Yessica María Sánchez - Ganadora - Sección: ‘Mi mirada tiene voz’
Entrevistas
Mariona Giner
Catalunya -
septiembre 14, 2021

Miradas con voz: lo que ellas quieren decir

La fotografía como una herramienta. La fotografía como un lenguaje. La fotografía como una forma de comunicarse entre mujeres del mundo. Esa es la idea que guía a la fotógrafa Mariona Giner, coordinadora del Concurso fotográfico Miradas con Voz 2021. Se trata de uno de los proyectos de Médicos del Mundo Catalunya y Médicos del Mundo en El Salvador y es resultado de los talleres que organizan y a los que asisten mujeres que han atravesado procesos traumáticos de emergencia humanitaria, violencia estructural, violencia social o que han estado privadas de la libertad. 

Mariona cuenta que se basan en la idea de la fotografía participativa “como mediador social”. También, que identificaron que, aunque hay muchos proyectos en este sentido, no había nada que los aglutinara y organizara. Así nació la idea de la web, como un espacio para dar visibilidad. 

Ayahuasca Musuk

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¿De qué se tratan los talleres?

En la primera edición, desde Médicos del Mundo Catalunya (con quienes yo trabajo haciendo formaciones de fotografía participativa) me propusieron hacer un concurso en el que las que se postulaban fuesen alumnas de talleres. Aquí en Catalunya trabajamos con mujeres víctimas de violencias de género. Entonces nos quisimos centrar en mujeres que hayan participado en talleres de este tipo, de fotografía. 

En la segunda edición nos hemos juntado con Médicos del Mundo en El Salvador y decidimos ampliar y cambiar completamente. Además, es post pandemia. Hemos tenido que adaptarnos completamente trabajar online con personas en situaciones vulnerables y de forma paralela hemos estado haciendo talleres online con El Salvador. Ha sido una experiencia realmente increíble. Esta experiencia la hemos querido trasladar a este concurso fotográfico. La idea es que la página web que hemos creado (que ahora está en una primera fase, luego entrará en otra segunda y tercera) sirva de plataforma donde se puedan ver los trabajos. No solamente los trabajos fotográficos que se hayan seleccionado en este concurso, sino la labor de las diferentes organizaciones y fotógrafos que trabajan con la fotografía participativa. 

Eso es lo que realmente nos interesa: que haya una referencia y una red donde se pueda apreciar toda esta labor que realmente es mucha, pero que no se visibiliza. Por lo menos aquí en España estamos todos muy desperdigados, no hay esta estructura. Entonces queríamos estructurar esto un poco, además de poder visibilizar trabajos que hay de excelente calidad, realmente se hacen trabajos fotográficos fenomenales. 

¿Tanto en Cataluña como en El Salvador hacen talleres con mujeres? 

Sí. En El Salvador fue el primer programa piloto en 2016. Pero este año, después del Covid, hemos impartido uno semipresencial: yo durante tres meses impartí online y las alumnas vinieron de El Salvador a Barcelona diez días. En Julio terminamos. Eran mujeres que habían estado privadas de libertad y entonces ha sido muy intenso y completamente novedoso. 

En Cataluña trabajamos desde Médicos del Mundo con mujeres que han sido víctimas de violencias de género. Con otras organizaciones con las cuales yo trabajo con fotografía participativa, tengo muchos perfiles diferentes: gente que ha estado parados, gente que ha estado sin trabajo de más de 45 años, víctimas de violencia familiar, mujeres que están en el mundo de la prostitución, madres jóvenes, víctimas de acoso sexual en la infancia…

Ayahuasca Musuk

¿Cómo definirías la fotografía participativa? 

Nos referimos a procesos de acompañamiento y empoderamiento a través de la fotografía, con personas que han pasado por procesos traumáticos de emergencia humanitaria, violencia estructural, violencia social. Dentro de los programas de reinserción laboral, social, se trabaja también con programas creativos. Algunos trabajan con teatro, otros música y otros trabajamos con fotografía dentro de estos procesos. 

¿Y qué les ocurre a estas mujeres privadas de la libertad cuando se encuentran con la fotografía como herramienta? 

Te puedo contar algunas anécdotas concretas, a modo de ejemplo. Una persona que venía de una situación de violencia. Nuestro lema era “por una vida sin violencia”. Entonces ella, por su cuenta, decidió hacer una especie de teatralización de vivencias propias. Eligió hacerlo con su hermano. Era un tema tabú entre ellos. Nunca habían hablado de aquello que vivieron. Entonces, de repente, ella eligió esto con él y ellos mismos revivieron e hicieron este proceso juntos. Por primera vez de adultos hablaron de una serie de cosas que nunca habían comentado en su vida. Para muchas mujeres es el inicio, sin ni siquiera buscarlo, de reparar daños. Esta reparación de daños al sólo iniciarlo ya se abre una puerta importante. Esto a nivel de proceso personal. 

