Cómo re(apropiarse) de una imagen con un algoritmo
En 2021, el fotógrafo y cineasta argentino Germán Britos creó la serie Desbaldessari, publicada luego como fotolibro: un ejercicio de juego y apropiación a partir del trabajo del artista conceptual John Baldessari. Con la ayuda de un software, Britos se propuso «desbalderissar» la obra del maestro estadounidense. El resultado: nuevas imágenes cargadas de nuevos significados.
Por Marcela Vallejo
“En 100 años, sospecho que seré más recordado como el hombre que puso puntos sobre las caras de la gente”, dijo John Baldessari en un video-homenaje (con la narración ronca de Tom Waits), tal vez con más sarcasmo que modestia. Lo cierto es que la obra del maestro estadounidense ha sido fuente de inspiración e influencia para muchos artistas, no por nada fue llamado “el abuelo del arte conceptual”. Sus obras más reconocidas son imágenes intervenidas: algunas son fotografías hechas por él mismo y otras apropiadas, intervenidas con puntos de colores, manchas o formas que suelen estar sobre la cara de las personas retratadas.
El fotógrafo y cineasta argentino Germán Britos no es exactamente un artista que haya sido influenciado por Baldessari, pero vio en su obra una posibilidad de exploración visual. En 2021, Britos tomó un taller en la Plataforma Freezer con Martin Bollati titulado “Errar los aparatos”. El taller buscaba promover una crítica al aparato fotográfico jugando con la idea de la malinterpretación como herramienta para crear.
A partir de los ejercicios y de las preguntas que surgieron en el taller, a Britos le quedaron rondando algunas ideas que podrían expresarse en palabras como algoritmo, inteligencia artificial, gesto fotográfico o apropiación. Además, él ya tenía cierta afinidad con formas experimentales de crear imágenes. Entre sus referentes, por ejemplo, se encuentran los japoneses Daidō Moriyama o Daisuke Yokota, los estadounidenses Lee Friedlander o Garry Winogrand, o fotógrafos pintores como el argentino Arturo Aguiar.
Con todo ese bagaje y, sobre todo, instigado por el taller de Bollati, Britos propone Desbaldessari, un ejercicio de “apropiar la apropiación”: tomó las imágenes apropiadas e intervenidas de Baldessari y “a todas esas cosas que él tapaba con colores, puntos y cosas, les apliqué un algoritmo de Photoshop para tratar de reconstruir la imagen previa, es decir, lo que estaba antes de que Baldessari haga su intervención”.
Germán Britos
Desbaldessari | Editorial Sed
Para Britos era evidente que ni él, ni el algoritmo podrían recuperar la imagen original. Ese no era el objetivo, de hecho él no tenía una imágen específica en mente. Él guiaba al algoritmo y este completaba la imagen, lo que resultó también en dar por tierra con la idea romanizada de la imagen bella. “No importaba si la imagen que resultaba me gustaba o no me gustaba, o me parecía que podía estar mejor o no. Dejé eso de lado y confié en el procedimiento y en el gesto específico de la desbalderissación.”
Desbaldessari fue editada por Martin Bollati y presentada como un fotolibro de la colección Enigma en Sed, la editorial que él dirige. Esta colección tiene una serie de publicaciones unidas por “la exploración del misterio en la imagen fotográfica”.
Germán Britos
El nombre de la obra proviene de la idea de “desbalderissar”, es decir, revertir el procedimiento original de apropiación e intervención de fotografías, y en el juego construir nuevas imágenes. En el texto que presenta su fotolibro, Britos es más elocuente: «Desbaldessari se engendra como una aproximación lúdica y arrebatada, repleta de apropiaciones, ocultamientos e intervenciones. Algoritmos y automatizaciones son quienes invierten el gesto baldessariano. Proceso mecánico y reiterativo que se pliega, tuerce y retuerce. Se agota. Tambalea y tropieza en su intento por devolverle a esas imágenes un estado anterior. Todos lo sabemos: es imposible revivir a un muerto».
Germán Britos
