Ganador Categoría Fotoperiodista Iberoamericano del Año 2023. Federico Ríos Escobar (Colombia)
Entrevistas
Pablo Corral
Ecuador -
junio 24, 2023

¿Hacia dónde va la fotografía latinoamericana?

Pablo Corral es fundador y director del premio POY Latam, que reconoce la excelencia en la fotografía documental, periodística y artística en Latinoamérica desde 2011. En esta conversación, el especialista comenta los trabajos ganadores de la última edición, y ofrece una mirada franca sobre las tendencias en la fotografía de la región. Corral discute además las medidas que adoptan los concursos de fotografía para mantenerse relevantes frente a la crisis económica y de credibilidad que atraviesa el fotoperiodismo.

Por Alonso Almenara

Ocurrió con World Press Photo: el más famoso de los certámenes que premian lo mejor del fotoperiodismo a nivel mundial renovó su estructura este año, reemplazando el tradicional esquema de concurso internacional por una red de concursos regionales. Para el fotoperiodista, escritor, artista y gestor cultural ecuatoriano Pablo Corral, es una necesidad de esta época. Él es fundador y director del premio Poy Latam, un concurso regional que ha logrado consolidarse en un panorama aparentemente adverso, marcado por la crisis del fotoperiodismo. 

“Las imágenes han perdido credibilidad”, reconoce. Pero abandona rápidamente el tono fatalista. El concurso que lidera desde 2011 ha hecho apuestas ambiciosas para adecuarse mejor a los caminos que la fotografía está tomando. Entre ellas, la apertura de nuevas categorías. A las llamadas “Categorías clásicas”, que buscan distinguir la excelencia en trabajos que utilizan las herramientas tradicionales de la fotografía documental, se suman ahora las Categorías abiertas: es una forma de reconocer que existe una fotografía que va más allá de las reglas estrictas del fotoperiodismo, que puede usar photoshop e intervenir las imágenes. Para Corral, “vamos a tener que reflexionar sobre la capacidad disruptiva de la inteligencia artificial y las aplicaciones de stable diffusion. Dentro de poco no vamos a saber si una imagen es real o generada”.

Ayahuasca Musuk

Ganador Categoría Vida Cotidiana – Foto única. Esteban Biba: “Rezar” (Guatemala)

 

En su séptima edición, el POY Latam contó con dos jurados que valoraron 27.357 imágenes de 1.388 creadores visuales de todos los países de Iberoamérica. 88 trabajos de 75 postulantes provenientes de 13 países fueron premiados. La lista completa de ganadores está disponible aquí, e incluye nombres como el de la fotógrafa ecuatoriana Isadora Romero, que obtuvo el primer lugar en la categoría Transmedia con su trabajo audiovisual “La sangre es una semilla”. En tanto, el colombiano Federico Ríos Escobar fue seleccionado como el Fotógrafo Iberoamericano del Año. Se llevó también otros dos premios: el primer lugar en la categoría de Derechos Humanos, con una serie de 10 fotografías sobre los migrantes que atraviesan el Tapón del Darién para llegar a Estados Unidos; y el primer lugar en la categoría Fotolibro, con el ensayo “Verde”, que recoge 10 años de fotografías del conflicto armado en Colombia.

Destacan además ganadores como el mexicano Félix Márquez (Noticias-foto única), con una imagen de una niña haitiana que es llevada en brazos de un migrante mientras cruzan el Río Grande, y el fotoperiodista peruano Aldair Mejía López (Noticias-serie), con imágenes sobre las manifestaciones y represión policial en Lima y otras ciudades del Perú tras la caída de Pedro Castillo y la toma del poder por Dina Boluarte. 

Corral se siente curiosamente incómodo con la retórica de las premiaciones: “este año, el jurado de Categorías abiertas decidió no dar primeros premios en varias categorías”, comenta. “Antes del juzgamiento, eliminamos los segundos y los terceros premios. Nos parece que es una arbitrariedad el decir que este trabajo es un poco mejor que este otro, eso no tiene ningún sentido. Solo podemos destacar algunos trabajos. Tal vez así será en el futuro”. Con esa misma sinceridad habló de su entusiasmo y sus reservas con respecto a la producción visual que le ha tocado examinar como observador privilegiado en los últimos doce años.

