Textos
Pablo Tobar
-
agosto 27, 2020

Música y Drogas

DEPRESORES PLAYLIST
1930-2020



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La relación entre drogas, músicos y público en las sociedades modernas ha estado en constante transformación desde la década de 1930, momento en el que inicia la guerra política contra las drogas. Es una relación en la que medir cuantitativamente sus impactos negativos es mucho más fácil que hacerlo con los positivos, lo que nos lleva al escenario de la valoración subjetiva, estética y también sarcástica, como lo hizo el cómico Estadounidense Bill Hicks cuando señaló “… Si no creen que las drogas han hecho algo bueno por nosotros háganme un favor, vayan a casa, tomen todos sus álbumes, todas sus cintas, todos sus CD y quémenlos ¿por qué saben qué? Los músicos que hicieron esa grandiosa música que ha realzado sus vidas a través de los años, estaban jodidamente drogados”.

La creación musical, con sus posibles sentidos contestatarios, poéticos, eufóricos, melódicos o experimentales, funge como respuesta a la influencia ejercida por la cotidianidad que viven sus creadores. Así mismo, la industria musical y sus derivados simbólicos e iconográficos esparcidos en los diferentes escenarios donde se reproducen, indican constantemente que son producto de los contextos sociopolíticos e históricos en que se realizan, enmarcándose en las dinámicas sociales que le corresponden. En este orden de ideas, podríamos pensar que sin Margaret Thatcher es posible que no haya surgido el Rock inglés como respuesta a su mandato conservador ejercido durante la década de los ochenta. Igualmente, sin la imagen del antihéroe tercermundista que muestra fajos de dinero surgidos de la nada, como en truco de magia, es posible que los narcocorridos, que veneran esta cultura, no se hubiesen fortalecido y llegado a liderar y hacer presencia en alineaciones de festivales multitudinarios en Estados Unidos.

A lo largo de tres entregas sobre música y drogas podremos observar cómo la naturaleza química y los variados efectos de distintas sustancias, se han conjugado en la sociedad del último siglo en diferentes momentos, creando ritmos, temáticas y movimientos culturales sobresalientes que, de manera ineludible, reflejan parte las experiencias sensoriales de las drogas, así como los contextos sociales y políticos en que se crearon. El principio articulador para nuestro propósito será el efecto que las sustancias ejercen sobre el sistema nervioso central y que se distinguen en tres grupos: depresoras, alucinógenas y estimulantes. En esta primera playlist vamos a explorar la influencia de las drogas depresoras (opiáceos, barbitúricos, alcohol, tranquilizantes, anticonvulsivos, entre otros), aquellas que ralentizan la respuesta del sistema nervioso, el ritmo cardiaco y respiratorio, relajan y anestesian; por supuesto, también sanan, destruyen y terminan vidas.


1930

La década de 1930 se inició con la Gran Depresión económica que afectó al mundo entero desde 1929 y con la creación del Federal Bureau of Narcotics (FBN) en Estados Unidos, encargado de combatir el uso del cannabis y el tráfico de morfina y heroína. Quince años antes, la morfina se vendía en Estados Unidos sin ningún tipo de restricción y su sucedánea, la heroína, ya se había usado para intentar combatir la dependencia a la primera1.

El hecho de que las grandes figuras del jazz, en ese momento el género dominante en la industria musical norteamericana, y el blues adoptaron la heroína y el cannabis como sus drogas de cabecera no debió ayudar mucho al trabajo del FBN. Mucho menos que los autodenominados hepcats (más tarde hepsters y aún después hispters), los principales músicos de jazz de Harlem reverenciados/as por escritores, poetas y estrellas de cine, no tuvieran ningún reparo en componer canciones que hablaban del consumo y sus efectos, de los jíbaros o del alcohol destilado ilegalmente (moonshine). El Jive, fue el código lingüístico que narró las experiencias embriagantes de las estrellas del Jazz: muggles, puff, gage o vipers, son parte del extenso argot que puebla las reefer songs, adoptado por sus fans, junto con su sentido de la moda, su desparpajo y su gusto por las drogas.

“Fruit Jar Blues” – Allen Brothers


Pocahontas County W. Va. Historic Preservation Archive

Esta canción fue lanzada en 1930, un par de años antes del fin de la prohibición del alcohol en Estados Unidos. El cantante narra su anhelo de ver de vuelta al whisky y la ginebra, el tiempo que lleva sin entrar a un bar y, sin embargo, siempre ha tenido a mano the old fruit jar, una referencia a los frascos donde se distribuía el moonshine, término coloquial para referirse al alcohol ilegal de alta gradación, fabricado clandestinamente “a la luz de la luna”. The Allen Brothers dejaron de hacer música debido a la Gran Depresión.

“It’s been years and years,
since I put my foot on the bar
But I didn’t have to worry,
‘cause I could get it in the old fruit jar.”


