Cuerpos de la periferia
La fotógrafa argentina Inmensidades trabaja sin modelos: retrata a sus amigos, lo hace como parte de una búsqueda por visibilizar lo que la heteronormatividad rechaza, pero también para registrar lo que le sucede día a día. Hoy es el día de la visibilidad lésbica en Argentina en conmemoración de la muerte de Pepa Gaitan, asesinada por lesbofobia en Córdoba hace casi diez años.
Por Marcela Vallejo
El trabajo de la artista visual argentina Inmensidades está atravesado por una serie de palabras: territorio, refugio, profundo, amor, sensualidad, activismo, micropolítica, deseo, corporalidades gordas, cuerpos trans. La clave de esas palabras ha ido variando con el tiempo y con la experiencia. Su vida es cambiante. Sin embargo, quizá de las palabras clave aquellas que se mantienen tienen que ver con la forma en que ella ve el mundo, el lugar desde donde se posiciona.
Inmensidades creció en el conurbano bonaerense, en un barrio de periferia. Al principio, recuerda, compartía espacios con amigos del barrio escuchando cumbia, luego conoció otros grupos y la vida estuvo más marcada por el punk. La fotografía empezó a ser parte de su vida desde muy chica, cuando su hermana mayor le regaló una cámara analógica. Su familia no tenía cómo costear ese gusto, pero ella insistía.
Desde ese momento inició algo que marca el trabajo de Inmensidades: ella retrata su vida, lo que la rodea, lo que encuentra importante, lo que desea. “No soy una fotógrafa que busca modelos. No digo ‘yo quiero retratar a un chico trans, a una chica trans, a una persona gorda, a una persona marrón o a una persona marica’. Mi obra está más implicada por quienes son mis amigos y de repente hay millones de fotos de una misma persona y millones de otras.” Las personas que vemos en la obra de Inmensidades son personas cercanas, que hacen parte de su vida.
La vida ha ido cambiando, los círculos en los que ella se mueve también. Inmensidades es conocida en Argentina por el activismo gordo y cuir. Para definir qué es lo cuir, ella menciona el territorio, el viaje y la corporalidad. “La traducción en sí de cuir es monstruosidad o lo monstruoso. Yo siento que mi localidad es tan polifónica y también diversa corporal que hay algo de la palabra cuir que engloba. También tiene que ver con algo territorial individual de cada espacio, con situaciones del territorio. No es lo mismo en el conurbano que en Capital Federal”.
En el caso de la gente cuir que habita la periferia, por ejemplo, siempre está implicado un viaje. Pero también otras condiciones de poder ser: Inmensidades tiene amigas y amigos, por ejemplo, que decidieron no transicionar en los barrios donde crecieron o que no expresan sus identidades sexuales y de género con tranquilidad en esos espacios por temor a sufrir violencias.
“Lo más simple sería decir que se trata de personas que se identifican, son, sienten o viven su sexualidad una manera, su forma de vida de una manera y se agrupan para sobrevivir por sobre la normatividad.” Por eso, quizá lo que ella más retrata son “individualidades agrupándose en colectivo”.
Muchas de sus imágenes son registros de activistas cuir, gordas, feministas. Como muchas otras mujeres, Inmensidades participó activamente en la marea feminista que inició en el 2015, pero desde lugares más under. Las imágenes que ha hecho son declaraciones de existencia que exigen visibilidad y que expresan intenciones de ser y estar en el mundo. Todo desde una perspectiva micro, acotada, pequeña y desde la periferia.
Eso la ha llevado por los caminos de la autoedición y la autopublicación, pues muchas de las cosas que ha logrado hacer, las ha hecho en condiciones de precariedad. “Siento que no es un impedimento: si alguien no me visibiliza, entonces me visibilizo yo. Me queda como la manía punky de ocupar los espacios.” Y no lo ha hecho sola: tiene una editorial llamada Profundo, en la que se autopublica, pero también publica el trabajo de otras artistas como ella. En Profundo publican fanzines, libros de poesía, fotolibros. Inmensidades, por ejemplo, lleva desde el 2016 tres ediciones de su fanzine Hortensias para desayunar, con textos de diferentes formatos en los que cuenta apartes de su vida, reflexiones del momento, ideas que está desarrollando.
La última edición de Hortensias acompañará la exposición La disolución, que la artista inaugurará este jueves 9 de marzo en Sala Peluche. Ahora, como otras personas en Argentina, Inmensidades está viviendo un periodo que ella llama de “disolución”. Las fotos que componen esta exposición son más reflexivas, con una mirada dirigida más al interior y, paradójicamente, se alejan de la búsqueda por la identidad que ha caracterizado su obra.
“Lo que intento mostrar con La disolución es qué pasa más al interior de nuestras individualidades en el colectivo, por eso de repente son imágenes más contemplativas y con mayores opacidades. Esta vez también quiero darle más lugar a la imagen.”
