Salvar el planeta es también una lucha feminista
En el proyecto Mulheres na Luta Climática, la fotógrafa brasileña Gabriela Di Bella se propuso retratar y contar las historias de mujeres que lideran la lucha contra el cambio climático en campos como la ciencia, los medios de comunicación y la política comunitaria. Sus imágenes nos recuerdan que el activismo ambiental está atravesado por cuestiones de género.
Por Alonso Almenara
El calentamiento global no es neutral en cuanto al género. Por ejemplo, el 80% de las personas desplazadas por desastres relacionados con el clima son mujeres. Esto lo sabe bien la fotógrafa brasileña Gabriela Di Bella: su proyecto Mulheres na Luta Climática [Mujeres en la Lucha Climática] rastrea la participación de las mujeres en distintos campos de la lucha ambiental, enfocándose en sus historias y sus liderazgos.
El proyecto consiste en una serie de retratos de científicas, lideresas indígenas, reporteras, dirigentes comunitarias: mujeres involucradas en distintas áreas del activismo ambiental que trabajan para mitigar el impacto del cambio climático en la naturaleza o para encauzar nuestro modo de vida hacia formas de explotación económica más sustentables.
El cambio climático, sabemos, se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, pero hoy sabemos que las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático desde el siglo XIX en adelante, principalmente debido a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. El uso de estos combustibles genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas.
Los últimos informes de la ONU advierten que miles de científicos y revisores gubernamentales coincidieron en que limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5 °C nos ayudaría a evitar los peores impactos climáticos y a mantener un clima habitable. Sin embargo, las políticas actuales apuntan a un aumento de la temperatura de 2,8 °C para finales de siglo. Por esta razón, el activismo ambiental es crítico para conseguir cambios efectivos que permitan sustentar, en las próximas décadas, la vida humana en el planeta: y la participación de las mujeres —el grupo más afectado por esta problemática, junto a las infancias— es un componente crucial.
“Estas mujeres abren caminos, senderos verdes en medio del cemento de la ‘sociedad mercantil’, para que muchas otras puedan pasar junto a ellas”, dice Di Bella. “Es un viaje colectivo e incansable, ya sea pisando entre los árboles de la Amazonía, sobre el cemento en las afueras de las ciudades o navegando por el océano, en el que no hay lugar para rendirse”.
Venisse Schossler, la primera mujer científica en pisar la Antártida a través del proyecto Criosfera 2, que estudia la relación entre eventos extremos en el clima brasileño y el continente helado.
Posó para una foto en el laboratorio donde analiza el agua para probar esta relación entre continentes. Porto Alegre, RS, Brasil – enero de 2023 – Foto: Gabriela DiBella
La joven líder indígena Txai Suruí, presidenta del Instituto Kanindé, llamó la atención del mundo con su discurso en la COP26. Ella y su familia siempre han sido blanco de amenazas
debido a su lucha por preservar el bosque en las reservas de su estado, Rondônia. Porto Velho, Rondônia, Brasil – Foto: Gabriela DiBella
Amanda Costa joven activista nacida en Brasilândia, un barrio periférico de la ciudad de São Paulo, viaja por el mundo dando conferencias, participando en COPs y
difundiendo información sobre el racismo climático y sus consecuencias para los que viven en las afueras de las grandes ciudades. São Paulo, SP, Brasil – Foto: Gabriela DiBella
Paulina Chamorro, periodista, nacida en Chile y radicada en Brasil, trabaja desde hace más de 20 años con foco en el periodismo ambiental, trabajando en la preservación
y dando espacio para entrevistas con activistas y científicos en el podcast Voces del Planeta. Ilhabela, SP, Brasil – Foto: Gabriela DiBella
Preta Ferreira, multiartista, activista, fue injustamente detenida por persecución política. Siempre luchó por el derecho a la vivienda, liderando el movimiento para ocupar edificios vacíos (abandonados para exploración inmobiliaria) en el centro de São Paulo. La reutilización de estos espacios para dar vida y vivienda a lugares degradados es también un acto de preservación de los recursos ambientales. Preta también trabaja como consejera del Nuevo Acuerdo Verde Brasileño. São Paulo, SP, Brasil – Foto: Gabriela DiBella
Gabriela Di Bella es Máster en audiovisual de la Universidade Anhembi-Morumbi, donde desarrolla investigaciones sobre fotografía fake. Actualmente trabaja como fotoperiodista freelance desarrollando sus propios proyectos y colabora con medios como National Geographic, The Intercept, Folha de S. Paulo y BBC Brasil.
Recibió el premio de periodismo ADEP-DF 2013 por las fotos del artículo «Presos e Esquecidos» sobre la actuación del Ministerio Público dentro de la Penitenciaría Central. En 2018, su ensayo de retratos de la Marcha Gay de la Avenida Paulista fue seleccionado para la exposición «Con mucho orgullo» en el Museo de la Diversidad Sexual de São Paulo.
E·CO/23]
Este trabajo es una de las inspiraciones de E·CO/23], la nueva edición de nuestro encuentro de colectivos fotográficos, que este año tendrá como ejes temáticos: Ecologías, Territorios y Comunidades.
A través de esta convocatoria, nos interesa reunir historias que hablen de desarrollo sostenible, movimientos comunitarios y modos de habitar la tierra en comunidad para lograr nuevas narrativas construidas desde la pluralidad de la creación colectiva.
Cada proyecto seleccionado recibirá un apoyo de 5.000 euros para su producción. Los proyectos pueden ser presentados por colectivos ya existentes o por grupos de personas que trabajen en colaboración para este proyecto, de forma interdisciplinar.
Los grupos seleccionados participarán en un proceso colectivo de producción y reflexión que contará con un acompañamiento pedagógico junto a especialistas en las temáticas.
Una vez finalizada la etapa de producción se presentarán los resultados del proyecto en una o varias exposiciones que pueden itinerar y en las plataformas digitales de Fundación VIST, de la AECID, y de los Centros Culturales de España participantes o de las instituciones que éstos designen. De ese modo se busca consolidar redes para la creación y circulación de narrativas visuales en el territorio iberoamericano.