Han pasado años y años
desde que pisé el bar
Pero no tuve que preocuparme,
pues lo conseguí en el viejo frasco de conservas

“Sloppy Drunk”- Leroy Carr


Document records

Un blues compuesto por Lucille Bogan, una de las primeras mujeres reconocidas en el género. Lucille fue clasificada dentro del llamado dirty blues, una variante cuyas letras hacían insinuaciones sexuales o hablaban sobre el uso de drogas. Por su parte, Leroy fue un influyente músico aún después de su etapa más productiva la cual terminó prematuramente debido a sus problemas de alcoholismo. Ray Charles, Nat King Cole y Eric Clapton, entre muchos otros, declararon la influencia ejercida por su música.

Durante la década de 1930, en Latinoamérica se consolidó la radio como medio de comunicación e industria, lo que permitió la amplia llegada de ritmos y estéticas extranjeras; también, y como lo anotó Jesús Martín Barbero, “…el cine en algunos países y la radio en casi todos proporcionaron a las gentes de las diferentes regiones y provincias una primera vivencia cotidiana de la Nación”2. La hibridación musical tanto de lo foráneo como de lo local aportó a los procesos de consolidación de las identidades nacionales.

“Por Morfina y Cocaína” – Manuel C. Valdez· Juan González 1934

El corrido es un género de la música campirana mexicana que se popularizó en este país al lado de la Revolución a inicios del siglo XX. En aquellos días, esta música narraba acontecimientos, historias, noticias y gestas de revolucionarios, traidores o forajidos. Su principal labor en sus inicios fue la de informar a una nación revuelta y con pocos medios de comunicación3. Siempre de carácter popular, sus temáticas atendían las demandas de su público, tal vez por ello fue el género adecuado para la narración contrahegemónica del revolucionario, el forajido, el contrabandista e iniciando la década de los 30, del narcotraficante. Este, uno de los primeros narcocorridos, narra la suerte de varios reos condenados por traficar droga.

Qué triste es ir pal tren
Cuando ya se iba a arrancar
Que tristes iban los presos
Daban ganas de llorar

… Por morfina y cocaína
Por marijuana y licor
Están poniendo su tiempo
Muchos allá en derredor


1940


Gene Norman Presents

Mientras en Europa se consumían millones de píldoras de metanfetaminas para mantener el exigente blitzkrieg alemán y permitir a los pilotos aliados mantenerse despiertos durante los bombardeos4, en Estados Unidos los artistas de los géneros musicales dominantes como el jazz (swing, bebop) y el country (honky tonk) preferían las drogas depresoras.

Los primeros traían una larga tradición como consumidores de cannabis, pues decían que les otorgaba habilidades de improvisación supremas, ralentizaba el tiempo y les permitía percibir mejor los tonos y el ritmo. Los jazzeros de Harlem también se enorgullecían de no ser “bottle babies”5 y Louis Armstrong, el más notable músico de swing, alguna vez dijo que el cannabis era mejor que el whisky pues le generaba mejores pensamientos.

Por su parte, los músicos de country (honky tonk) preferían cantarle a la clase obrera, el alcohol y las temáticas sórdidas. Su estrella más influyente, Hank Williams, padeció toda su vida de dolores crónicos debido a la espina bífida con la que nació. Williams murió a los 29 años debido a una falla cardiaca, producida por el continuo abuso del alcohol y una combinación de drogas que consumió horas antes: hidrato de cloral (un hipnótico, sedante y anticonvulsivo) y morfina.

La música latina y el bebop tendrían un encuentro crucial en los 40. El mítico Charlie Parker y el High Priest of Bebop, Dizzie Gillespie junto a percusionistas y músicos cubanos darían nacimiento al latin jazz o como le conocieron en ese momento, el “cu-bop”. Al trabajo rítmico ya desarrollado por el cubano Mario Bauzá y por intermediación de este mismo, se sumó el de la dupla Gillespie y Chano Pozo, un percusionista cubano miembro de sectas secretas y habitual músico en ceremonias rituales. A esta dupla le atribuyen el nacimiento del jazz latino en un recital legendario llevado a cabo en Nueva York el 29 de septiembre de 1947, momento de la posguerra para el cual los grandes del bebop habían mudado sus gustos embriagantes a los abismos de la heroína.

“Manteca” – Dizzie Gillespie y Chano Pozo

Tema seminal del latin jazz; su influencia se dejó sentir en Los Beatles, The Allman Brothers, Tito Puente y la salsa de 1970 entre muchos otros.

“It was similar to a nuclear weapon
when it burst on the scene.
They’d never seen a marriage of Cuban music
and American music like that before”

Fue como un arma nuclear cuando
irrumpió en la escena.
Nunca antes habían visto un matrimonio
así entre la música cubana y la música
estadounidense”

Dizzy Gillespie6

“Cold Cold Heart” – Hank Williams

“Cold cold heart” es un clásico ejemplo del subgénero honky-tonk que repasa sus temáticas más comunes. Una canción que Williams escribió después de que su esposa decidiera separarse de él en el hospital donde se encontraba convaleciente tras un aborto involuntario. El alcoholismo de Williams y las infidelidades de ambos habían llevado la relación al límite.