Ganadora Categoría Deportes. Ana Elisa Sotelo: “Cardumen de mujeres” (Perú)

Ganador Categoría Nuestra Mirada. Colectivo “Mujeres Mirando” (Ecuador)

“Algo que es clarísimo es que ahora está en boga la tendencia de contar historias más subjetivas, utilizando imágenes evocativas, o una combinación de imágenes de ensoñación o mágicas con imágenes más realistas. Esa es la tendencia universal. Es posible que en 10 años nos parezca una cosa anticuada, pero es la tendencia en este momento. Prácticamente todas las historias ganadoras tienen algo de subjetivo.” 

¿Qué piensas de los ganadores del premio este año y cuáles son las tendencias que se perciben en estos trabajos?

En primer lugar, creo que fue un acierto separar el concurso en categorías abiertas y categorías clásicas, y tener dos jurados totalmente distintos. Esta fue una apuesta que hicimos con el Consejo Consultivo y nos dio excelentes resultados: el concurso recibió un 25% más de trabajos que hace dos años y siento que se está consolidando muy bien. Hay sin embargo una crisis que ya conocemos desde hace muchos años en el mundo del fotoperiodismo. Hay pocos medios de comunicación que publican fotografía documental de calidad, así como pocos espacios de exhibición que financien los proyectos, y lo que se ve en América Latina es que la gran mayoría de trabajos están financiados por los mismos creadores visuales o por algunas pocas instituciones como National Geographic, Vist Projects o ECO. 

Esa crisis del fotoperiodismo en América Latina está sumada a la crisis mundial del fotoperiodismo: es decir, a la crisis de credibilidad de las imágenes. Se está cuestionando la idea de fotografía objetiva desde hace mucho tiempo. No existe una fotografía propiamente objetiva. Sin embargo, la fotografía documental y la periodística que se publica en medios de comunicación debe mantener unos estándares, de lo contrario estamos mintiendo a los lectores de esos medios.

Pero más allá de la crisis profunda que sufre el mundo de la creación visual, yo diría que es un momento de una creatividad suprema. Es un momento de libertad en el que la gente se atreve a hacer cosas distintas sin siquiera ver hacia el Norte. Antes no había posibilidad de hacer fotografía en Latinoamérica sin mirar hacia Europa o Estados Unidos. Ahora ni siquiera nos acordamos de aquellos fotógrafes. Latinoamérica tiene un vigor creativo impresionante y hay una autonomía o una confianza en nosotros mismos que no existía hace unos años. Eso es refrescante.

Ganador Categoría Derechos Humanos. Federico Ríos: “Selva peligrosa “ (Colombia)

Ganador Categoría Noticias – Serie. Aldair Mejía López: ”El problema de la gente” (Perú)

¿Hay zonas o países donde se hace más evidente este vigor?

En países como Brasil, México o Argentina es clarísimo ya que hay una larga tradición por detrás que sostiene todo esfuerzo creativo en lo visual. Pero también hay países nuevos que han aparecido en el mapa como Ecuador, que antes no existía y que ahora tiene excelentes fotógrafos que están trabajando con los principales medios del mundo. Por supuesto está Perú, que tiene una tradición muy larga. Algo que es evidente es que las escuelas, los espacios de formación y los colectivos son clave en esta transformación de la creación visual. En Perú y Uruguay existen Centros de la Imagen, y en Ecuador hemos tenido unos años muy fructíferos con una cantidad impresionante de talleres. Creo que eso produce una transformación en la manera de contar historias.

Yo estoy absolutamente complacido con la calidad de los trabajos presentados. El problema de los jueces en esta ocasión era encontrar seis trabajos destacados —ese fue el límite que nos impusimos—, porque había muchísimas propuestas valiosas en todas las categorías.

¿Cómo se da el proceso de selección?

Una de las características del POY Latam es que es completamente transparente: puedes entrar a nuestro Facebook o a nuestro YouTube y encontrar las deliberaciones de los jueces que fueron transmitidas en vivo. Ellos hacen una preselección; sin embargo, se ve todo el material antes de comenzar a juzgar la categoría y cualquiera de los miembros del jurado tiene el derecho de rescatar imágenes que se están quedando fuera porque no tienen los dos votos necesarios. Es decir, la gente sabe por quién vota y por quién no vota un juez. Creo que eso nos da un grado de credibilidad importante porque, en mi conocimiento, no hay casi ningún otro concurso que tenga este nivel de transparencia.

