Geofotografía y color: imágenes en un campo expandido
Desde los inicios de su carrera, João Castilho se hace preguntas sobre las transformaciones del paisaje. Le interesa saber cómo las decisiones y las acciones humanas transforman profundamente la vida de las comunidades, la geología, la geografía y el clima.
Inspirado en la teórica estadounidense Rosalind Krauss y su concepto de escultura en el campo expandido, João llama a la suya “fotografía-nómada” pues está “contaminada y expandida”. No le teme a relacionar la disciplina con la escultura, la filosofía o la literatura.
João es un fotógrafo de Minas Gerais interesado por la tierra, el paisaje, los bruscos cambios climáticos. Le interesa romper la ilusión de control del ser humano, crear un cortocircuito en el pensamiento moderno que valora la idea del medio ambiente como un escenario alejado y que -por lo tanto – puede ser explotado. Se llama a sí mismo “geo-fotógrafo”.
Água viva (Fotoinstalación) – João Castilho
Montanha mágica (Fotoinstalación) – João Castilho
Su última serie de fotografías con una línea narrativa es ‘Zoo’, realizada con la beca Zum de creación del 2013. Desde entonces hace foto-instalaciones y en el último año ha trabajado con collage.
Metal contra as nuvens (Fotoinstalación) – João Castilho
A pesar de que no considera la curaduría como una profesión, en los últimos años ha apoyado el Festival de Tiradentes en ese campo. Hasta hace poco, en Belo Horizonte (MG), no había quien hiciera curaduría e investigación en fotografía. Ahora, cada año, trabaja en el festival con el apoyo de otros buscando a fotógrafos de su generación, haciendo curadurías individuales o colectivas, investigando sobre artistas que trabajen temas cercanos a sus intereses. En la última versión, junto a Pedro David, hizo una curaduría por regiones de Brasil: norte, sur, transoeste.
Ganga bruta (Fotoinstalación) – João Castilho
¿Cómo impactó, en tus inicios en la fotografía, la experiencia de Paisagem submersa, junto a Pedro David y Pedro Motta?
Paisagem submersa fue un proyecto sobre la construcción de una hidroeléctrica en el norte de Minas muy ambicioso, largo y costoso. Lo empezamos sin saber realmente si lograríamos terminarlo, pero lo conseguimos. Fue un proyecto que tenía incluidos muchos de mis intereses: pensar y entender las transformaciones del territorio, y ver cómo las decisiones humanas transforman en profundidad no solo a las comunidades, sino también la geología, el clima y la geografía de un lugar.
Nos enfocamos en esa transformación que se da en la relación entre los seres humanos y el territorio. Ese proyecto se convirtió en un libro, pero también se desplegó en una serie de instalaciones y exposiciones. Fue un proyecto que nació con cosas muy comunes en nuestra práctica: hacer libros, proyectar imágenes, trabajar con las fotos como copias, con papel, instalaciones con sonido, video. Toda esa mezcla fue muy importante para nuestra generación. Nos interesamos por los cruces entre la fotografía documental y las artes plásticas.
Rosalind Krauss, la teórica americana, tiene un concepto interesante que es el de escultura en el campo expandido. En mi caso, la fotografía también está en ese campo, relacionándose con escultura, filosofía o literatura. Es siempre una fotografía en tránsito, en movimiento y que no se estabiliza en ningún lugar.
Me gusta llamarla “foto-nomadismo”, no porque el fotógrafo se mueva y circule, sino porque logra escapar de las trampas que la fotografía se impone a sí misma. De esa manera logra significar otras cosas, intenta crear otros tipos de relación con los espectadores, otras formas de impacto. Todos mis trabajos derivan de esas ideas y tienen presente esa línea de pensamiento.
Hotel Tropical – João Castilho
¿Y en términos de los temas, siguen siendo los mismos o han cambiado?
Los temas tienen mucho de ese interés por la tierra. En realidad, no me gusta la palabra “paisaje”, me hace pensar en un escenario, en una cosa muerta que está ahí. Prefiero la palabra “tierra” porque trae más conexiones. Por ejemplo, en los últimos trabajos que hice entre 2018-2019 en esta región del cuadrilátero ferrífero, logré crear una conexión con el espacio, habitándolo y recorriéndolo. Este trabajo tiene relación con Hotel Tropical, porque en ellos hago lo que he llamado foto-instalación: fotografías que se presentan todas juntas y así conforman una obra completa. No se las puede separar.
Cuando se ve de lejos se ve un solo bloque, pero al acercarse es posible ver cada una y hacer diversas conexiones entre ellas. Esos bloques tienen un solo color, y esa monocromía le da una unidad que crea un campo de color.
Hotel Tropical – João Castilho
Hotel Tropical – João Castilho
¿Por qué esa necesidad de una explosión de color tan directa?
En mi trabajo el color es muy importante. Sin embargo, no es un trabajo colorido, no hay tanta información de color. Es casi un blanco y negro, porque utilizo tonos de un mismo color. Es paradójico: es un trabajo muy económico en cuanto al color, a pesar de tener toda esa abundancia. Tiene la función de crear un clima, un ambiente.
Está mucho más en el orden de la sensación que en el de la significancia y me permite crear conexiones entre las imágenes. La relación que establezco en estas foto-instalaciones también tiene un ritmo que permite el paso de una imagen a otra.
Empecé las últimas foto-instalaciones con Ganga Bruta, tomé el nombre de una película de Humberto Mauro filmada en Minas Gerais en la década de 1920. Además, “ganga” es la palabra para el residuo que queda en los procesos mineros. Es dorado porque remite al oro y me ayuda a pensar en el pasado cuando ese era el mineral que se explotaba en esta región.
En las siguientes foto-instalaciones, continúe explorando una relación con la tierra ya menos metálica. Tiene que ver más con la magia, la hechicería de la energía de la tierra.
Zoo – João Castilho
Zoo – João Castilho
¿Cómo piensas y propones la lectura de imágenes en estas foto-instalaciones?
Comencé haciendo dípticos: al juntar dos imágenes, aparece una tercera. Después hice trípticos y después polípticos. Llevé eso hasta el punto de dar otro paso, que es desarticular las imágenes a través de la alteración de los formatos. Eso añade una complicación: tengo imágenes de 50×70 cm al lado de imágenes que son casi nada. Implica que hay que acercarse mucho para poder ver alguna cosa, pero en la articulación de todo, todas son importantes.
La lectura es bien abierta, no está direccionada. Además, el origen de las fotos es muy diverso, algunas son mías, otras las he apropiado.
Zoo – João Castilho
En Paisagem Submersa ustedes estaban buscando mostrar un cambio que se iba a dar en el futuro. En estas nuevas foto-instalaciones hay algo semejante, en relación con el tránsito del tiempo, pero también con el desplazamiento, algo que también se ve en Zoo.
Sí, en Paisagem Submersa nosotros creamos una forma de hablar de un futuro próximo que estaba ya casi sucediendo. Ahora, en estos trabajos, la cuestión del tiempo ha sido ampliada, está pensada en siglos, no en años. Intento, al ver hacia el pasado y el presente, imaginar un futuro especulativo. Mi intención es crear un reencantamiento de la tierra, de la cascada, de la montaña, porque quizá así encontremos una solución a todo lo que sucede.
Esos cruces suceden en el desplazamiento, y lo hago para intentar crear un cortocircuito a ese pensamiento que asume la naturaleza como algo alejado, como un escenario. El pensamiento que los colonizadores y la ciencia moderna adoran.
Zoo – João Castilho