1950


Foto de Bob Paren

El uso de drogas por parte de artistas de todos los campos es una práctica que en muchas ocasiones es tolerada; viene siendo introducida en el imaginario popular desde hace un par de siglos y hace parte de ese aire de misticismo y distancia que los rodea. Sucedió así con el consumo de opio, el cual alcanzó una dimensión, moderna y estética en 1804 cuando Thomas De Quincey publicó su libro Confesiones de un inglés comedor de opio, puerta de entrada al consumo para muchos que leyeron y se fascinaron con los relatos idílicos del autor.

La heroína por su parte nunca ha tenido una valoración positiva ni mucho menos glamurosa por parte del público más general7, muy a pesar de ser consumida y venerada por celebridades del arte y la vida bohemia. Jack Kerouac y la Generación Beat lo intentaron con intensidad, pero sin éxito durante los 50.
La percepción del público respecto al consumo había ido mutando durante las dos décadas pasadas. Sumándose a la prohibición de la marihuana en Inglaterra en 1928 y en Estados Unidos en 1937, en los 50 se firmaron la “Boggs Act” (1951) y la “Narcotics Control Act” (1956), que impusieron penas igual de fuertes a la posesión tanto de drogas más toleradas como la marihuana y la despreciada y temida heroína. Los años de publicar “reefer albums” habían terminado.

En Latinoamérica llevaba ya un tiempo extendiéndose un ritmo que ha sido llamado “la espina dorsal de Latinoamérica” y empezaría a mutar, hibridarse y consolidarse en entes diferentes para cada país: la cumbia.

“Charlie Parker” – Jack Kerouac

A finales de los 50 Jack Kerouac elaboró dos álbumes junto al presentador y músico Steve Allen, dedicándole este track a Charlie Parker su adorado músico de bebop. En 1953 Bob Parent tomó una fotografía que ha sido llamada “la mejor de la historia del jazz”8, en la que se puede ver al trío de Thelonious Monk junto a Charlie Parker en un bar de mala muerte en Nueva York. En otra fotografía de la misma noche se puede ver a alguien fumando en medio de la audiencia, se especula que dicho asistente pudo haber sido Jack Kerouac.

“Charlie burst his lungs to reach the speed

Of what the speedsters wanted
And what they wanted
Was his eternal Slowdown”

“Charlie reventó sus pulmones para alcanzar la
velocidad
De lo que querían los velocistas
Y lo que querían
Fue su eterna desaceleración”


1960

En los años 1960 se gestó una explosión creativa en el campo de la música discutida y romantizada hasta el hartazgo. También fueron años en los que además de los enteógenos, el LSD, la psilocibina, el DMT y demás sustancias psicodélicas asociadas a esos años, el consumo de heroína también creció con el mismo vigor. Para fortuna de muchos, esa también fue la década en la que la Dr. Marie Nyswander, quien ya había trabajado en la rehabilitación de músicos de jazz, empieza a trabajar con metadona en la rehabilitación de adictos a la heroína. La metadona, un opioide sintético, llegó a “complementar” y, lentamente, reemplazar los tratamientos de lobotomías y electrochoques tan comunes en las décadas anteriores. La adicción empezó a considerarse una enfermedad mental y en Estados Unidos la crisis fue tan grande que se le empezó a tratar como una “condición social infecciosa” que requería “control epidemiológico”9

El consumo creciente del opioide preocupaba a nivel local y foráneo. En Vietnam los soldados norteamericanos empezaban a usarlo junto con considerables cantidades de marihuana. Del sudeste asiático también llegaba la heroína que se consumía en Harlem, nuevamente crisol de identidades, música y sordidez. Frank Lucas, a quien Ridley Scott le dedicó American Gangster, una de sus películas más conocidas, traficaba heroína desde el “Golden Triangle” en los aviones que repatriaban los cuerpos de los soldados muertos en la guerra y la vendía sin intermediarios en las calles de Harlem.

“I’m Waiting for the Man” – The Velvet underground


Sello: Arista

“I’m waiting for the man”, es una canción escrita por Lou Reed. Aparece en el álbum debut de la banda The Velvet Underground & Nico y es, junto con la aún más célebre “Heroin”, una de las varias canciones que exploran temáticas sórdidas que, según el mismo Reed, les privó de firmar grandes contratos discográficos. Aquí, Reed cuenta un episodio real en el que viaja a Harlem a comprar heroína con 26 dólares.

“Sister Morphine” – Marianne Faithfull

Inspirada en las letras de Lou Reed, aunque no aborde el consumo de drogas, en “Sister Morphine” Marianne Faithfull cuenta la historia de un hombre internado en un hospital después de haber sufrido un accidente de tráfico, implorando por una dosis de morfina antes de morir. Faithfull no era adicta a ningún opiáceo10 al momento de escribir la canción, en los setenta empezaría su adicción a la heroína.

“Te Están Buscando” – Markolino Dimond (Willie Colón, Héctor Lavoe).


