Entrevistas
Andrés Ríos
Colombia -
diciembre 28, 2021

Casa 8: un fotógrafo callejero en cuarentena

“Tú te metiste en mi casa 8”, le dijo la mamá del fotógrafo Andrés Ríos después de varios meses fotografiandola. La casa 8 según la astrología es la casa de la intimidad, lo privado y la muerte. La mamá de Andrés es astróloga. Y para él ese fue el nombre adecuado para su fotolibro.

Antes de iniciar la pandemia por Covid-19, Andrés se dedicaba a hacer fotografía de calle, un oficio que aprendió de manera autodidacta y que practicó en las calles de New York y Bogotá.

Cuando empezó la cuarentena, no solo se empezaron a complicar las salidas sino que, al hacerlo, encontraba calles vacías. Así que empezó a fotografíar a su mamá en su casa, y luego al resto de su familia. La fotografía, dice,  le permitió sobrellevar el encierro, encontrar otros puentes de comunicación con su familia más cercana y sobre todo, superar la muerte de su abuelo, quien falleció por Covid.

 

¿Cómo empezaste el proyecto de Casa 8?

Cuando empezó la cuarentena intenté salir a la calle, pero solo encontraba espacios sin gente. Yo sentía que necesitaba hacer fotos. A medida que avanzaba la cuarentena mi mamá y mis abuelos cambiaban sus comportamientos en la casa y por curiosidad empecé a tomar fotos. De a poquitos fue creciendo y cuando me di cuenta, ya tenía un montón de fotos. Además, mi abuelo murió de covid, en casa de mi abuelita se contagiaron y tomé fotos de eso. Nunca tuve la intención de desarrollar un proyecto, simplemente eso era lo que estaba pasando. Pero cuando vi todo el material me di cuenta de que había suficiente para pensar en un libro.

En la calle tú fotografías a gente que no conoces, incluso gente que no se sabe hasta qué punto quiere ser fotografiada. ¿Cómo fue en la casa con gente conocida?

Fue complicado sobre todo con mi mamá, a ella no le gustaban mucho las fotos. Pero a la vez fue lindo el proceso. Empecé haciendo fotos que a mí no me gustaban mucho, pero fueron las que abrieron las puertas. Fue muy bonito que mi familia me dejara entrar, ahora tengo fotos de todos en espacios muy íntimos.

Mi mamá, por ejemplo, ganó mucha confianza en su apariencia física, antes no se sentía muy segura de cómo se veía y ahora se toma fotos en cualquier espacio. 

¿La metodología que usas en la calle y la que usaste en la casa son diferentes?

Yo siempre inicio haciendo fotos sin pedir permiso, es muy raro que esa primera foto quede bien, si eso pasa es suerte. Pero para mí, esa primera foto es como tocar la puerta. Ahí yo veo cómo reacciona la persona y si hay una respuesta positiva me quedo lo suficiente para  hacer preguntas o gestos para que la gente reaccione. La foto describe muy bien, pero a la vez es muy ambigua.

Con mi familia adapté ese sistema. Entonces, digamos, encontraba a mi mamá lavando loza y yo empezaba a hablarle y a hacerle fotos, insistiendo en que siguiera tranquila en sus cosas. Luego empecé a ponerme más curioso y metí, por ejemplo, la cámara a la nevera. Me di cuenta de que el hecho de que ese fuera mi espacio y que yo conociera a las personas me permitía hacer cosas que en la calle no podría.  Ahora todos me llaman a hacer fotos. 

¿Cómo fue todo ese proceso de documentar la enfermedad y la muerte de tu abuelo?

A mí la fotografía me ayuda a sobrepasar y a entender las cosas que me gustan y las que no. Recuerdo muy bien el día que le hicieron la prueba a mi abuelo y también el día que se lo llevaron al hospital. Él tenía una cama de esas de hospital alquilada, yo tomé una foto de ella vacía antes de que se la llevaran, luego encontré a mi abuela llorando en ese lugar, no me pareció bien fotografiarla sola en ese momento, pero instalé la cámara y hice fotos de los dos juntos. 

Mis abuelos trabajaron juntos en el mismo hospital durante muchos años. El día que mi abuela se jubiló, él le entregó una carta. Yo decidí poner esa carta en el libro, porque de alguna manera refleja lo que estaba pasando.

Hoy un día brillante de diciembre, tengo una sensación muy parecida a un vacío. La sensación inequívoca de que no nos volveremos a encontrar ni meditada ni premeditadamente por los pasillos del hospital por el resto de nuestras vidas.  

 

Ayahuasca Musuk

Seguramente terminaste con mucho material, ¿cómo fue el proceso de edición del libro?

Yo hago fotografía análoga. Soy muy perezoso con los computadores, precisamente porque hago muchas fotos. Fue un proceso muy largo lograr una foto que yo quisiera tener. En la fotografía se convive mucho con el error, uno se equivoca más de lo que acierta, yo disfruto mucho ese proceso. Justamente son las fotos que no me gustan las que me van llevando a descubrir cosas, claro muchas no están en el libro.

El tiempo es bien importante a la hora de editar, darle tiempo a las fotos y ver luego cómo encajan. A mí me gustan mucho los fotolibros, son como películas. Desde el inicio decidí que quería que esto fuera como comedia pero con drama, y ahí empecé a armar el rompecabezas con todas las piezas que tenía a la mano. No necesariamente el orden en el que aparecen las imágenes es cronológico. 

También es muy importante tener miradas externas que ayuden a ver lo que hay, para mí en ese caso fueron muy importantes mis amigos.

Ayahuasca Musuk