La nostalgia, la emoción y la narrativa son elementos comunes en la fotografía y los veo muy presentes en tu fotolibro. ¿Cómo lograste que la IA capture y transmita estos aspectos?

Existe lo que consideramos de alguna forma como el tiempo en el libro. La escritura de Borges es bastante atemporal, si se quiere, o universal por los temas que toca, y en lo visual tratamos de seguir más o menos los mismos preceptos. Utilizamos una textura bastante granulada, blanco y negro también, y no usamos ningún elemento que anclara las imagenes a  algún tiempo histórico en particular, sino que funcionaran en distintos momentos. El blanco y negro está asociado a la fotografía de archivo o fotografía histórica, entonces lleva a quien mira a un lugar de nostalgia. Pero no necesariamente es así. 

¿Has encontrado algún ejemplo inesperado en los resultados de Dalle-2 con las frases de ‘El Aleph’?

Sí, fueron muchos elementos y resultados inesperados.  Algunos salieron con algunas búsquedas, ingresabamos el texto y salían bastante al toque. Muy parecido  a lo que yo me imaginaba o a lo que quería encontrar.  Otras nos costaron mucho y entonces hubo que hacer muchos rodeos con el texto  para encontrar alguna imagen que nos gustara.  

Por otro lado, cuando busqué una imagen para el Aleph sí pasaron cosas. Como el objeto Aleph está inventado por Borges, no es que sea un referente real, entonces daba unas imágenes delirantes, bastante abstractas, era divertido también porque no tenía límite  en su forma, era algo bastante abierto. En algunas imágenes me sorprendió encontrarme con retratos que apelaban a cierto estilo fotográfico y yo no se lo había indicado en la búsqueda, pero eran algunos estilos reconocibles o de autor o de fotografía de época.

¿Decidiste, como autor, que ibas a dedicarte a la fotografía ‘sin cámara’?

Bueno, en realidad no decidí dedicarme a la fotografía sin cámara como un propósito, sino que en la pandemia empecé a utilizar capturas de pantalla como recurso para hacer imágenes. Saqué muchas fotos en mi casa con una cámara pero me interesó mucho más trabajar con capturas de imágenes que, si te pones a pensar en el gesto, cuando apretás la tecla en el teclado de la computadora, es un poco como estar apretando en la cámara. Empecé a acumular fotos y a trabajar con lo que había hecho, que eran como miles y miles de capturas y fue derivando hacia ahí naturalmente. Pero no es que sea  un lugar definitivo, sino que eventualmente si mañana se me ocurre algún proyecto con una cámara también lo encararía.

¿Cómo crees que la relación entre la fotografía y la inteligencia artificial evolucionará en el futuro? ¿Cuáles son tus esperanzas y preocupaciones para esta evolución?

Bueno, esa es la gran pregunta. La verdad es que hoy, pasados algunos meses de la irrupción con todo de estos programas como Midjourney o Dall-E 2, que parecía que iban a reemplazar a la imagen fotográfica con cámara, hoy lo que veo es que conviven. Son imágenes con rasgos distintos. Para el futuro la relación puede seguir siendo esa, manteniendo  algunas características como las que tiene hoy.  Yo distingo las que son hechas con este tipo de programas y las que son fotografías tradicionales. No creo que una desplace a la otra, sino que va a ser algo medio dialéctico.  Mi esperanza es es que se expanda, que sirva para explorar algunas cosas que, por la propia técnica de la cámara, no sean posibles. 

Yo he hecho, por ejemplo, convivir en las imágenes que armé cosas que con una cámara no se podrían. Le di indicaciones hasta contradictorias al programa, indicaciones de técnica fotográfica, como si estuviera disponiendo la cámara para sacar una fotografía y me dio resultados bastante interesantes. Entonces eso puede llegar a estar bueno.

Con respecto a las preocupaciones, ya no serían específicas de la fotografía, sino que son más generales y tienen que ver con el trabajo humano, las condiciones laborales de los trabajadores y un crecimiento de la desigualdad o un traslado de la riqueza a sectores todavía más concentrados. Creo que ese es uno de los dilemas que presentan las IA. Pero eso ya ocurre haya o no IA.

¿Qué consejo le darías a otros artistas que están interesados en experimentar con la inteligencia artificial en sus propias prácticas creativas fotográficas?

Les diría que prueben sin prejuicio, que busquen qué es lo que les interesa de esta herramienta, que exploren  un poco y que lo usen sin miedo, sin reparos de ningún tipo. Así  van a aparecer las imágenes que los inquieten y los muevan a seguir probando, o de lo contrario van a desechar los resultados naturalmente.

¿En qué estás trabajando ahora?

Ahora estoy trabajando en las imágenes que no formaron parte de la edición de Aleph 2. Muchas no entraron pero obtuve algunas imágenes muy interesantes y muchísimas puntas para seguir desarrollándose, entonces quiero ahondar en eso y también explorar algunos formatos expositivos de estas imágenes y nuevos materiales.