Vaya Records

“Te están buscando” fue incluida en el tercer disco de Willie Colón (esta vez compartiendo créditos con Héctor Lavoe), un álbum callejero y de barriada (de ese Harlem en el que Reed espera a “The Man”) y que la misma Fania Records dice que “huele a marihuana”. Este tema compuesto por el músico autodidacta Mark Alexander Dimond, ‘Markolino’, describe su vida problemática (lo busca la policía o la “jara”) y de adicto (“fumanchu”).

“Te están buscando ya, la policía (bis)
Te lo dije Markolino
que tuvieras más cuidao
la jara te anda buscando,
tú estás guisao.
Siempre andando con bolitas
un día te iban a agarrar,
te lo dije Markolino
que tuvieras más cuidao
… Siempre con el mismo cuento
nunca quieres trabajar,
te lo dije Fu Man-Chú
esconde el papel de bambú.”

Este fue el último disco que grabó con la orquesta de Willie Colón. En los años siguientes lanzaría dos clásicos de la salsa (Brujería, 1971; Beethoven’s V, 1975), con los que fue declarado uno de los mejores pianistas del género, mientras su adicción le permitió estar activo.


1970


en el NY Times la ponen así: MPI/Getty Images

El final de los 60 y el inicio de los 70 fue trágico para la música más popular del momento. Brian Jones de los Rolling Stones murió ahogado en el 69, Jimmy Hendrix, intoxicado por el exceso de barbitúricos en el 70, Janis Joplin por sobredosis de heroína ese mismo año y el siguiente se iría Jim Morrison de The Doors. Con 27 años de edad al momento de su muerte, todos eran fuertes consumidores de alcohol y los últimos tres, de heroína.

En junio de 1971 el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, declaró la drogadicción el “enemigo público número uno” de la nación.

“La campaña de Nixon en 1968, y la Casa Blanca de Nixon después, tenían dos enemigos: la izquierda antibélica y la población negra. ¿Entiendes lo que te digo? Sabíamos que no podíamos hacer que fuera ilegal estar en contra de la guerra o ser negro, pero logrando que la opinión pública asociara a los hippies con la marihuana y a los negros con la heroína, y luego criminalizando con fuerza las dos sustancias, podríamos desequilibrar a esas comunidades. Podríamos detener a sus dirigentes, registrar sus casas, disolver sus reuniones y difamarlas, noche tras noche, en las noticias. ¿Que sí sabíamos que estábamos mintiendo acerca de las drogas? Obviamente.” John Ehrlichman (en 1994), asistente del presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, para Asuntos Internos (1969-1973)11

Gracias a la Ley de sustancias controladas de 1970 (Controlled Substances Act) y la creación de la DEA en 1973, estos primeros años de la década se identifican popularmente como el inicio de la guerra contra las drogas. La heroína, la cocaína y la marihuana se incluirían en la lista 1 de sustancias controladas, lo cual impidió la investigación acerca de sus posibles beneficios terapéuticos. Sin embargo, se avanzó en el campo, en esta década se descubrieron los “receptores opioides” del sistema nervioso y los opioides endógenos producidos por el cerebro (endorfinas). Así, se empieza a entender por qué la heroína, la morfina o la codeína resultan tan adictivas, por qué se requiere cada vez más cantidad para sentir sus efectos y cómo afecta a nivel químico el cerebro del adicto.

El final de la guerra de Vietnam y la caída de Saigón afectaron el suministro de heroína proveniente del sudeste asiático, esto impactó profundamente a Latinoamérica. México, y en menor medida Colombia, países que hasta entonces traficaban ante todo marihuana, entraron como sustitutos. En las calles pasaron de la “White China” a la “Mexican Mud” cultivada en la Sierra Madre. Mientras tanto, los señores de la droga en Harlem eran ídolos de la barriada. Frank Lucas, Earl Foddrell y Nicky Barnes “Mr Untouchable”, no arredraban ante nadie. Para la mitad de la década, el 95% de los pacientes que buscaban su rehabilitación en Nueva york, eran adictos a la heroína.

“No Tengo La Culpa” – Alfredo Belusi con Osvaldo Requena

Se dice del tango que nació en arrabales, burdeles, cárceles, puertos, bares y otros escenarios deprimidos económicamente, en medio de una hibridación de lenguas y culturas en el área del Río de la Plata, entre Uruguay y Argentina. Las elites lo rechazaron y la Iglesia católica lo prohibió. Igual que el jazz y el blues estadounidenses, también cuenta con su propia jerga asociada, el “lunfardo”, el “dialecto de los ladrones”. Para la inmensa mayoría de hispanohablantes la importancia de Carlos Gardel en este género es de cultura popular. Su clásico “Tomo y obligo” fue paradigmático para los tangos que hablan de desamor y alcohol. De esta dupla de temas hay varias posiciones: está el hombre estoico que bebe para sobrellevar la pena, el que llora desconsolado, el que bebe acompañado de amigos, el que desprecia a los bebedores y el que abraza la autodestrucción etílica, como en el caso de “No tengo la culpa”.

