Exposición del I Festival de Fotógrafas Latinoamericanas - FFALA
Entrevistas
Maíra Gamarra
Brasil -
agosto 25, 2021

Maíra Gamarra: la potencia de lo colectivo

Maíra Gamarra es curadora, fotógrafa e investigadora. Licenciada en Comunicación Social/Fotografía y Magíster en Estudios Latinoamericanos. Recién cuando puso todo eso en juego, a la vez y en colectivo, supo lo que quería hacer. Hoy se dedica a estudiar, investigar y analizar la fotografía latinoamericana. Brasilera e hija de padre boliviano, Maíra siempre tuvo interés por la región. 

Para ella, la potencia de los colectivos —sobre todo cuando son de mujeres— es la de habilitar nuevos debates que antes estaban ocultos o cerrados. Celebra que cada vez estén más presentes preguntas como “¿a quién sirve esta imagen?” o “¿quién toma la fotografía?”, además de que dejen de ser solamente hombres blancos, privilegiados y de élite los que cuentan las historias. 

Ayahuasca Musuk

Exposición Ajayu de la fotógrafa Wara Vargas Lara, curaduría Maíra Gamarra y Gisela Volá

¿Cómo describirías el momento actual de la fotografía latinoamericana? 

Creo que estamos viviendo un momento muy interesante de democratización de la fotografía, sea por el mayor acceso a los aparatos (principalmente, el teléfono celular) como por una mayor toma de conciencia acerca del lugar de enunciación o por una ampliación de la audiencia. Hay más voces. Diferentes personas y comunidades que por mucho tiempo estuvieron al margen ahora pueden comunicarse a través de la fotografía, una profesión que siempre ha sido elitista y masculinizada.  Por otro lado, vemos la ampliación de debates acerca de temas importantes como por ejemplo la “decolonización” del conocimiento, de las prácticas y, por supuesto, de la imagen. Pero, sobre todo, del imaginario, que es donde todo empieza. Ese tipo de cuestiones vienen estimulando cambios muy necesarios. Pero todavía nos falta ampliar y profundizar estos debates en el campo.

Empezamos también a discutir y pensar qué imágenes hacemos y a qué contribuyen efectivamente esas imágenes. Nuevas reflexiones y discusiones acerca de los usos y apropiaciones de la fotografía, su poder e impacto y la inmensa responsabilidad que tenemos los que creamos y difundimos imágenes. ¿Quién fotografía? ¿Por qué fotografía? ¿Para quién fotografía? ¿A quién sirve? 

 

 

Ayahuasca Musuk

Exposición Ajayu de la fotógrafa Wara Vargas Lara, curaduría Maíra Gamarra y Gisela Volá

Desde mediados del siglo pasado América Latina asume una fuerte postura política y crítica de oposición al sistema hegemónico y colonialista de nuestras sociedades y que también operan en el campo de la fotografía. Pero creo que, en la actualidad, asisitimos a una retomada de estos posicionamientos y una mayor visibilidad de cuestiones que ya manifestaban las agendas de algunos grupos, como por ejemplo el movimiento negro, el movimiento feminista o el movimiento latinoamericanista. Entonces hoy las vemos con más fuerza y alcance, debido —en parte— a las transformaciones sociales, políticas y tecnológicas que vivimos en el continente. Esto nos permite vivir una democratización de la fotografía y de la comunicación en general que está cambiando la forma de contar las historias y de quienes acceden a ellas. Así como se fortalece la discusión desde el sur global, valorizando nuestras raíces y pueblos, superando ese discurso de que somos la periferia para crear una nueva geopolítica en la cual nos reconocemos como una región tan importante e influyente como cualquier otra. En realidad, como la región que ha posibilitado la riqueza y éxito de otras a partir de su explotación, que nunca se acabó. 

Asistimos en América Latina un retroceso tremendo en términos políticos y sociales; lo que está pasando en Colombia y en Brasil, lo que ha pasado en los últimos años en Ecuador, Chile, Bolivia y Venezuela. La fotografía está afectada por todo esto, no estamos al margen de toda esa movilización. Además, la fotografía tiene su rol en todas estas manifestaciones y es utilizada por las distintas fuerzas para convencer o dar credibilidad a los discursos políticos, cualesquiera que sean, no hay cómo eludir estos debates. Llegan estas y otras discusiones, lo que permite que tengamos otros sujetos y sujetas fotografiando, contando historias desde sus puntos de vista, sus experiencias, sus territorios. Diferentes pueblos asumiendo sus narrativas, ya no permitiendo más que sus imágenes sigan siendo robadas, exploradas y exotizadas o sirviendo a otros ideales que no les representan. 

