nuestra historia,
la vida de los héroes calumniados;
ejemplos de honradez y patriotismo
que vienen con su fuerza y su milagre.

Y extendidos los brazos fraternales
nos enseña con su ejemplo claro,
a unir todas las aguas en un cauce,
a ver en cada pueblo a nuestro hermano.

Es un río de vida nuestro río;
convoca y llama con su eterno avance.
Guía tenaz de tiempos venideros,
va empujando la vida hacia adelante.