Por otro lado, decidimos que debíamos tener dos jurados: uno para categorías clásicas que tenga una visión más tradicional de lo documental, y otro para categorías nuevas o abiertas cuyos miembros vengan del mundo de lo artístico, no solo de lo documental.

Ganador Categoría Fotoperiodistas en el mundo. Manu Brabo: “Mariposas Negras” (España)

Ganador Categoría Proyectos a Largo Plazo. Andrés Cardona: “Mercy” (Colombia)

Mencionabas la autonomía creativa en la fotografía latinoamericana. ¿Es algo que se ve reflejado en los trabajos ganadores?

Una de las categorías más interesantes este año ha sido la de Resignificar los archivos: fue de las que mayores sorpresas nos dio y en las que resultó más difícil llegar a los ganadores. Hay muchos fotógrafos y fotógrafas que hacen cosas muy creativas con la reapropiación de la historia familiar o de la historia colectiva. Por ejemplo, hubo trabajos excelentes de Glorianna Ximendas y Lucía Morón. El trabajo ganador, de Marina Feldhues, es brutal: aborda los linchamientos y asesinatos de personas de color en distintas partes del mundo, sobre todo en los Estados Unidos. Ofrece una reflexión interesante sobre la identidad y la violencia. Esta categoría fue también, por cierto, una de las más controversiales.

 

¿Por qué controversial?

Uno de los trabajos discutidos usa inteligencia artificial. El trabajo no pasó a la última ronda, porque los jueces consideraron que había trabajos más interesantes, no por ninguna prohibición del concurso. Nosotros hemos decidido aceptar la inteligencia artificial, siempre y cuando se especifique el origen de la imagen. Si se esconde el hecho de que se usó inteligencia artificial, esa sería una razón para descalificar.

 

Ganador Categoría Fotoperiodista Iberoamericano del Año 2023. Federico Ríos Escobar (Colombia)

“Los latinoamericanos estamos atrapados en lo exótico. ¿Por qué? Porque lo exótico es lo que vende. Y porque nosotros mismos tenemos una necesidad de revisitar los estereotipos y tratar de identificarnos o entender esa identidad fluida, siempre indefinida, de lo latinoamericano, de lo mestizo. Esto se siente en el campo de la fotografía: por más que intentemos liberarnos de los preconceptos y los prejuicios y los exotismos, están más presentes que nunca.”

¿Qué otra categoría llamó la atención del jurado? 

La categoría de Proyectos de largo plazo. Hay un trabajo del brasilero Luis Braga, por ejemplo, que es una sinfonía de color. Documenta la vida ribereña en el Amazonas. O el trabajo de Florence Goupil sobre los pueblos indígenas y su relación con las plantas. Me parece que las propuestas más interesantes, en general, vienen de las categorías abiertas. Obviamente, no es el uso de herramientas lo que importa, sino la riqueza conceptual.

¿Cómo ha cambiado el panorama de la fotografía en la región desde que se creó el Premio, en 2011?

El principal cambio es que antes existía un prejuicio muy grande en contra del uso de herramientas como Photoshop o la manipulación de imágenes. Los fotoperiodistas eran muy estrictos y los artistas los veían con cierto desprecio. Ahora prácticamente todos los fotoperiodistas transitan libremente entre el arte y el periodismo. Ya no existe ese tabú terrible de decir: “cambiaste algo en la foto, entonces tu foto es una mentira”. Todas las fotos son una mentira. Unas, una mentira conocida, y otras, una mentira por conocer. Lo que estamos haciendo ahora es sincerarnos con respecto a las maneras de contar historias. 

Y algo que es clarísimo es que ahora está en boga la tendencia de contar historias más subjetivas, utilizando imágenes evocativas, o una combinación de imágenes de ensoñación o mágicas con imágenes más realistas. Esa es la tendencia universal. Es posible que en 10 años nos parezca una cosa anticuada, pero es la tendencia en este momento. Prácticamente todas las historias ganadoras tienen algo de subjetivo. 

Ganador Categoría Noticias – Foto única. Felix Márquez: “Niña migrante” (México)

Ganadora Categoría Retrato. Alejandra Elías: “Los 9 de Juliaca” (Perú)

No es aventurado decir a estas alturas que existen clichés en la fotografía latinoamericana: me refiero, por ejemplo, a ciertas formas de representar a los pueblos originarios. ¿Cómo se enfrentan los fotógrafos y las fotógrafas actuales a ese tipo de narrativas preconcebidas?

