Entrevistas
Jaime Andrés Vinasco
Colombia -
diciembre 28, 2022

Paliadélicos: la dignidad del buen morir

Desde hace un tiempo se ha puesto en discusión la idea del ‘buen vivir’, en relación a ciertas prácticas originarias de las comunidades andinas. Pero poco se habla del ‘buen morir’. Ambas nociones parten de una aspiración universal: tener una vida digna supone tener, también, una muerte digna. ¿Pueden las sustancias psicoactivas ayudarnos a conseguir este fin? Es lo que creen algunos especialistas que han encontrado en ciertas plantas la posibilidad de proveer un bienestar psicoespiritual que ayude a los pacientes en los tránsitos finales de la vida. 

En el cuarto episodio de la segunda temporada de ‘Jardines y Laberintos’, conversamos de estos temas con Jaime Andrés Vinasco, enfermero, magíster en Culturas y Drogas y doctor en Ciencias Sociales. En 2019, él creó junto a su pareja la Fundación Conciencia Viba, por la que pasan alrededor de unas 500 personas cada año. La filosofía de este centro de atención se basa, precisamente, en la idea del ‘buen morir’. 

Para Vinasco, “hablar del buen morir, es entre otras cosas, recuperar la naturalidad del proceso de morimiento. Es volver a poner sobre distintos escenarios sociales, familiares y de todo ámbito humano, el tema de la muerte como un hecho natural”. El equipo de profesionales que lidera se encarga de acompañar a la persona que está en los últimos momentos de su vida y a sus familiares en un proceso que busca, principalmente, el bienestar psicoespiritual. 

Como explica nuestro invitado, “en los últimos años han habido importantes avances en los cuidados de las personas al final de la vida. Sin embargo, esos enfoques de atención son en cierta manera parciales y muy miopes, porque se han centrado en el cuerpo biológico del ser humano y hemos descuidado la parte psicoespiritual, que es tal vez la más importante cuando por el cuerpo físico hay poco o nada que hacer. Es en las angustias de carácter psicológico que la Fundación Conciencia VIBA apoya a la población moribunda”.

Este apoyo se basa, entre otras cosas, en el uso de ‘paliadélicos’: es decir, sustancias psicodélicas que permiten “la mitigación del sufrimiento y las angustias propias del final de la vida”. Para Vinasco, el estatuto legal ambiguo de estas sustancias es, desde luego, un problema. Sin embargo, considera que es necesario promover la libertad de cada quien para elegir los tratamientos o intervenciones que desea a lo largo de la vida, en la enfermedad o incluso en el proceso de muerte.

“En la actualidad hay un gran error social y es pensar que estamos entrando en un experimento que es legalizar las drogas o regularlas”, dice. “Lo primero que tenemos que entender es que el error fue prohibirlas. Estas sustancias han estado presentes durante milenios en las sociedades y lo que hicimos fue un experimento hace cien años de empezar a prohibirlas. Ya sabemos los resultados que esto nos ha dejado”.

Finalmente, subraya la importancia de cerrar brechas en términos de investigación científica en torno a estas sustancias en la región: “es una pena que siendo México, Colombia y casi todos los países andinos, los más ricos del mundo en estas sustancias, seamos los últimos en llegar a la fiesta. O que tengamos que beber de este conocimiento del Norte global, porque aquí no estamos investigando.”