Pero hay otros procesos muy importantes que también son culturales. Por ejemplo, existen los típicos procesos de reinserción social: aprender cuatro herramientas que van a permitir introducirse en el mundo laboral, como para trabajar de cajera, para decir algo en un supermercado. Pero sin embargo, a nivel cultural no se incide en absoluto. Y entonces es esta apertura a tener otro tipo de recursos y otras maneras de pensar, transversales, de entender la publicidad, de entender el mundo que nos rodea en imagen, el exceso de imagen que nos llega, tener otro tipo de comprensión y apreciación, también la idea es ir abriendo puertas, abriendo canales diferentes, que no solamente enriquecen a la persona, sino que enriquecen a su futuro, su futuro de pensar y de ver el mundo de otra manera. Esto es importante. Hasta el punto, te diré, de que en el pasado hemos tenido gente que luego se dedica a la fotografía o cosas relacionadas. 

¿Qué efectos produce la fotografía? 

De entrada abre puertas para que se comuniquen entre ellas. Esto es uno de los elementos más importantes. Hay muchas barreras que hace que cuando tenemos un grupo de diez o quince mujeres que vienen de historias terribles, no hay una apertura y un apoyo o una sororidad entre ellas. No existe, hay mucho recelo, hay mucha manera de estar a la defensiva, de no comunicación, de agresividad. Entonces, hay un punto muy importante que es que empezamos con la diversión, hacerse fotos. La diversión rompe muchísimas barreras. La idea de, por ejemplo, intercambiar costumbres culturales. Entonces empezamos con un ejercicio de traer algo de nuestro país, tradicional, o vestirnos, maquillarnos y fotografiarlo. Entonces lo explicamos entre todas y ya sólo con este ejercicio, estamos de manera indirecta rompiendo barreras, bajando la guardia. 

Otras formas son salir a la calle con una cámara y atreverse a fotografiar cosas que habitualmente no se fotografíarían y entonces poder hablar de qué nos ha llamado la atención. Hay todo un trabajo que es puramente que la cámara es una excusa para abrir puertas y que entonces ya a partir de ahí podemos empezar a trabajar temas que nos interesan sobre la autoestima, respeto, comunicación con los demás y entre nosotras. Por otro lado, hacemos cosas puramente de teoría de la fotografía, color, composición. Conocemos a artistas, fotógrafas, hablamos del mundo de la fotografía y entonces se abre este interés cultural y empiezan a haber debates puramente sobre estética de la fotografía. Empodera mucho ver que tenemos criterio, que podemos debatir, que tenemos un interés por cosas que no son hablar siempre de nuestra situación de víctima o de violencia. Es un alivio. 

Te ayuda a reconstruir la subjetividad, ¿no?

Sí, es interesante verlo así, al final es eso. Luego tenemos siempre un proyecto final. Pero este proyecto normalmente es una cosa que debatimos entre todas. El resultado puede ser una exposición. Toda la gestión de la exposición, montar la exposición, verla, invitar a personas a hacer una inauguración es un proceso buenísimo de dar herramientas de todo tipo: sociales, organizativas, de dinámicas de grupo, etcétera. Todo eso es fenomenal. Además, a veces se trabajan temas relacionados con las vivencias propias y a veces son paisaje urbano, entonces nos vamos puramente a lo estético. Todo este proceso es largo…

¿Qué es lo que quieren lograr con el concurso?

Yo comparto el sueño de Médicos del Mundo Cataluña. Uno, dar visibilidad a los trabajos que se hacen en estos talleres, que son de una calidad excelente. Pero, además que se pueda tener una referencia a la labor que hacen las organizaciones con la fotografía. La fotografía va mucho más allá que los grandes premios internacionales, de reconocimiento a los fotógrafos profesionales, tiene más salidas, más usos. La idea es que la web sea un lugar de referencia, que la gente pueda entrar y ver qué es, cuáles son las reflexiones de las mismas personas que han pasado por estos procesos, que se visibilicen las situaciones que viven estas mujeres. Al final, es un proyecto reivindicativo. Reivindica que se conozca de dónde vienen estas personas, cuáles son sus vivencias y qué es lo que ellas quieren decir.