Recital, from Dialect, 2020-2022 © Felipe Romero Beltrán.
Entrevistas
Felipe Romero Beltrán
Colombia -
febrero 25, 2022

Oda a una fotografía lenta

Para Felipe Romero Beltrán, elegir un tema para fotografiar implica contar con tiempo para dedicarle. Tiempo para estar. Tiempo para que las preguntas aparezcan. Tiempo para responderlas. Tiempo para cambiar.

El fotógrafo y artista visual colombiano ahora cursa un PhD en la Universidad Complutense de Madrid mientras trabaja sobre territorios en los que los límites y fronteras entre cuerpos, violencias y conflictos están poco claros. Como el Río Bravo, al norte de México, por donde se cruza a Estados Unidos. O la violencia burocrática y policial contra los migrantes en Europa.

 

Ayahuasca Musuk

Bravo, 2020-2022 © Felipe Romero Beltrán.

¿Cómo nació tu trabajo ‘Bravo’?

Empieza de manera orgánica, era un proyecto que no tenía planificado. Comencé a hacerlo por una visita al norte de México a ver algunos amigos. El Río Bravo es fundamental en México a nivel geográfico, histórico y social. Yo tenía esa idea rondando en la cabeza. Empecé a hacer fotografías. Después de esa cuestión más anecdótica del viaje pedí una subvención al Estado. Eso te obliga a marcar un cierto cronograma del proyecto, con objetivos y una cierta manera de hacerlo. Así decidí hacer algo cercano al río o en el río. Sabía que el proyecto iba a ser del lado mexicano, por una cuestión de papeles pero también porque el proyecto no tenía pretensión de abarcar mucho, sino de aprendizaje. 

Intento trabajar siempre en donde pueda estar un tiempo. Creo que un poco se nota: mi fotografía es muy lenta. Tardo, me demoro mucho en los lugares. Intento detenerme en el momento de hacer la fotografía. Me sale así. He ido varias veces y recorro. 

Voy a una zona anterior al río. La idea del “paisaje anterior” a la frontera me interesa más que el lugar propiamente del conflicto. Mi fotografía está más cómoda en la entrada. Al proyecto le queda un año más, como mínimo. Necesito tiempo para entender y preguntarme algunas cosas.

Las preguntas son averbales, las imágenes son mucho más antiguas que las palabras, tienen este componente a veces insalvable entre lo que verbalizas y lo que ocurre. En términos más políticos, esta zona anterior o lugar intermedio es interesante. Es lo que me está moviendo ahora a hacer fotografía, detener las cosas con la imagen fotográfica. No en su concepción más naif de detener el tiempo sino suspender lo que está enfrente. También hago retratos. Entonces, esa pregunta es más intensa en ese sentido cuando está el otro enfrente, sobre cómo presentar o representar al otro. 

¿Dirías que existe una continuidad entre ‘Dialecto’ y ‘Bravo’?

Dialecto tiene más recorrido, comenzó antes. El proyecto empieza con unos chicos que acababan de cruzar el Mediterráneo desde Marruecos, estaban en proceso de espera y de burocratización de su residencia en España. Eso puede durar hasta tres años, sumado a la pandemia, y a otras capas que tenemos además de solventar el ser migrantes. El idioma, los papeles, conseguir un trabajo, escolarizarte. 

En estos dos proyectos lo que me interesa es detectar algunas características, más allá del conflicto. Hay algunas inquietudes por el cuerpo y ese cuerpo atravesado por una política específica. Por ejemplo, toda la burocracia europea que se atraviesa para residir legalmente en un país de la Unión Europea.

Dialect, 2020-2022 © Felipe Romero Beltrán.

Dialect, 2020-2022 © Felipe Romero Beltrán.

Dialect, 2020-2022 © Felipe Romero Beltrán

Reducción, 2019 © Felipe Romero Beltrán.

Y un poco más atrás en el tiempo, has hecho ‘Reducción’

Eso empezó por una invitación a ser parte de una residencia en un centro cultural en Lavapiés, Madrid. El proyecto empieza con la consigna de trabajar en uno de los barrios más emblemáticos, que ahora sufre un proceso de transformación bastante violento. Comencé a pensar sobre el proceso de sometimiento y reducción policial. El proyecto tiene tres partes. En uno pregunto dónde se hacen chequeos policiales. Entiendo que son aleatorios, aparecen una serie de personajes que se hacen llamar policías y piden papeles. El que no tiene, tiene un proceso diferente. En estos registros de las calles, aparecían escenas potenciales. Es una serie que yo fotografío por la noche. 

La otra parte le pido a dos chicos indocumentados que reproduzcan el manual de defensa policial. Hay una estructura del dolor hacia el cuerpo en este manual que cuenta de forma detalladísima cómo someter al otro. 

Reducción, Revista EXIT N 81, 2021 © Felipe Romero Beltrán.