Visualidades
Juan Pablo Barrientos
Argentina -
agosto 09, 2023

(Sobre)vivir en los extramuros

Juan Pablo Barrientos lleva más de dos décadas registrando las grandes convulsiones de la sociedad argentina: paros, movilizaciones, enfrentamientos entre gremios de campesinos y las fuerzas del orden. En Conurbano, proyecto que desarrolló durante la pandemia, decidió volver la mirada hacia una problemática menos visible: la situación de pobreza extrema en la que se encuentran cada vez más personas en el conurbano bonaerense.

Por Alonso Almenara

Juan Pablo Barrientos empezó a hacerse un nombre en el mundo de la fotografía periodística gracias a su poderosa cobertura del estallido social de diciembre de 2001 en Argentina. En ese entonces formaba parte del departamento de arte de la revista Billiken y, aunque no trabajaba aún como fotógrafo, tenía la costumbre de capturar instantáneas callejeras. Había aprendido el oficio de la mano de su padre, también fotógrafo, quien le regaló su primera cámara, una Nikon FM. 

Cuando Juan Pablo se enteró de lo que estaba sucediendo en los alrededores de la Plaza de Mayo, salió de su casa en bicicleta, llevando su cámara y un bolso con películas. Al final solo pudo usar uno de los rollos en medio de la represión policial. Pero el resultado le bastó para convencer al periódico Argentina Arde de publicar una serie de números especiales dedicados exclusivamente a la fotografía con un formato desplegable, algo que rara vez se veía en la prensa local en esos años.

Ayahuasca Musuk

Musuk Nolte

Aquella experiencia marcó la forma en que Juan Pablo entiende la fotografía: ha venido retratando consistentemente las luchas de los campesinos, de las clases trabajadoras, de los pueblos originarios, que han sacudido la historia reciente de Argentina. También ha documentado crisis humanitarias como la Masacre de Avellaneda, en la que fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Nunca es un trabajo sencillo: en 2019, el fotógrafo argentino fue golpeado y detenido por la policía junto a su colega Bernardino Ávila mientras cubrían una protesta de los trabajadores de la imprenta Madygraf, que denunciaba la crisis del sector e irregularidades en las contrataciones del Ministerio de Educación.

Al año siguiente llegó la pandemia de Covid-19 y la situación sanitaria del país colapsó. El impacto se sintió especialmente en los barrios más desfavorecidos del Gran Buenos Aires, donde los servicios sociales han ido desapareciendo y la pobreza va en aumento. Durante tres años, Juan Pablo volvió la mirada hacia esos barrios que conoce desde chico —él nació en el barrio Agüero de Morón— en una serie fotográfica que condensa el drama de familias abandonadas a su suerte en los días más aciagos de la pandemia. El resultado es un fotolibro titulado Conurbano, que vino acompañado de una muestra inaugurada a fines de marzo en el Museo del Hambre. 

Las fotos de Juan Pablo, en blanco y negro, muestran con desgarradora claridad las precarias condiciones de vida de estas personas. Pero son también un llamado a la acción, en tanto que dan cuenta de lo normalizada que está la desigualdad social en Argentina. Es algo que, para el fotógrafo, su trabajo no puede cambiar, pero que tiene el deber de mostrar.

Hace poco declaró al diario La Izquierda: “Hoy, cuando voy a hacer una foto (…) trato de respetar mucho a la gente a la que estoy fotografiando. Para mí es fundamental porque no tengo ganas de prometer ni generar falsas expectativas con nada. Sé que hay cosas que se pueden resolver con la fotografía y hay cosas que no”.