Textos
Juliana Gómez Quijano
Colombia -
enero 04, 2023

Nosotras y el vacío negro del espacio

Durante la pandemia, la fotógrafa colombiana Juliana Gómez Quijano inició una investigación sobre la participación de las mujeres en los viajes al espacio. Descubrió que en toda la historia de la exploración espacial no solo han sido pocas las astronautas: ninguna ha pisado la luna. Con eso en mente, Gómez creo Elena I, la primera expedición a la luna tripulada exclusivamente por mujeres.

Por Marcela Vallejo

Hasta el momento 549 personas han viajado al espacio, y de todas ellas sólo el 11% han sido mujeres. Ninguna ha pisado la luna. A la fotógrafa colombiana Juliana Gómez Quijano eso le llamó mucho la atención. Durante la pandemia decidió iniciar una investigación sobre la relación entre fotografía y ciencia. Entre los textos que revisó estaba el libro Seeing Science, publicado por Aperture Foundation, en el cuál había un capítulo sobre los viajes a la luna, con fotos de Buzz Aldrin, uno de los tripulantes del Apollo 11. Una de esas fotografías es la icónica imagen de Neil Armstrong caminando por primera vez sobre la superficie lunar.

Poco después, Gómez se enteró de que todo el archivo de la NASA, con las fotos del libro de Aperture y otras, estaba disponible para dominio público en Flickr. Ella descargó las casi 15.000 fotos y empezó a preguntarse qué podría hacer con todo ello. Así fue como imaginó el que sería su siguiente proyecto: Elena I, la primera expedición a la luna tripulada exclusivamente por mujeres.

Ayahuasca Musuk

June Juno

Para entender mejor todo lo que implica un viaje estelar y construir un relato, Juliana inició una investigación que implicó sumergirse en el archivo de la NASA, las memorias de astronautas y científicxs. Le interesaban “las experiencias de los astronautas, cómo era el despegue, cómo son esos momentos significativos en los viajes que los llevan a sentirse vulnerables. No me interesaba esta imagen que nos han vendido de los astronautas heroicos. Ir al espacio es una cosa que nos compromete en muchos sentidos psicológicamente, la salud mental, el cuerpo.”

Luego, la fotógrafa hizo una convocatoria: llamó a mujeres cis y trans que durante su infancia o adolescencia hubieran soñado con ser astronautas. Llegaron 30 mujeres, la fotógrafa las entrevistó a todas. Le interesaba conocer sus ensoñaciones, sus formas de entender la luna, sus creencias. De ahí ella empezó a construir imágenes.

Al tiempo, Gómez empezó a trabajar con el diseñador de modas Camilo Álvarez para crear los trajes especiales. Revisaron el archivo que ella había ido construyendo para registrar los cambios que habían tenido los trajes de la NASA, y se inspiraron también en películas de ciencia ficción. Álvarez creó un traje que reinterpreta esos referentes: tiene velos para jugar con el viento y la idea del espacio, y tiene guiños al estilo de la década de 1970, el momento cumbre de la carrera espacial.

Este trabajo permitió que ella ganara la beca del Parque Explora y el Planetario de Medellín. En diciembre expuso Elena I en el marco de la exposición “El espacio que somos”, junto a otros tres artistas ganadores de la beca.

June Juno

June Juno

Las partes de la nave

Hasta el momento, este proyecto consiste en cuatro elementos. Primero, una apropiación del archivo de la NASA. Juno revisó cuidadosamente las fotos que descargó y eligió aquellas en las que hubiera “errores” que dan la entrada a ciertos colores, veladuras, pero también aquellas en las que los astronautas se ven vulnerables o compartiendo la vida cotidiana. 

El segundo es la creación de un nuevo archivo: el de la expedición Elena I. Estas son las imágenes creadas por Juno con las 6 astronautas elegidas. Una de ellas es Lina María Parra Ochoa, quien fue la encargada de escribir el diario de abordo, el tercer elemento. Ella retomó las notas, apuntes y entrevistas que había hecho Juno y escribió un texto en el que narra y describe los días del viaje. Ese diario fue ilustrado por Isabel Gómez Machado.

La intención es jugar en la línea tenue entre la realidad y la ficción y por eso también en la exposición están los dos números de la revista Life publicados 10 años antes de la misión Apollo 11, apartados del documental Mercury 13, la respuesta (reescrita) del presidente Kennedy a una carta escrita por una niña que quería ser astronauta. 

Elena I se ubica temporalmente después del primer alunizaje. Uno de los actos más importantes de una de las astronautas del relato es cuestionar el gesto colonizador de sus anteriores colegas al poner en la superficie una bandera de los Estados Unidos. En medio de sus labores, cuenta en el diario de abordo que tomó una decisión: arrancar la bandera. Se sorprende con la facilidad con lo que logra y concluye que: “es mejor así, que la Luna no es de nadie”.

El cuarto y último elemento de todo el proyecto es una banda sonora creada por Federico Goes, un músico de Medellín. La música toma como referentes los momentos más  importantes de un viaje espacial, la obra se llama: Mujeres en el espacio.

Gómez quería imaginar la posibilidad de mujeres caminando sobre la luna. Una idea que la NASA ha anunciado que sucederá en el 2024, 55 años después de la primera caminata lunar. La participación de las mujeres en el mundo de la exploración espacial ha sido reducida, y sobre todo invisibilizada. Durante mucho tiempo en la NASA se negaron a la posibilidad de que existieran mujeres astronautas, en 1983 cuando la primera participó en un viaje espacial, cosmonautas soviéticas ya lo habían hecho 14 años antes. 

Ahora hay astronautas mujeres, con la lucha de muchas de ellas a lo largo de las últimas seis décadas se ha logrado que hayan expediciones que buscan la paridad en la tripulación y que procuran disminuir las inequidades y las brechas de género. Sin embargo, las disparidades no terminan pues las astronautas siguen siendo menos, aún cuando algunas están más preparadas “tienen casi el doble de doctorados que ellos, 50% contra 28%”.

La tripulación del Elena I estuvo compuesta por: Lina María Parra, Lina Rojas, Milena Contreras, Aleska Montoya, Manuela Giraldo y Nébula. Palomita, la perrita, acompañó algunos de los entrenamientos y junto a Natalia Villa se encargó de la producción del proyecto y la exposición. Carolina Chacón fue la curadora y acompañó el proceso creativo de Juno con preguntas importantes sobre el género y la sexualidad.

Todo este equipo de mujeres nos recuerda, como se anuncia en el diario de abordo después del despegue, que “de ahora en adelante el futuro es la oscuridad estrellada del espacio que nos espera.”

June Juno