“King Heroin” – James Brown


Polydor

En 1968, James Brown lanzó su famosa canción «Say It Loud, I’m Black and I’m Proud», canción que se convertiría en un himno de la lucha por los derechos civiles. Ese mismo año, la noche del 5 de abril, el Padrino del Soul “salvó la ciudad de Boston”12 evitando, a través de un concierto que también fue televisado, que los disturbios “destruyeran” la ciudad13. Siguiendo en esa línea de conciencia social, Brown grabó en el 72 “King Heroin”, una canción antidroga que toma la voz de la heroína en primera persona para narrar los estragos que había causado alrededor del mundo. Además de revolucionar el rhythm and blues e inventar el funk, a Brown también le atribuyen, con este tema, los cimientos iniciales del rap.

“Rowche Rumble” – The Fall

El post punk inglés tomó varios fundamentos del (entonces decadente) punk, lo mezcló con innumerables influencias artísticas y musicales, experimentó con sonidos electrónicos, ahondó en la cultura DIY y terminó pariendo un género de ritmos hipnóticos, con bajos protagonistas y absolutamente ecléctico. En esta canción, The Fall, banda del reverenciado Mark E. Smith, critica veladamente a la farmacéutica Roche así como también a la alta prescripción de barbitúricos (que por la época causaban preocupación por su riesgo a la sobredosis) y las benzodiacepinas, que llegaron a reemplazar a los anteriores.


1980

Para finales de la década de 1970 el consumo de heroína se había reducido. Aunque nunca ha sido una droga ampliamente consumida, la heroína sí es una de las más temidas; dicha prevención creció a la par de la calidad del producto disponible y en los 80 empieza a notarse un aumento considerable en la pureza del opioide disponible en las calles. Este temor colectivo a los efectos de la heroína se ve reflejado en las composiciones líricas que hablan de ella, casi que hay unanimidad, independientemente del género musical, al condenar, prevenir o narrar malas experiencias con su uso14.

En Reino Unido, el post punk dominó la primera mitad de la década. El conservadurismo de los mandatos de Margareth Tatcher, el bajo empleo juvenil y el consumo de heroína parecían afectar la sonoridad y composición de los centros urbanos ingleses15. Hacia la mitad de la década, el post punk ya estaba en retirada, no sin antes ayudar a generar el gothic, new wave, synth pop e, incluso, el metal industrial.

En Latinoamérica las políticas antidrogas empiezan a implementarse con más fuerza e incidencia extranjera. La campaña de Ronald Reagan “Just say no” es un completo fracaso al igual que sus programas de sustitución de cultivos ilegales, ahora van por la erradicación y la repercusión penal.

“La cura” – Frankie Ruiz – 1985

La ahora llamada salsa clásica o vieja ya estaba llegando a su ocaso a mediados de los años 1980, ese fue el momento de la salsa romántica y erótica (llamada “motelera” en Colombia). Una de sus más grandes estrellas, sino la más grande, fue Frankie Ruiz. El ‘tártaro de la salsa’, uno de los más celebrados cantantes del género, tuvo una vida accidentada que lo llevó al abuso de diversas drogas y el alcohol, el cual lo afectaría fatalmente. Esta canción, compuesta por otro grande de la salsa, Tite Curet, no era del gusto de Ruiz por su referencia. en argot callejero, a “curarse”, lo que en algunos círculos remite a consumir sustancias. Se negó a grabarla hasta que el compositor modificó la lírica para darle un giro romántico16.

“Diariamente, yo me curo de lo duro que fue vivir sin ti
diariamente, te lo juro
aunque me agite a veces la desesperación
cuando le falta la cura a mi desesperación.

Si te dicen que yo me estoy curando es la verdad
y si alegan que vivo fantasía es zángana.
Es una cura tan mía y mi privada alegría
vale más que tu mentira que me llenaba de ira y nada más”

“Pink Turns to Blue” – Hüsker Dü

Zen Arcade, de la banda norteamericana Hüsker Dü, es un álbum doble y conceptual. En él, además de transitar del punk hardcore al rock/pop alternativo (su sonido puede identificarse en los posteriores Pixies), al estilo de The Who, la banda construye la historia de un joven que track a track transita una vaporosa elipsis narrativa. “Pink turns blue”, el track número 17, cuenta cómo el protagonista pierde a su novia por causa de una sobredosis de heroína.

No more rope and too much dope
She’s lying on the bed
Angels pacing, gently placing
Roses ’round her head.


1990


Foto de Charles Peterson

Si un movimiento musical se ha atado de manera trágica a los sucedáneos de la flor de la amapola ese fue el del grunge, el “sonido de Seattle” de los años 90. Prácticamente todas las grandes bandas de este género han tenido miembros con problemas de adicción al alcohol y la heroína, en varios casos con consecuencias fatales. El noroeste de Estados Unidos es una zona de alta humedad, cielos plomizos, sus músicos eran pobres y estaban hartos del glam y el hair metal de los 80. De alguna manera, el aspecto desaliñado y las ropas baratas de invierno de esos músicos, retratadas por el fotógrafo de la disquera independiente Sub Pop, Charles Peterson y más tarde la intensa rotación en MTV, se convirtieron en una tendencia de moda. La estética poco prolija y en algunos casos enfermiza de los años 90 llegaron a ser objeto de comentarios del entonces presidente estadounidense Bill Clinton, a propósito de la muerte por sobredosis del fotógrafo de moda Davide Sorrenti, a quien los medios le atribuyen una estética heroinómana en su trabajo, la “heroin chic”17. Clinton dijo en su momento: “La glorificación de la heroína no es creativa, es destructiva. No es hermosa; es desagradable. Y esto no se trata de arte, se trata de la vida y la muerte. Y glorificar la muerte no es bueno para ninguna sociedad”18.