Y también, nosotras, mujeres cada vez más conscientes de las desigualdades de raza, clase y género, ocupando las calles, los espacios políticos y puestos de trabajo que antes no nos eran permitidos, contando o recontando nuestras versiones de los hechos, incluso evidenciando qué es lo que nos pasa desde la casa, porque muchas veces eso tampoco se contaba. Era el espacio destinado a las mujeres, pero velado. Entonces, ahora vemos narrativas visibilizando las distintas formas de violencia que sufrimos o profundizando temas como la maternidad, desmitificándola, o cambiando las narrativas desde nuestros propios cuerpos, contraponiendo los “patrones ideales” impuestos a partir de los procesos de autoconocimiento, autonomía, aceptación y reconocimiento de nuestras potencias. Hoy se discuten cuestiones que antes eran tabú y percibimos que no estamos solas, pero es todavía un proceso largo y lento. 

Sin embargo, en mis investigaciones, observo con asombro que uno de los grandes problemas es que muchos de los fotógrafos y fotógrafas tienen dificultad en pensar sobre las imágenes que producen: quieren fotografiar pero no quieren pensar y problematizar lo que hacen y cómo no podemos separar la producción fotográfica de todas estas preguntas. Entonces ahí entendemos mejor cuáles son los problemas de la imagen, cuáles son los problemas de la fotografía.

Ayahuasca Musuk

Exposición Ajayu de la fotógrafa Wara Vargas Lara, curaduría Maíra Gamarra y Gisela Volá

¿Crees que las redes sociales pueden contribuir virtuosamente en este debate? 

Desafortunadamente no creo. Soy demasiado realista, aunque siempre intento ser optimista, pero la verdad es que no veo que sea así. Me parece mucho más complejo. Vivimos en grandes burbujas, ya sea en lo real o en lo virtual. Uno encuentra muchas formas de mantenerse aferrado a sus creencias, su visión del mundo, de seguir viendo lo que quiere y cómo quiere ver. Yo creo que eso está relacionado a un largo proceso de colonización y también a esa avanzada reaccionaria que vemos con tanta fuerza en Latinoamérica. Las redes son una herramienta poderosa que sí nos permite acceder a contenidos antes imposibles o mantenernos en contacto con personas en distintas partes del globo, algo que por ejemplo, para el fortalecimiento de las redes de la fotografía latinoamericana fue imprescindible. Entonces obviamente ellas tienen su fuerza y alcance, y no podemos menospreciar eso, no se puede negar que las formas de comunicarnos están cambiando muy rápido y las redes tienen ahora mucho más impacto e influencia en nuestras vidas y decisiones, pero tampoco creo que sea desde ahí la posibilidad de cambio real. Incluso porque eso puede ser algo muy peligroso, las redes también pueden ser una herramienta de manipulación en masa. No creo que la gran mayoría de las personas estén conscientes de cuanto o como los logaritmos afectan negativamente a nuestros comportamientos y formas de pensar y relacionar. 

Ayahuasca Musuk

Tejiendo redes en medio del abismo, exposición del I Festival de Fotógrafas Latinoamericanas – FFALA / Curaduría Maíra Gamarra y Joana Mazza

 

Un eje central en tu trabajo gira en torno al rol de los colectivos, ¿cómo llegaste a ellos?  

A finales del 2010 una compañera (Ana Lira) se fue a un festival de fotografía en Turquía. Cuando volvió decidió juntar algunas fotógrafas para compartir su experiencia. Fue un encuentro muy potente de mujeres que hacían de la fotografía su labor y su expresión. De ahí pasamos a encontrarnos semanalmente y en poco tiempo de forma muy espontánea decidimos crear un colectivo, el “7Fotografía”, y un blog para ampliar para otras personas las temáticas y cuestiones que nos interesaba poner en perspectiva, ahí empezamos a escribir y discutir acerca de la fotografía. 

