Entrevistas
Alfonso Carrera
Chile -
junio 07, 2022

Imágenes al límite de la metáfora

“Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti. Porque es mejor para ti que se pierda uno de tus miembros y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”, dice

Mateo 5:30, versículo bíblico que da nombre al proyecto de investigación conceptual de Alfonso Carrera, conformado por seis trabajos fotográficos y objetuales realizados desde 2019 a la fecha. Esta exposición, inaugurada en mayo en la Casa del Arte Diego Rivera en Chile, invita a pensar las tensiones entre la imagen figurativa y las metáforas. Desde este planteo, cada obra se presenta como una aproximación distinta a un mismo problema: la representación de procesos psíquicos o espirituales que no tienen imagen. 

¿Cómo fue el proceso creativo hasta llegar a Mateo 5:30?

 Es un trabajo que fue tomando forma a partir del 2019 con distintos experimentos que tuvieron que ver con la dimensión plástica de la imagen y de la fotografía. El trabajo más antiguo que está incluido en la muestra se llama “Correspondencias entre el cultivo de hongos sobre material fotográfico y la manifestación progresiva de la enfermedad mental”, donde puse un autorretrato impreso en papel y fui haciendo un cultivo de hongos encima. Ese deterioro material lo fui registrando durante tres, cuatro semanas, y finalmente son nueve imágenes donde se ve una secuencia de destrucción o distorsión de mi imagen. En ese momento estaba muy interesado, y también hasta el día de hoy, en la representación de la enfermedad mental en la fotografía y en el arte visual. Tenía muchos referentes pictóricos y fui acercándome desde lo fotográfico a esas cualidades también. Por entonces estaba en segundo año de la carrera de Artes Plásticas, y me encontraba muy activamente buscando y entendiendo cuál era mi sensibilidad y construyendo también una suerte de estética personal, identificando las ideas que para mí eran importantes. Fue en ese proceso de experimentación donde sentí que estaba comunicándome con lo que realmente me interesaba trabajar en adelante. Desde ese trabajo inicial, los demás pueden funcionar como variaciones sobre el tema y un desplazamiento desde la imagen hacia el objeto.

Ayahuasca Musuk

Alfonso Carrera

Alfonso Carrera

¿De dónde surge el título?

Desde mi niñez hasta mi adolescencia estuve en un colegio evangélico muy conservador y ortodoxo, entonces desde muy temprano fui expuesto a la lectura de la Biblia, donde obviamente hay pasajes que son sumamente crudos, violentos y grotescos. Lo que pasa cuando uno es niño es que entiende todo de una manera muy literal y hay una forma distinta de representar mentalmente ciertos estímulos. En la adultez hay formas de relacionarnos con la metáfora que en la niñez funcionan de una manera mucho más exagerada, con mucha más fuerza, son estímulos que después cuesta experimentar con la misma intensidad. El versículo Mateo 5.30 siempre me fascinó y me acompañó, lo consideraba una idea muy poderosa que te impulsa hacia el desarraigo y a separarte, también a la destrucción o la automutilación, con un fin que es un compromiso total con una idea, incluso aunque ese compromiso implique autodestruirse parcialmente. No necesariamente es algo positivo, claro. Creo que también vivimos en una época donde naturalizamos el sacrificio y esto también tiene un subtexto que uno lo puede relacionar con la castración, entonces hay más de una proposición y más de una lectura.

 

 

 

Alfonso Carrera

En tus fotos hay una tensión constante con la literalidad y la ficción       

A mí ya no me interesa lo documental ni lo narrativo, entonces desde ahí hay un campo abierto donde necesitas otras estrategias para articular una idea. Esa tensión, para mí en este momento, es reconocer que hay un punto donde la metáfora y la evocación se agotan o son insuficientes para articular ciertas cosas. En ese sentido, el desplazamiento desde la imagen hacia el objeto tiene que ver con propiciar un lenguaje más directo y menos alegórico. Por ejemplo, en la muestra son seis trabajos, que resultan ser seis aproximaciones distintas sobre el tema y sobre el problema de la representación de los procesos mentales, que son abstracciones sin imagen. Todo eso que es subjetivo está acompañado por el rigor de la imagen médica y por el desecho hospitalario. El asunto de la castración nunca aparece ni en las fotos ni en el texto, pero sin duda está presente. 

He ido encaminando mis procesos en favor de una experiencia sensible mucho más vital y vibrante que la pura alegoría visual, con la que ya no me identifico tanto y que siento tremendamente explotada. Antes estuve seis años estudiando psicología y luego he seguido investigando el psicoanálisis, entonces esa experiencia se ha vuelto un insumo relevante para mi trabajo. Me interesa proponer otras maneras de relación con el inconsciente, que la experiencia psíquica y la vivencia concreta existan de manera equivalente en la imagen fotográfica. La pregunta que más me hago tiene que ver con el límite entre vida y representación, y con cómo desestabilizar la experiencia que consideramos real. Sé que no lo tengo totalmente resuelto, pero es hacia donde me interesa avanzar.

 

 

Hay un díptico de fotos muy movilizador, donde aparecés con una cicatriz en la cabeza y un tumor conservado en formol, ¿qué podés contar sobre esas imágenes?

Esas fotos para mí tienen que ver con lo que mencionaba al comienzo, del pensamiento infantil y la relación con la metáfora, con distintos niveles de capacidad de simbolización. Cuando estaba en el proceso creativo encontraba que había muchas aproximaciones a la idea que eran muy alegóricas o poéticas, y yo sentía que tenía que acercarme al límite de la metáfora. No quería representar poéticamente algo, sino que quería mostrarlo. Tampoco quería armar un relato de redención personal, porque pensar la fotografía como terapia me parece aburridísimo. Prefiero la fotografía como crisis y síntoma, como experiencia directa, y estoy trabajando cada vez más apoyándome en eso y desde lo vivencial. Todo eso está súper en sintonía también con mucho de lo que otros autores y autoras están trabajando en la región desde la fotografía y las artes visuales, donde el problema de la gestión o el límite entre lo documental y la ficción están en tensión. Esas fotos aparecen como una solución para representar de manera directa la idea, ya que la poesía es maravillosa, pero a veces es sólo eufemismo o una forma de distanciarte de lo que realmente quieres decir.

Ayahuasca Musuk
Ricardo Cases – Paloma al aire