Para este momento, los carteles colombianos habían cooptado el mercado de heroína en Estados Unidos y, de su mano, la pureza del producto había escalado hasta el 90%. Esta calidad permitió que la droga pudiera ser inhalada en vez de ser inyectada, lo que amplió el mercado y multiplicó las ganancias en comparación con el tráfico de cocaína. Al problema que significó enfrentar a los carteles de la droga, se le sumaría la influencia de las farmacéuticas y el papel fundamental que empezarían a jugar a finales de esta década en la crisis de opiáceos que padecen países como Reino Unido y Estados Unidos actualmente.

“Noicanicula” – La Etnnia

Al igual que sucedió con los pioneros del Hip Hop en Nueva York a finales de los 70, La Etnnia no pudo producir profesionalmente sus primeros trabajos musicales por falta de dinero y de apoyo de parte de una industria que en Colombia tal vez ni conocía el género a mitad de los años 80. Tuvieron que pasar 10 años desde su formación para lanzar su primer álbum “El ataque del metano”. La Etnnia compone sus rimas cual crónica de la barriada, su plaza fuerte: el barrio Las Cruces de Bogotá.

Es notorio, siento mi propio bienestar
He salido de la margen, listo para pensar
La hierba se ha apoderado de mi cabeza
Para completar, ahora me jartaré una cerveza
Me encuentro, desquiciado mental
Etnnia manda, lírica letal
Me siento libre, yo te inyecto poder
Siéntelo ya en tus venas, se apodera de tu ser.

“Señor Matanza” – Mano Negra

Manu Chao, vocalista de Mano Negra hacia 1994, compuso la canción “Señor Matanza” en medio de la legendaria travesía El Expreso del hielo19, un tren que hizo el viaje ida y vuelta desde Bogotá hasta la costa Caribe, al norte de Colombia. A bordo viajaban decenas de artistas franceses y colombianos y un enorme bloque de hielo con el que pretendían recrear el famoso pasaje de Cien Años de Soledad, cuando el coronel Aureliano Buendía conoció el hielo. La canción narra y enumera las múltiples maneras en que el narcotráfico se ha infiltrado y se ha apoderado del poder gubernamental, según Manu Chao, en gobiernos de todo el planeta. Sin embargo, la gestación de la canción y su icónico video grabado en Bogotá, le dan un sentido especial en Colombia. La canción también parece referirse a la mal llamada “limpieza social”, así como a los tristemente célebres ‘falsos positivos’. Todo esto en una adaptación de El carretero de Guillermo Portabales, un clásico de la música cubana.
(Esta ciudad es la propiedad del señor Matanza)

Esa olla, esa mina y esa finca y ese mar
Ese paramilitar, son propiedad
Del señor Matanza

Ese federal, ese chivato y ese sapo, el sindicato
Y el obispo, el general son propiedad
Del señor Matanza

Buenas jineteras y alcohol, están bajo control
La escuela y el monte de piedad son propiedad
Del señor, del señor Matanza


“Beetlebum” – Blur

En 2012 Damon Albarn, líder de Blur y Gorillaz dijo acerca de su consumo de heroína:
“la realidad de cualquier experimentación es que puede volverse habitual y puede apoderarse de tu vida… Nunca, nunca estaré en desacuerdo con las habilidades esclarecedoras de las drogas y también, ya sabes… respeto su potencia. Tienes que tener muy buenas intenciones, de lo contrario… incluso las mejores intenciones del mundo pueden salir mal”20.

En 2014 agregó:
“Para mí, [la heroína] fue increíblemente creativa. Me liberó… Una combinación de eso y tocar mierda simple, hermosa y repetitiva en África me cambió por completo como músico. De alguna manera logré desinhibirme con mi voz. Solo puedo decir que la heroína fue increíblemente productiva para mí… Te convierte en una persona muy aislada. En última instancia, cualquier cosa de la que realmente dependas no es buena”21.

Albarn ha dicho que “Beetlebum” describe su experiencia con la heroína y muchos especulan que el título de la canción hace referencia a fumarla en papel de aluminio.

“Morphine” – Michael Jackson


Michael Jackson Estate

Un artista de alto perfil cantando sobre su adicción a las drogas no es ni novedoso ni escandaloso, más aún tratándose de drogas de prescripción médica. Sin embargo, a finales de los 90, las farmacéuticas lograron presionar al sistema de salud estadounidense para considerar el dolor como un signo vital. A partir de ese momento, inició la actual epidemia de adictos a los opioides de prescripción médica. En la década siguiente, dichas prescripciones se cuadriplicaron, al igual que las sobredosis, causa final del deceso del Rey del Pop.

