Entrevistas
Sub Cooperativa
Paraguay -
abril 06, 2023

Las vidas que no sepultó la soja

Paraguay cuenta con 2,6 millones de hectáreas de soja: un territorio enorme fumigado con agrotóxicos y cuya expansión ha provocado conflictos con campesinos que son desalojados de la zona. 17 veces volver es un ensayo visual —ya clásico— del colectivo Sub Cooperativa que retrata el asentamiento 13 de Mayo, en el departamento de Itapuá: el escenario donde unas 40 familias intentan sobrevivir y mantener sus cultivos tradicionales en medio de ese océano de soja que los asfixia.

Por Alonso Almenara

El 80 por ciento del suelo cultivable de Paraguay está sembrado de soja. Para un distraído, el dato tal vez puede sonar inofensivo, pero no: las consecuencias de la desregulada producción de esta planta —usada en la alimentación humana, del ganado y aves, y en el biodiésel— incluyen la destrucción de los suelos, el uso de agrotóxicos, la siembra de una menor variedad de alimentos para consumo humano y graves impactos sobre el medio ambiente, la salud de las personas y sus medios de vida. Tal devastación debería obligar a los empresarios del agro a detenerse. El problema es que dependen tanto de la soja, que, una vez la tierra se vuelve estéril, buscan nuevos campos para expandir el negocio.

El asentamiento 13 de Mayo, en el departamento de Itapuá, es distinto. En aquel pueblo, unas 40 familias intentan sobrevivir y mantener sus cultivos tradicionales como el arroz, el maíz y el trigo en medio de ese océano de soja. Son ocho hectáreas reclamadas por los sucesores de Amado Cano Ortiz, el exmédico personal del dictador Alfredo Stroessner. El viejo dictador le dio el título de propiedad como premio por su lealtad. La familia del médico las arrienda para plantar soja —el cultivo estrella de Paraguay— y quiere quedarse también con esa parcela. 

La comunidad fue desalojada por empresarios sojeros unas 17 veces en los últimos años, pero ellos siempre vuelven. Cada desalojo se espera como antes se esperaban las tormentas, y significa que hay empezar de cero. Otra vez y otra vez. Esta es la historia que cuenta 17 veces volver, un ensayo fotográfico de Sub Cooperativa, realizado en 2009: una obra colectiva que reflexiona sobre la destrucción del campo y el bosque paraguayos, y subraya el desamparo al que son condenados los campesinos que viven en dicho territorio.

Ayahuasca Musuk

Sub Cooperativa nació en Buenos Aires en 2004. Es un proyecto que reunió originalmente a seis fotógrafos: Nicolás Pousthomis, Gisela Volà, Sebastián Hacher, Gabriela Mitidieri, Olmo Calvo Rodríguez y Gerónimo Molina. Su trabajo ha estado marcado por la voluntad de profundizar en la creación de una identidad colectiva y la realización de investigaciones fotográficas en diversos territorios de Latinoamérica. Es, además, una experiencia inspirada en las formas de organización desde abajo surgidas en los sectores populares de Argentina en 2001, el año en el que brotaron asambleas barriales en respuesta a la crisis social, política, económica y de representación que afectó fuertemente al país.

Para la crítica argentina Victoria Verlichak, 17 veces volver presenta a los protagonistas de “una lucha desigual en el contexto de la sistemática destrucción del campo y el bosque paraguayos”. Esa destrucción sería impensable si la soja no tuviera una demanda global tan importante: alimento esencial en países asiáticos como China y Japón, donde se utiliza en la preparación de productos como el tōfu, el nattō y el miso, la soja es además un un ingrediente muy valorado por las personas veganas, dado su alto valor proteínico. 

“El mundo demanda soja, pero estos campesinos no conocen los vaivenes de la cotización de la soja en la Bolsa de Rosario o de Chicago ni las toneladas del grano que compra China”, escribe Verlichak. “Saben, sí, que los conflictos agrarios son ancestrales en su país, donde no existen padrones de la tierra recientes y en el cual pocos campesinos poseen títulos de propiedad de la misma”. Y añade la especialista, a propósito del impacto expresivo de las imágenes de Sub Cooperativa: “Con una impecable resolución formal, los artistas lograron capturar la preocupación y también la determinación de los campesinos para regresar al sitio del que son continuamente desplazados, obligándolos a refugiarse en el bosque tropical”.

 

Promover la creación colectiva

Este trabajo ya clásico de la fotografía latinoamericana reciente es uno de los modelos que ha inspirado E·CO/23], la nueva edición de nuestro encuentro de colectivos fotográficos, que este año tendrá como ejes temáticos: Ecologías, Territorios y Comunidades.

A través de esta convocatoria, nos interesa reunir historias que hablen de desarrollo sostenible, movimientos comunitarios y modos de habitar la tierra en comunidad para lograr nuevas narrativas construidas desde la pluralidad de la creación colectiva

Cada proyecto seleccionado recibirá un apoyo de 5.000 euros para su producción. Los proyectos pueden ser presentados por colectivos ya existentes o por grupos de personas que trabajen en colaboración para este proyecto, de forma interdisciplinar. 

Los grupos seleccionados participarán en un proceso colectivo de producción y reflexión que contará con un acompañamiento pedagógico junto a especialistas en las temáticas. 

Una vez finalizada la etapa de producción se presentarán los resultados del proyecto en una o varias exposiciones que pueden itinerar y en las plataformas digitales de Fundación VIST, de la AECID, y de los Centros Culturales de España participantes o de las instituciones que éstos designen. De ese modo se busca consolidar redes para la creación y circulación de narrativas visuales en el territorio iberoamericano.

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