Entrevistas
Gui Christ
Brasil -
octubre 21, 2021

Cuando mi mundo espiritual estuvo detenido, tomé estas fotos

Gui Christ es brasilero, fotógrafo documental y umbanda. Cuando llegó la pandemia, rápidamente observó los modos en que particularmente afectaba a su religión y a otras afro indígenas. Había muchas muertes, muchos templos cerrados y muchas personas necesitando de sus rituales, de sus lavados de cabeza con hierbas, de sus rezos colectivos, de poner el “axé” en movimiento en un mundo que se había detenido casi por completo. Presentó un proyecto a Nat Geo para registrar cómo se estaban adaptando las religiones afro indígenas y se puso a trabajar. 

 

Gui Christ

Ayahuasca Musuk

Gui Christ

¿Cómo es trabajar con algo con lo que, a la vez, estás íntimamente conectado?

En algunos momentos es más difícil porque yo tengo que pensar como periodista y también en lo religioso. Hay algunas cosas en mi religión a las que no podíamos sacar fotos. Algunos rituales, por ejemplo, en Candomblé, cuando hay sacrificios de animales. Por eso, en algunos momentos necesito pensar como un religioso para comprender las cosas y entender cuándo puedo sacar fotos. Me ayuda mucho porque hablo la lengua de la gente que estoy documentando. 

Estas religiones son, en su mayoría, de personas pobres, negras y son los más afectados por la pandemia. Los templos y las iglesias estaban en las favelas o en las partes más pobres, en donde hubo más contagios y más muertes. Entonces hubo cierre de templos. Estuvieron afectados en la parte salud y en la parte económica.

 

Ayahuasca Musuk
Bego Antón

Normalmente, las personas pagaban, aunque fuera una cantidad baja. Pero durante la pandemia hubo mucha gente parada, que no pudo pagar más nada. La religión sin dinero no existe. Así fue que eso afectó a la parte más estructural y también a la parte comercial. Entre un 8 y un 10 por ciento de la población se declara afroindígena. Es una religión con muchas imágenes, objetos, los animales para los sacrificios que no son baratos, son caros. 

Estas religiones sufren mucho el racismo religioso, un racismo que comienza antes de la colonización, cuando los españoles van a África y comienzan a verlos como seres inferiores. Son pueblos de otras culturas, que hacen sacrificios… Desde el primer momento fueron vistos como algo menor. Eran religiones vistas como primitivas, entonces el Gobierno brasileño siempre se empeñó en atacar, como un pasado que no se quiere. Era visto como una cosa atrasada. 

 

 

¿Qué pudiste documentar?

Comencé a registrar cómo la pandemia afectaba a las religiones afro indígenas. La idea era documentar cómo estos religiosos hacían para mantener su “axé”, la energía vital dinámica creadora de todo el universo. La idea es que todo el universo es como si fuera una molécula. El axé es dinámico, como el agua: si queda parada, es un problema. Entonces, el universo tiene axé pero tiene que estar en movimiento. La pandemia causó una paralización, tanto de los templos como de las actividades religiosas. Estas religiones entienden el culto de manera colectiva. En la iglesia cristiana, por ejemplo, podés rezar en casa en soledad. Pero en estas, si bien lo permiten, el axé tiene que ver con la festividad, con la colectividad. 

A diferencia de las religiones cristianas, en la afro indígena está muy presente, la cosa de las hierbas, de rezar, de curar a las personas con rituales, de “curar la cabeza”. Esas religiones entienden que la cabeza es donde vive la ansiedad, la depresión, los problemas de salud mental que afectan a las personas. Entonces los sacerdotes comenzaron a cuidar la salud de las personas. Brasil es un país que está primero del mundo en el ranking de ansiedad y cuarto en depresión. Con la pandemia se dispararon los casos de ansiedad y depresión. Fue un país emocionalmente muy afectado por la cuestión económica y política. Entonces comenzaron a trabajar rituales individuales o en pequeños grupos. Si bien antes eran de 100 o 200 personas, comenzaron a hacer de a 5 ó 10 personas. Ahora, de a poco, se está retomando la actividad. 

 

Ayahuasca Musuk

Gui Christ