“He’s trying hard to convince her
To give him more of what he had
Today he wants it twice as bad
Don’t cry, I won’t resent you
Yesterday you had his trust
Today he’s taking twice as much
Demerol, Demerol
Oh God, he’s taking Demerol”

“Se está esforzando en convencerla
De que le dé más de lo él que tenía
Hoy lo quiere mucho más
No llores, no me molestaré
Ayer tuviste su confianza
Hoy él está consumiendo el doble
Demerol, Demerol
Oh Dios, está tomando Demerol


2000


Laboratorio S. E. Massengill Company, actualmente en manos de Prestige Brands

A pesar de ayudar a mejorar la vida de los adictos a la heroína y reducir las tasas de crimen, la metadona tanto en su uso recreativo como en los tratamientos de rehabilitación (con un alto porcentaje de éxito), también se convirtió en un problema de salud pública a finales de los 90 e inicios de los 2000. Las cifras de sobredosis por metadona subieron hasta un 390% entre 1999 y 200422. Esta epidemia de muertes también ha afectado a las celebridades entre las cuales, por supuesto, se encuentran los músicos. Desde la década de 1970 los músicos son las figuras públicas asociadas a la industria del entretenimiento que más han muerto por abuso de drogas23 y los casos han aumentado desde el cambio de siglo.

“Hurt” – Johnny Cash (Trent Reznor)

En 2005, a Trent Reznor (el autor e interprete original de “Hurt”) le preguntaron si esta hacía referencia a la adicción a la heroína24, Reznor respondió lo siguiente.

“Cuando escribí la canción no tenía idea de lo que me esperaba. Escribí el álbum The Downward Spiral, pensando en alguien que sigue este camino y que fue una extensión de mí. Pero estaba en mi cabeza. En realidad, no lo había vivido.Más tarde lo viví. No me di cuenta de que el disco era una premonición. Estaba usando la metáfora de las drogas adelantándome a lo que estaba sucediendo. Pero no era un junkie. Más tarde me convertí en uno, pero no sabía que había un adicto en mí que aún no había brotado de la tierra.”

Por su parte, Cash la llamó “la mejor canción antidrogas que he escuchado”25.

“Pourin’ Up” – Pimp C (Feat. Mike Jones & Bun B) – 2006

“Pourin’ up” hace referencia al preparado de prometazina, codeína y soda, el popular syrup o sizzurp en Texas. El consumo de esta combinación junto con dolencias previas llevó al rapero a su muerte en 2007.


2010

Las drogas depresoras, sean opiáceos u opioides, los cuales muchas veces se consumen junto con alcohol, son las drogas que pueden llegar a ser mortales a más temprana edad para sus consumidores compulsivos. La edad media de muerte de quienes las consumen es de 35-37 años26. Las muertes e índices de adicción debido a la dependencia de los opioides de prescripción médica siguen creciendo, así como la producción ilegal de opio, muy a pesar de casi un siglo de guerra contra las drogas. Además, los adictos a estas sustancias cambian constantemente de droga, dependiendo de la situación del mercado y la economía personal. El hecho de que ahora existan fármacos de venta libre que contrarrestan los efectos de las sobredosis, tampoco ayuda mucho. Se trata de una situación que solo se va a complejizar, a 2018 se ha registrado un aumento del 618% en la oferta de nuevas sustancias psicoactivas, legales e ilegales.

Los artistas sufren comúnmente de dolores musculares y óseos, depresión y ansiedad, acuden a la formulación alopática para mejorar su resistencia y fuerza en el escenario, así como aliviar la presión y las exigencias27; son un sector vulnerable a la adicción y sus riesgos. La relación de los estos con las drogas no solo fluye en la vía trágica y aunque los resultados “positivos” son más complejos de medir o valorar, la relación de la música y las drogas recorre una vía de transformación de doble sentido con las sociedades modernas, sus políticas, sus imaginarios colectivos y sus economías.

“Stockholm City Blues”-Mark Lanegan

Mark Lanegan, “sobreviviente” del movimiento musical de Seattle de inicios de la década de 1990, no extraña las canciones sobre drogas y alcohol en su repertorio. Acaba de publicar una autobiografía en la que relata una vida plagada de abusos de múltiples sustancias. Cuenta, por ejemplo, por qué no le contestó el teléfono a Kurt Cobain (a quien consideraba como su hermano menor) la noche de 1994 en que Cobain terminó con su vida28. En entrevistas recientes ha dicho que su adicción a la heroína lo salvó de morir debido a su severo alcoholismo, una situación harto particular dado el alto índice de mortalidad de los adictos al opiáceo. En “Stockholm City Blues” (canción que hace parte del álbum que acompaña su biografía) narra sus tormentos como adicto en una noche de gira en la capital sueca.