Los latinoamericanos estamos atrapados en lo exótico. ¿Por qué? Porque lo exótico es lo que vende. Y porque nosotros mismos tenemos una necesidad de revisitar los estereotipos y tratar de identificarnos o entender esa identidad fluida, siempre indefinida, de lo latinoamericano, de lo mestizo. Esto se siente en el campo de la fotografía: por más que intentemos liberarnos de los preconceptos y los prejuicios y los exotismos, están más presentes que nunca. Incluso en los trabajos más creativos se siente aún la influencia del realismo mágico, que sigue siendo una de las características esenciales de la creación visual en América Latina. Nos hemos apropiado completamente del realismo mágico, antes con temor, ahora con orgullo. Pero estamos atrasados 40 o 50 años con respecto a la literatura.

Creo que nos daremos cuenta de los estereotipos que hemos estado promoviendo dentro de unos 20 años. Nos daremos cuenta de la mirada que teníamos ahora, pero necesitamos esa perspectiva del tiempo. Estamos enamorados de una cierta manera de contar.



Ganadores Categoría Nuestra Mirada. Cyro Almeida e Mestre Julio Santos: “Límites de memoria” (Brasil)

Ganadora Categoría Identidad y Género. Silvana Flores: “Abuelas Trans” (México)

¿Cómo ves el futuro de la fotografía en la región? 

No soy adivino, pero partamos del hecho de que la fotografía, a través de las inteligencias artificiales y de la capacidad de manipular las imágenes, es cada vez más fluida. En la historia de la imagen no ha habido necesariamente una correspondencia entre la realidad y la imagen. La imagen siempre había sido independiente de la realidad. Uno sabía que una pintura era una pintura, que era una representación de la realidad. La correspondencia directa entre la realidad y la imagen se da únicamente en el siglo 20 con la pretensión documental de la fotografía. Uno de los problemas que tenemos ahora es que como la fotografía es cada vez es más fluida y cada vez va es menos testimonio y más juego, manipulación o símbolo, los límites entre la realidad y la ficción se están difuminando. Dentro de muy poco será imposible saber el origen de las imágenes.

Por otro lado, la imagen es cada vez más ubicua: es decir, cada vez vale menos. El ojo del narrador visual seguirá siendo importante, pero el ojo del curador va a ser fundamental para rescatar esos pocos trabajos que parezcan interesantes en medio del mar de lo trivial. Viene una etapa de mucho exceso y caos.

¿Eso les preocupa como organizadores de un premio de fotografía?

Yo creo que el premio POY Latam está en un buen momento porque está muy a tono con los tiempos que se viven. Eso nos va a traer muchos frutos. Además, vamos a ampliar nuestro programa educativo. Tengo la esperanza de que esta iniciativa se mantenga vigente algunos años más, pero sé que es un reto. WordPress Photo tuvo que reinventarse completamente para no perder su relevancia. 

Ganadora Medio Ambiente, Premio Carolina Hidalgo Vivar. Gabriela Portilho Matheus: “Los abejeros” (Brasil)

¿Ustedes atraviesan una transición similar?

Lo que nosotros hemos hecho es en cierto modo más profundo. En su última edición, World Press Photo separó el concurso en concursos regionales. Nosotros ya somos un concurso regional, no necesitamos eso. Pero WordPress Photo también ha eliminado categorías: tenía que hacerlo para adoptar la nueva estructura. Nosotros aumentamos categorías. Tenemos además una representación importante de fotógrafas: más del 40% son mujeres. El jurado también está compuesto en mayoría por mujeres. Es una posición que hemos tenido desde hace algunos años y nos ha dado buenos resultados. 

Creo que esa apertura y esa voluntad de recibir otro tipo de imágenes ha sido clave, y sobre todo hacerlo de manera transparente. Y con respecto a lo documental, recibir los proyectos con la máxima seriedad, contando con jueces que son expertos en ese campo y que comparten esos valores. Tal vez estamos en un momento de esquizofrenia en la fotografía, porque las dos cabezas, la documental y la artística, están actuando al mismo tiempo. Pero, como decía al principio, ambas nos están dando respuestas atrevidas y vigorosas.