Era en paralelo un momento interesante de la movilización de los colectivos en Brasil. Eso fue entre 2010 y 2011, el nuestro ha sido el primer gran colectivo específicamente fotográfico formado solo por mujeres. En muy poco tiempo, el blog ganó visibilidad y luego lo transformamos en un sitio web. Eso creo que demuestra muy bien la potencia de los colectivos, porque al juntar personas con diferentes experiencias, visiones y habilidades y además poder acceder a sus redes particulares y unirlas la cosa gana otra textura y dimensión. Entendimos que era un colectivo para pensar la fotografía. Un encuentro colaborativo entre mujeres que encuentran en ese espacio un lugar para el intercambio, las experiencias estéticas, la investigación, las inquietudes, las preguntas y las reflexiones. El grupo estuvo formado inicialmente por seis fotógrafas y actualmente está compuesto por mí, Isabella Valle y Priscilla Buhr.  Pero siempre buscamos actuar y expandir los límites del colectivo, con la colaboración de diferentes personas invitadas, ampliando aún más la multiplicidad de perspectivas sobre y desde la fotografía. Siempre nos ha interesado potenciar las posibilidades de pensar y actuar en red. 

A lo largo de los años, nos fuimos formando como un colectivo de crítica, curaduría y producción cultural, organizando eventos como el festival Mesa7, celebrado en Recife/Brasil y que ha tenido cinco ediciones. Además de otros proyectos, como presentaciones de libros, exposiciones, conferencias, talleres, revisiones de portafolios, producción de textos, etc. Trabajamos intensamente hasta finales de 2015. En febrero de 2016 fue nuestra última actividad. En 2019 volvimos a organizarnos para realizar un evento que debería haber pasado el 2020, por la pandemia lo retrasamos, pero todavía vamos a producirlo. Entonces desde esa experiencia surge mi interés particular de investigación, como una búsqueda individual de cuestiones en las que quería profundizar.

Ayahuasca Musuk

Tejiendo redes en medio del abismo, exposición del I Festival de Fotógrafas Latinoamericanas – FFALA / Curaduría Maíra Gamarra y Joana Mazza 

¿Por qué elegiste el campo de la escritura y la reflexión? 

El reflexionar y escribir acerca de fotografía empieza con el colectivo. Es también a partir de esa experiencia que descubro que la investigación me interesaba mucho más que fotografiar. Me estimula pensar la imagen y el campo de la fotografía, por qué hacemos lo que hacemos y los impactos de lo que estamos produciendo en la sociedad. El poder de la imagen es tremendo y creo que todavía no lo discutimos lo suficiente, no profundizamos debates. De a poco fui migrando y con el paso del tiempo me doy cuenta de que lo que me estimula es crear espacios de encuentro (físicos, virtuales o mismo en el texto) y de reflexión alrededor de la fotografía, visibilizar desde mi trabajo los trabajos que me interesan y que creo que necesitan ser vistos y discutidos. Además de estimular que estos productores y productoras de imágenes tomen consciencia de su poder y lo hagan cada día con más responsabilidad.

Por otro lado, soy hija de padre boliviano y siempre tuve una fuerte conexión y comprensión acerca de Latinoamérica. Entonces, cuando empiezo a estudiar fotografía rápidamente mi interés se voltea para la región y me doy cuenta de que no teníamos esos referentes regionales, por lo menos aquí en Brasil (después entendí que eso no pasaba solo acá). En ese tiempo conozco también al Fórum Latinoamericano de Fotografía de São Paulo y percibo que realmente hay todo un universo por descubrir. Mi investigación empieza de forma muy espontánea, pero su desarrollo va un poco por la necesidad o responsabilidad que sentí de presentar a otras y otros todo lo que yo venía conociendo.

Ayahuasca Musuk

Tierra Incierta – Maíra Gamarra 

Ayahuasca Musuk

Tierra Incierta – Maíra Gamarra  

Entonces, en 2016 llevé adelante dos proyectos en ese sentido: la plataforma Mira Latina y mi maestría sobre la red de la fotografía latinoamericana, de la que tanto hablábamos en las distintas ediciones del Fórum, y comprendo con el avance de la investigación que no podríamos hablar de una red única porque son muchas las redes, redes paralelas y transversales que mueven la fotografía y ahí está su potencia. 

Una de ellas es exactamente la de los colectivos. Latinoamérica es el único continente que tiene esa cantidad absurda de colectivos, es un fenómeno universal pero en ninguna otra parte tuvo tanta fuerza como acá. Los colectivos son parte muy importante de esos cambios que estamos viendo, especialmente los formados exclusivamente por mujeres, que vienen creciendo sobremanera los últimos años y considero que han cambiado y sacudido a la fotografía, haciéndonos ver cosas que no veíamos, desde las desigualdades de género en el campo fotográfico, hasta temáticas que antes no eran tratadas o no eran tratadas de la misma manera.