“Corrido de Rosa Pistola” – Rosa Pistola ft Ely Quintero –

La guerra contra las drogas nos privó de poder reivindicar y descubrir mucho antes otros de los muchos beneficios medicinales del cannabis. A los “poderes” otorgados por los músicos de jazz en las décadas de 1930 y 1940 hemos sumado su potencial anticancerígeno, anticonvulsivo, antidepresivo e, incluso, se vislumbra como prometedora terapia para tratar adictos a otras sustancias. Del cannabis se habla como posible salvador de economías nacionales, captador de carbono y desintoxicante de suelos. El cannabis está en su época dorada gracias a todos los cultivadores que alrededor del mundo lo cultivaron en patios, subterráneos, terrazas o en las cocinas de sus casas, la mayoría de los casos, de forma subrepticia, en contra de la guerra o del prejuicio. A todo ello y al “amor por la plantita”29 le han cantado varios géneros (como el reggae, del que podemos hablar después) y en este caso, siendo fiel a su tradición de cantarle a los forajidos, a los antihéroes, los nuevos “corridos verdes” le cantan al mundo del cannabis, cada vez menos subrepticio.

1 Nagelhout GE, Hummel K, de Goeij MCM, de Vries H, Kaner E, Lemmens P. How economic recessions and unemployment affect illegal drug use: A systematic realist literature review. Int J Drug Policy. 2017;44:69‐83. doi:10.1016/j.drugpo.2017.03.013

2 Martín-Barbero, J. (1991). De los medios a las mediaciones. México D. F.: Gustavo Gili. (p179)

3 RAMIREZ PAREDES, Juan Rogelio. Huellas musicales de la violencia: el «movimiento alterado» en México. Sociológica (Méx.) [online]. 2012, vol.27, n.77, pp.181-233. ISSN 2007-8358.

4 https://www.aljazeera.com/indepth/features/2016/10/history-war-drugs-vikings-nazis-161005101505317.html

5 https://ukdiss.com/examples/impact-drugs-new-york-jazz-scene.php

6 https://www.youtube.com/watch?v=IMipw5NWSZk

7 Markert, John, (2001). Sing a Song of Drug Use-Abuse: Four Decades of Drug Lyrics in Popular Music-From the Sixties through the Nineties. Sociological Inquiry, Vol. 71, No. 2. Austin, TX. P195.

8 https://www.nytimes.com/2019/03/08/nyregion/thelonius-monk-charlier-parker.html

9 Mold A. (2007). Illicit drugs and the rise of epidemiology during the 1960s. Journal of epidemiology and community health, 61(4), 278–281. https://doi.org/10.1136/jech.2006.046334

10 https://www.theguardian.com/culture/2013/jan/10/marianne-faithfull-decadent-mick-jagger

11 La clasificación de sustancias psicoactivas Cuando se dejó atrás a la ciencia. 2019. En http://www.globalcommissionondrugs.org/wp-content/uploads/2019/06/2019Report_ESP_web.pdf?fbclid=IwAR0QB55QlyHxwyxnp47xlP6vYNivqMh3lgW2QiODY23yvLuA9QUJ2ZA4VIU P13.

12 https://www.bostonmagazine.com/news/2017/04/05/james-brown-saved-boston-king/

13 https://www.youtube.com/watch?v=JfSayXyqw64

14 Market, John. Sing a Song of Drug Use-Abuse: Four Decades of Drug Lyrics in Popular Music-From the Sixties through the Nineties. Sociofogical Inquiv, Vol. 71, No. 2, Spring 2001, 194-220 82001 by the University of Texas Press, PO. Box 7819, Austin, TX 78713-7819

15 https://www.theguardian.com/society/2008/nov/16/drugs-music-link

16 https://www.radionacional.co/noticia/conversando-la-salsa/solista-no-solo

17 https://craythornedrew.wordpress.com/2017/01/09/chapter-four-the-construction-of-heroin-chic-as-a-moral-panic-and-the-effects/

18 https://www.nytimes.com/1997/05/22/us/clinton-calls-fashion-ads-heroin-chic-deplorable.html

19 https://www.vice.com/es_co/article/rbza9w/el-expreso-del-hielo-cuando-manu-chao-vivio-en-colombia

20 https://www.theguardian.com/music/2012/apr/07/damon-albarn-gorillaz-heroin-blur

21 https://www.nme.com/news/music/damon-albarn-53-1240219

22 https://citylimits.org/2009/07/05/heroin-from-the-civil-war-to-the-70s-and-beyond/

23 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5148833/

24 https://www.uncut.co.uk/features/interview-trent-reznor-44092/

25 https://www.independent.co.uk/arts-entertainment/music/features/story-of-the-song-hurt-johnny-cash-2002-956308.html

26 Just, J. M., Bleckwenn, M., Schnakenberg, R., Skatulla, P., & Weckbecker, K. (2016). Drug-related celebrity deaths: A cross-sectional study. Substance abuse treatment, prevention, and policy, 11(1), 40. https://doi.org/10.1186/s13011-016-0084-z

27 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5148833/

28 https://www.theguardian.com/music/2020/apr/30/mark-lanegan-screaming-trees-kurt-cobain-death-liam-gallagher-sing-backwards-and-weep

29 https://www.chicagotribune.com/hoy/entretenimiento/ct-hoy-entretenimiento-qu-son-los-corridos-verdes-20180321-story.html